21.Llamada

Espere en el auto a Dani después de todo había venido con él. Suspiro ¿por qué la gente se empeña en juzgar a las personas sin conocerla bien?, entiendo que ahora lo que estoy haciendo está dejando mi reputación por el suelo, pero era por un bien mayor, después de todo la gente tenía que saber la clase de personas que eran ellos, las cosas malvadas y desastrosas que hicieron y están haciendo.

— ¿Todo bien loquita? — escucho la voz de Daniel y levantó la cabeza para verlo parado al lado de la puerta del local junto a Lucas.

— Ya vámonos de aquí — digo entrando al auto.

Llegamos a mi casa y me bajo del auto sin despedirme ya después hablaré con ellos, entre a mi casa y veo a Nathalie bajando los escalones no la miro y subo de mala manera.

— ¿Y a ti que te pasa? — pregunta.

— No estoy de humor. — respondo con mala cara.

Llegó a mi habitación y cierro de un portazo la puerta camino hacia mi cama y me acuesto a dormir un rato para olvidar todo el puto enojo que llevo dentro.

~*~

Me despierto por un rico olor a pizza, abro los ojos y veo a los dos únicos idiotas que soportó en mi vida. Y claro los únicos que soportan mis cambios de humor.

— A ver sus ofrendas. — digo sentándome en la cama — Tiene que ser buena para haberme despertado...

— Una muy buena — habla Lucas poniendo frente a mí una caja de pizza grande y refresco de uva mi favorito hasta ahora.

— Aquí tienes Reina malvada — dice Dani poniendo una bandeja llena de gomitas y papitas.

— Oh mis queridos secuaces del mal — digo suspirando satisfecha por lo que ven mis ojos — ustedes saben cómo consentir a su reina malvada.

— Así es — responde Dani sentándose a un lado de la cama tomando una rebanada de pizza, Lucas se sienta del otro lado con una rebanada también.

Comemos y disfrutamos de la comida mientras hablábamos de cosas triviales hasta que llegó la hora de irse.

Son las once de la noche y decido bajar a la cocina por algo más de comer, lo que comí con Dani y Lucas ya caduco y tengo una inmensa hambre ahora.

Me detengo al escuchar la voz de la arpía — No, no todo está bien — me escondo para que no me vea y así poder escuchar bien.

— Si ya losé, también losé... Ya... No Nathalie se está encargado de ella ahora. Si no es muy lista, Nathalie la hará sentir bien. Bueno ok nos vemos.

La veo salir de la cocina muy campante subir por las escaleras.

Salgo de mi escondite, así que todos me creían estúpida... Lástima últimamente me acabo enterando de todo.

Entró a la cocina por algo de comer mientras meditó la conversación, de seguro debe de ser el "jardinero", pero ahora tengo un presentimiento que hay algo gordo atrás de esto y averiguaré que es.

Subo a mi habitación y me encuentro otra vez con Nathalie — Hermanita... — dice con una sonrisa más falsa que las tetas de su madre.

— Tú... — digo aburrida.

— Hoy te noto con muy mal humor... ¿Todo bien? — pregunta — ¿Está todo bien con Andrew? ¿Terminaron?

Veo claramente sus intenciones y sonrió — ¡Claro que no! — respondo animada mente y veo su sonrisa flaquear un poco — Todo está bien entre nosotros, es que amanecí de mal humor ya sabes... Algo normal.

— Ah entiendo — habla algo molesta — me alegro de que estén bien.

— Gracias — respondo con una sonrisa espléndida en mi rostro.

Sigo mi rumbo a mi habitación dejando atrás a la Incultiperra.