La Reina de Inglaterra

27. En mi lecho de muerte

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Desperté por el ruido de un teléfono, abrí los ojos y lo primero que vi fue a Nick con su teléfono pegado en la oreja mientras susurra va algo que no podía entender.

Me giré hacia el otro lado de la cama y me encontré con la cara llena de baba de Andrew, y luego veo a Albert sentado en el suelo mirando a un punto fijo muy concentrado.

Me senté en la cama mientras daba un bostezo mirando el desastre que hay en mi habitación, palomitas, vasos y botellas de licor y vómito. Esta habitación necesita de una limpieza profunda.

—Buenos días... —digo en un murmullo aún tengo mucho sueño, pero sería mejor que arreglara todo y me diera después una ducha, ya que aún seguía con la misma ropa de anoche.

—Buenos días...—responde Albert con la voz ronca con la vista aún fija en el suelo.

—Buenos días...—Nick se sienta en la orilla de la cama bostezando con su teléfono en mano.

— ¿Qué hora es?—preguntó con los ojos entre abiertos, la luz aún me molestaba y podía sentir que en cualquier momento se me iban a cerrar los párpados y volvería a dormir otra vez.

—Son las 2:45 P.M.—responde dando otro bostezo.

—Mierda mi madre va a matarme...—murmura Albert levantándose del piso, parece que por fin salió de su trance.

—No eres el único...—concuerda Nick—tengo quince llamadas perdidas de mi madre y ocho mensajes de voz, y diez de mi novia...

—Creo que no debimos hacer eso anoche...—murmuro con los ojos entre cerrados con una mano en mi cabeza está empezando a dolerme feo.

— ¿Tú crees?—dice Nick riéndose— ¿No ves tu habitación? Es todo un desastre.

—Pero tiene razón...—Albert concuerda conmigo—tomar esas botellas de vodka y luego las latas de cerveza a escondidas no fue buena idea si después estaríamos como estamos ahora... Tenía que llevar a mi hermana a su clase de ballet.

—Mi madre me pidió que llegará temprano...

—Están todos jodidos...—digo levantándome de mi cama—Pero antes de irse me ayudarán a limpiar este desastre, ustedes también tienen algo de culpa e...

—Claro... —dicen al unísono.

—Bien, buscaré la escoba y la pala—digo caminado a la salida—y despierten a Andrew.

Salgo al pasillo caminado con suma lentitud siento que mi cabeza va a explotar en cualquier momento por el fuerte dolor de cabeza que surgió de la nada, estoy mareada y todo me da vuelta.

Bajar los escalones me parece una misión imposible por el Estado en el que estoy, pero logró llegar al primer piso ileso y me encaminó hasta el área de lavado donde están las escobas, palas y todas esas cosas de limpieza para la casa.

Como puedo tomo las cosas, y empiezo a caminar hacia las escaleras, no solo mi habitación es un desastre también lo es la casa entera y no solo eso, también hay chicos durmiendo en los rincones de la casa hechos un desastre.

Creo que tomaré agua del baño para limpiar el piso y quitar ese vómito, ¿quién de los cuatro fue el que lo hizo? Espero no haber sido yo...

Subí al segundo piso con dificultades gracias al trapeador, escoba, pala y cubo casi me caigo en el quinto escalón.

Llegué a mi habitación y todos estaban recogiendo y Andrew tenía el aspecto de haber durado tres días en el desierto sin comida ni agua... Más bien los cuatro ahora que lo pienso.

—Hey chicos aquí traje las cosas—digo— uno de ustedes tiene que ir por agua para limpiar el piso...

—Yo voy—se ofrece Albert tomando el cubo.

—Ten—le pasó la escoba a Andrew—y ten tú—le paso la pala a Nick yo haré los demás.

Mientras recogían las latas de cerveza y las botellas de vodka las cuales eran cuatro y como quince latas de cerveza, ese amigo de Nathalie era bueno consiguiendo las bebidas sin que su padre se diera cuenta de las faltas de bebidas en su bodega.

Luego de media hora de una profunda limpieza terminamos así que acompañe a los chicos a la salida.

Al bajar los escalones nos encontramos con nuestros amiguitos sacando a rastras a un pobre chico.

—Oh Evangeline...—Nathalie es la primera en vernos—ya estás despierta...

—Mejor así, más ayuda para limpiar—habla Brad escondiéndose las manos.

—No creo que vaya a hacerlo—digo—estoy cansada y ya me bastó con limpiar mi habitación como para seguir con la casa...

—Se nota que estás cansada... —dice la pequeña hermanita de Evan mirando a los tres chicos bien hermosos y culiables atrás de mí.

—Ni que lo digas...—digo soltando un suspiro exagerado.

—Ya me tengo que ir Eva—anuncia Albert pasándose las manos por su cabello negro sedoso, rayos era cierto lo que decían... Este tipo está riquísimo—hablamos mañana— dice y me da un beso en la mejilla y luego se va pasando por al lado de Nathalie y Brad.

—Te veo luego Eva—Nick también se despide con un beso en el otro lado de la mejilla.

—Hablamos luego princesa—Andrew pasa una mano por mi hombro y me da un beso en la frente y luego se retira cerrando la puerta.

Los tres idiotas se giran a verme, los miro y sonrió para luego darme vuelta y caminar hacia los escalones, tengo un fuerte dolor de cabeza y estoy muy mareada.

Vuelvo a subir con dificultades como antes y una vez arriba voy directo a mi habitación, tomo un pijama y mi teléfono en el baño ahora hay muchas toallas limpias.

Salgo de mi habitación y camino hacia el baño por el camino me encuentro con Brad por lo que entró rápido al baño para que no me empiece a molestar con su "hospitalidad".




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