Una semana después...
Habían dejado de castigo a Nathalie por una semana por haberme dejado sola e irse a festejar con sus amigos muy lejos de aquí, que fue muy irresponsable de su parte, ya que ella es la mayor. Durante su regaño intente no reírme y me excuse con ella diciendo que no era mi culpa, que no sabía que mi padre llegaría antes y que la llame y no cogió ninguna llamada.
Por suerte la había llamado, aunque sabía que no iba a responder, pero era una "evidencia" de que, si lo hice, y claro mi padre estaba provisto llegar al otro día, pero alguien canceló su reserva de forma inesperada... UPS.
Durante esa semana no pudo salir ni ver a sus amigos, que lastima. Y la chica que le había advertido me había sorprendido en serio, esperé que viniera a mí pidiendo disculpa y admitiendo que tuve razón, pero no lo hizo, de hecho, siguió saliendo con el imbécil e iba muy acaramelada en los brazos de su "príncipe azul". ¿Recordará que fue violada por tres tipos? Creo que no, y si lo recuerda es... Ni siquiera sé que es, es la primera vez que veo que a una chica que le gusta que la droguen y la violen tres tipos sin corazón alguno.
Eso me puso en alerta y pensativa, ella sabía lo que tramaba porque por idiota pensé que sabiendo la verdad de esos violadores se retractaría y nos ayudaría a que pagarán por todos sus crímenes, en cambio, siguió con ellos.
Hoy había una fiesta en la casa del imbécil y estaba invitada y ella estaría ahí por supuesto así que no rechace la invitación e iría a esa fiesta a averiguar que fue exactamente lo que paso esa noche para saber lo que estoy ignorando porque sé que algo pasó esa noche. Los videos que vimos del teléfono de Trevoll no fueron unos simples edits.
Y sí, tenemos acceso a todos los teléfonos del grupito de los populares. Esta vez iría sola no invite a Andrew ni a los demás como mis protectores guardaespaldas, no sería necesario su presencia esta noche.
Eran las cinco de la tarde y estaba eligiendo mi vestuario que usaría en dos horas, elegí un vestido negro de tiros con una blusa blanca de mangas largas y unas botas negras, llevaría mi cabello suelto.
Me acosté en mi cama una vez ya elegido el Look, más tarde me arreglaría ahora vería umbrella academy por un rato hasta que sean las seis.
~*~
Estaba ya casi lista para irme a la fiesta, estaba echando mi teléfono en un pequeño bolso tomé mis llaves y salí de la habitación. Escuché la voz de Nathalie abajo, nos iríamos juntas en mi auto, la vi hablando con su madre mientras le modelaba el vestido revelador negro con sus tacones alto y cabello rubio suelto.
Pase por su lado ignorándolas saliendo de la casa, escuche como Nathalie se despedía de su madre mientras entraba a mi auto.
— ¡Lista!—dice subiéndose al auto.
—El cinturón...—digo encendiendo el auto.
—Oh sí. Pon algo de música mientras tanto.
— ¿Por qué no la pones tú?
—De acuerdo.
Un minuto después empieza a sonar Starving de Hailee en la radio a todo volumen, ella empieza a cantar y bailar en el auto. Después de unos minutos llegamos a la casa de Brad.
Es bien grande y lujosa, digno de una familia ricachona como la del idiota, ya entendía por qué no estaba pagando sus crímenes si el tipo era bien adinerado. Bueno sus padres en este caso, lo apoyaban.
Estacione el auto enfrente de la casa, no me preocupe por si asaltaban mi auto este vecindario no pasan esas cosas, camine al lado de Nathalie quien no dejaba de arreglar su cabello. Llegamos a la entrada y un desconocido nos abrió, entramos y creo que quedaré sorda por la fuerte música.
Seguí a Nathalie por las escaleras yendo al segundo piso donde vi a los tarados y a la chica Mirla que aún me inquietaba su comportamiento, no sabía que era lo que quería, una persona cuerda sabiendo lo que le podía pasar no podía gustarle eso... ¿Será que le gusta ser violada o algo por el estilo? ¿O quería hacer un trío? No entiendo.
— ¡Preciosa! ¡Qué bueno verte!—un Trevoll medio ebrio se lanzó hacia Nathalie abrazarla y dejarle besos por toda su cara.
Mire la escena aburrida y tome asiento entre mi viejo amigo Leo y Brad.
— ¿Cerveza?—Me ofrece Leo.
—No gracias, no tengo deseo de beber hoy—respondo.
— ¿Por qué no?—pregunta Brad pasando unos de sus brazos por mi hombro y acercándome a él. Su fuerte y caro perfume me llega directo al igual que su olor a cigarrillo.
—No estoy de humor... —respondo mirándolo a los ojos.
Brad era malditamente hermoso, pero había que tener cuidado con esa belleza maldita que cargaba él, puede ser hermoso por fuera, pero por dentro...
Su cabello rubio, ojos azules como el mar y ese cuerpo atlético y bien fornido no tenía que confundirte con su verdadero ser si no te lamentarías bien feo.
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Editado: 06.09.2020