La Reina de Inglaterra

36. Escoria

 

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Había pasados unos días y Lucas y yo habíamos salido dos veces, ya que no podía permitirme el salir a cada rato, porque los exámenes se estaban acercando y las clases se habían puesto más difíciles. Era evidente que los profesores querían vernos sufrir con tantos trabajos para entregar y tareas bien difíciles de entender, pero tenía a Lucas que se había graduado con honores en su escuela y me ayudaba con mis tareas.

Al principio me había negado, era mejor que siguiera enfocándose en su familia porque su abuela se había enfermado y tenía que cuidarla, pero me pidió que lo dejara ayudarme porque no era una molestia el hacerlo.

Y aquí estábamos, los dos juntos en el suelo terminando un trabajo de Historia en donde tenía que desarrollar una investigación exhaustiva de nuestros reyes, Lucas había tenido el mismo trabajo cuando estaba en la escuela y me ayudo. Me entrego su antiguo trabajo y lo hice, estaba muy bien hecho, tanto que saco un cien. Mi chico, todo un nerd.

— ¿Qué hacemos ahora?—pregunta abrazándome por la cintura pegándome a él.

Me encogí de hombros poniendo mi cabeza en su pecho—Umm... no lose.

— ¿Salimos por un helado?—pregunta.

— ¡Si!—exclamo con euforia levantándome del suelo rápidamente—iremos a la heladería de la última vez, ¿cierto?—digo.

La heladería en donde me había llevado la otra semana me había gustado, quería ir otra vez, el helado de chocolate ahí es buenísimo.

Él se ríe de mi entusiasmo y se levanta del suelo arreglando su abrigo negro. Había mejorado notablemente con su look, usaba ropa más de esta época y ya la sabia combinar bien, aunque usaba aún ropas de los dos mil, pero ya había aprendido a que se le viera bien y se le marcara ese maldito cuerpo de infarto.

—De acuerdo—dice y toma mi mano empezando a caminar hacia la puerta.

— ¡Espera!—me detuve tomando mi teléfono entrándolo en mi pequeño bolso al igual que mi monedero el cual me había regalado para que no anduviera con el dinero así y mi identificación, ya que no sabía en donde se había metido el mío. Me gire y tome nuevamente su mano—mis cosas—dije cuando él abrió la puerta y cerré con llave y la guarde en mi cartera empezando a caminar por el pasillo mientras hablábamos de cosas sin sentido hasta bajar las escaleras en donde nos encontramos con Trevoll, Brad y Nathalie.

— ¿Otro nuevo?—pregunto Nathalie alzando una ceja.

La miré seriamente— ¿Algún problema?

—Para nada—responde.

—Entonces deja de molestar—había evitado verme con ellos cuando Lucas estaba aquí porque empezarían a joder con sus mierdas y no quería terminar rompiéndole la madre a ninguno.

Brad y Trevoll se echan a reír mirando a Lucas de arriba Abajo, Nathalie también se les une.

— ¿Por esa cosa tan fea me cambiaste?—dice Brad—se parece a Quasimodo...—se ríe aún más fuerte.

Lo miré y sonreí— ¿Cambiar? Pero si tú y yo ni salimos... —digo—hasta trataste de entrar a mi habitación a la mala y has tratado de meterte entre mis piernas y no lo has logrado en su totalidad y eso te enoja, y más el hecho de que Quasimodo sé allá quedado con su esmeralda...—se le borró la sonrisa.

Trevoll y Nathalie voltearon su cabeza hacia otro lado evitando reírse.

Jalé del brazo a Lucas caminando hacia la salida de la casa agarrados de manos, el cerro la puerta y lo solté empezando a caminar hacia su moto. Cada vez que salía con él en su moto siempre llevaba un vestido o una falda muy cortos ambas. Como hoy que llevaba un vestido rosa pálido corto y mi cabello suelto, se iba a volver una tradición al igual el hecho de que lloviera.

Me gire hacia él con una sonrisa, pero la borre de inmediato al verlo mirando al piso muy serio— ¿Qué sucede?—pregunto acercándome a él.

— ¿Saliste con ese chico alguna vez?—pregunta muy serio.

Suspire—Ni una sola vez, ¿Por qué preguntas?

—Aquella noche cuando vine buscándote dijo que eras una puta, que te acostabas con cualquier chico que te tirara la honda, que si eso había pasado y te habías cansado de mí que lo superara porque tú eras así, que salías con uno y al rato lo dejabas por otro mucho mejor, por eso me enoje y lo golpee porque sabía que tú no eras así—respondió —por lo que dijo hace unos momentos creí que habías tenido algo con él, no sé, pero si no tuvieron nada él es muy irrespetuoso para hablar de esa manera así de ti.

Ah... mi chico siempre tan educado y respetuoso.

Me encogí de hombros—Ya sabes... los chicos odian cuando una chica no le hace caso y se vuelven así. Hablan mal de ellas y esas cosas...

— ¡Hey, no todos!—se queja mirándome divertido.

Sonreí y pasé ambos brazos por su cuello acercándolo más a mí—no, tú no. Tú eres diferente—dije y lo besé.

El de inmediato me siguió el beso, pero fuimos interrumpidos, ya que Brad lo alejo de mí bruscamente y le lanzo un puñetazo en la cara haciendo que caiga estrepitosamente al suelo.

Chille por la sorpresa viendo la sangre salir a borbotones de la nariz de Lucas, trate de acercarme, pero Brad me lo impidió agarrándome de la cintura levantándome del suelo empezando a caminar conmigo hacia la casa.

Empecé a forcejear y a gritarle un sin números de malas palabras. Por el rabillo del ojo vi a Lucas pararse del suelo rápidamente y acercarse a nosotros muy emputado, me arrebato bruscamente de los brazos de Brad poniéndome atrás de él, le dio un puñetazo en el ojo a Brad y este cayó de inmediato en el suelo. Lucas se le subió encima a golpearlo en la cara fuertemente.




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