Luis se reunió con Vanessa, tenían que hablar y aclarar el asunto del problema que había tenido él en la escuela…
—Tú llamaste a la escuela diciendo que mi visa era de trabajo para sacarme de ahí —acusó.
—Lo siento, pero tenía que hacer algo. No quiero que te distraigas del trabajo, solamente estás aquí para abrir una sucursal.
—Vanessa, quiero que regreses a México ahora mismo.
—Oye… esta ciudad es muy bonita para vivir, ¿no te gustaría que nos casáramos aquí?
—Olvida ese asunto del matrimonio arreglado. No me voy a casar contigo y menos aquí, que no están mis padres para que me obliguen.
—Pues vas a casarte conmigo si no quieres que le pase algo a esa tipa.
El joven se sorprendió…
—¿Libby?
—¿No has notado su ausencia en la escuela?
—Gracias a ti, ya no he tenido clases.
—¡Qué mal… con razón no estás preocupado!
—¿Qué le pasó a Libby? ¿Qué le hiciste? —Luis recordó lo que Arturo había dicho: Melissa estaba muy preocupada por su amiga.
—Yo no le hice nada. Ahora, pon atención… —la chica se acercó más— …vas a casarte conmigo sino quieres que algo malo le pase a ella.
—¿De qué demonios estás hablando? ¿Acaso la tienes secuestrada?
Vanessa no contestó, solo sonrió maliciosamente. Luis captó rápidamente la respuesta a esa pregunta.
—¿Cómo te atreves a secuestrar a una chica inocente? ¡No me voy a casar contigo! —comenzó a caminar para salir de la habitación…
—¿Qué vas a hacer?
—Iré con la policía.
—¡Espera un momento! —la chica lo alcanzó y se le puso al frente— Si tú vas con la policía, yo iré al consulado a hablar sobre el mal uso de la visa. Te deportarán y te regresarán a México inmediatamente, mi familia no moverá ni un solo dedo para ayudarte. Agregando también que no tienes ninguna evidencia sobre el secuestro. Así que tú decides… ¿te casas conmigo o no?
Luis no tuvo palabras ante esto, solo estaba molesto, muy molesto. Era un callejón sin salida para él.
Tania dejó a Ivonne descansando en el laboratorio. Estaba haciendo su reporte sobre el proceso de su trabajo en la computadora. Para esa hora, ya no había nadie en la escuela. En medio del silencioso laboratorio, Roxanna apareció de repente. Se acercó a Ivonne y ésta abrió los ojos…
—Ojos azules… muy bonita —dijo Roxanna.
—¿Quién eres tú? —preguntó al enderezarse, puesto a que estaba acostada.
—Soy una chica que quiere conocerte. Como todas las demás.
—Pensé que todas se habían ido a casa.
—Los seres humanos podemos hacer muchas cosas en el día, tenemos muchas opciones.
—¿Yo también tengo opciones? —preguntó Ivonne, poniéndose de pie.
—Es curioso que lo preguntes. ¿Tu dueña no te dijo nada de eso?
—¿Dueña?
—Sí, la que te creó. Ella es tu ‘dueña’.
—No lo sabía… creí que era una amiga.
—Oh, no, tú no tienes amigas. Solo estás hecha para un propósito: participar en la Feria de Ciencias. Luego de eso, ella te destruirá.
—No puede ser posible.
—Lo es.
—¿Por qué Tania haría algo así? —Ivonne no comprendía.
—Porque tú no tienes opciones. No eres un ser humano.
Ivonne guardó silencio.
—¿Quieres ser como los demás?
—No podría…
—Yo te puedo ayudar. Puedo hacerte poderosa y… tendrás opciones.
—¿Para qué querría ser poderosa?
—Para evitar que Tania te destruya.
Roxanna estaba convenciendo a Ivonne antes de convertirla en una de sus aliadas. Se escuchó un fuerte ruido en el laboratorio, Tania se levantó de su asiento para ir a ver lo que estaba pasando. Abrió la puerta y vio que Ivonne estaba rodeada de poderes brillantes… Roxanna desapareció antes de que pudiera notarla.
—Ivonne, ¿Qué te sucede? —preguntó al acercarse a ella.
Sus ojos ya no eran azules, ahora eran rojos. Tania se percató de ese cambio, no solo en los ojos, sino también en la cara, ya no tenía esa expresión de paz que la caracterizaba. Trató de detenerla, pero Ivonne le soltó un golpe y Tania cayó al suelo quedando inconsciente. El androide derrumbó la pared para poder salir de ese lugar, Roxanna la esperaba afuera con una rebosante sonrisa.
Rainbow entró rápidamente a la habitación de Melissa…
—¡Melissa! ¡Hay peligro! Tienes que venir…
—¿Qué? ¿Qué está pasando? —la chica se limpió la cara, había estado llorando durante todo ese rato.
—¡Rudy está en peligro!
Quedo atónita. Rápidamente se preparó para salir de la casa e ir al lugar que Rainbow le indicaba. Llegó a un parque, ya era de noche y se veían algunas luces entre los árboles…