La Reina de la Magia

Adiós, Colegio Área 22

En el laboratorio del Colegio Área 22, la pared que había quedado derrumbada tenía unos cables eléctricos sueltos. Una chispa fue suficiente para que comenzaran a quemarse los papeles que habían quedado dispersos en el suelo. Tania aún seguía inconsciente.

—No sé si fue buena o mala suerte, pero esa chica va a morir en el incendio —dijo Arthur, al observar de lejos la escena.

El aire empujaba las hojas que tenían pequeñas flamas, esto era muy peligroso porque se adentraban al laboratorio, donde había toda clase de sustancias inflamables. Arthur se alejó de la escena, siendo totalmente insensible al hecho de que una vida se perdería.

 

—Perdóname, sé que no fue correcto ponerte a prueba de esa manera.

Libby estaba soñando, después de decir esto, solo el rostro de Luis quedó en su mente. Abrió los ojos, volviendo a una realidad donde él no estaba a su lado. Estaba deprimida por el hechizo de Roxanna, pero eso no le impedía seguir pensando en él. Tenía que disculparse al menos, ese día lo llevó a la clínica para ponerlo a prueba, para ver si Luis podía ser una buena persona a pesar de toda su riqueza material. Ahora ya no importaba si él quería casarse con Vanessa, solo quería pedirle perdón.

 

—No puedo creer que no haya una forma de saber si Libby está bien —se lamentaba Melissa.

—¿Tú le crees? ¿Crees que Libby esté en peligro? —preguntaba Arturo a Rudy.

—Es posible… tú y Libby son las personas más cercanas a mi hermana. Meredith podría atacarla de ese modo.

—Pero… no entiendo.

Rainbow se percató de algo.

De manera sorpresiva, un resplandor apareció cerca de los chicos, que aún seguían en la calle. Este resplandor reveló 2 figuras. Roxanna e Ivonne…

—Es bueno encontrarlos juntos, creo que ya es hora de que me den la Joya Misteriosa —amenazó Roxanna.

—Roxanna… —dijo Arturo— ¿Qué haces aquí?

—Eres muy ingenuo, Arturo, yo no me llamo Roxanna, ¡mi nombre es Meredith!

Dicho esto, la chica reveló su apariencia como bruja. Ahora estaba lista para pelear.

—¿Qué le hiciste a Libby? —preguntó Melissa.

—No le hice nada, ¿Por qué preguntas eso a mí?

—Algo me dice que estás involucrada en su desaparición, sus padres no han reportado nada porque tú hiciste que ellos no se preocuparan.

—¡Wow! Empezaste siendo una estúpida para controlar la magia y ahora ya sabes mis planes con lujo de detalle. Estoy sorprendida.

Melissa estaba segura de que Meredith tenía que ver con la ausencia de su mejor amiga.

—Entonces, ¿Por qué no te diste cuenta de que fue una ilusión lo que viste en el Centro Comercial?

—Estaba preocupada por mi amiga, tú hiciste que hubiera tanta confusión en mis pensamientos… por eso me hiciste creer que Arturo me engañaba, para que ya no pudiera pensar totalmente.

—Es muy tarde para que te des cuenta de todas las cosas, hadita. Ahora estás sentenciada. Ivonne…

Todos miraron al androide…

—Se ve muy diferente a cuando estaba con Tania… —murmuró Melissa.

—Se ve que quiere matarnos —dijo Rudy al ver que les lanzaba una bola de energía…

—De verdad Tania… ¿hizo que su androide tuviera poderes?

Rudy y Arturo apenas pudieron esquivar el ataque.

—Es imposible, esto es magia… —notó Rudy— Seguramente Meredith le dio poderes oscuros.

—Sabía que necesitaría ayuda para enfrentarme a los dos —dijo la bruja—. Así que mientras Ivonne se encarga de tu hermano, yo me voy a encargar de ti.

Meredith comenzó a atacar a Melissa. La chica también esquivó esa bola de energía, Rainbow se acercó a ella para ver si podía ayudar…

—Rainbow… ve y busca a Luis… dile que encuentre a Libby.

—¿Qué? Pero, ¿Qué dices? Él es un humano, no debe saber que existo.

—Te lo ruego…

Otro ataque hizo que ambos se separaran. Ahora Melissa estaba cara a cara con Meredith. Rainbow pensaba si era prudente hacer lo que le había pedido Melissa, aunque no hubiera tiempo suficiente para quedarse flotando en el aire.

—Ten cuidado, Arturo, es mejor que te mantengas lejos —advirtió Rudy, dispuesto a pelear, había mejorado con sus poderes mágicos desde aquella vez que se enfrentó a Meredith. El joven obedeció, después de todo, él no tenía esos poderes como para intervenir.

Rainbow se acercó…

—Necesito de tu ayuda.

—¡Qué bueno! Pensé que sería inútil en esto… —dijo él, un poco aliviado.

—Melissa me pidió que fuera a buscar a Luis, ¿sabes dónde encontrarlo?

Por supuesto que lo sabía.

 

En el laboratorio, las llamas crecían poco a poco, se acercaban peligrosamente al lugar donde tenían todas esas sustancias explosivas. Tania recobró el conocimiento y rápidamente se dio cuenta de que estaba en medio de un incendio. Se levantó sin cuestionar nada, tomó una máscara antigases para evitar el humo y pudo salir sin problemas gracias a la pared que Ivonne había destruido. La chica científica sabía que era mejor alejarse de ese lugar lo más rápido posible. Por fortuna, ella era la única que estaba ahí.




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