La Reina de la Magia

Traición

Las cosas habían vuelto a la normalidad para Melissa, Rudy y Arturo. Rudy llegó a su escuela y tomó las clases sin ninguna preocupación. Melissa y Arturo llegaron a su salón, pero ellos estaban teniendo una situación, una chica muy preocupada…

—No sé qué es lo que hará Luis, solo dijo que iba a vengarse de Vanessa —decía Libby, angustiada— Espero que no se meta en graves problemas, ¡estoy muy preocupada!

—No te preocupes. ¡Qué bueno que estás bien! —dijo Melissa al abrazarla.

—Parece que Luis mueve influencias, así que va a estar bien —dijo Arturo.

—¿Qué pasó con Ivonne? En la noche hubo un incendio en el laboratorio, ¿verdad? —la voz de Catherine hizo que los chicos pusieran atención.

Tania estaba rodeada de Karen, Carol y Catherine.

—¿Ya fueron a ver las ruinas? Los edificios contiguos están destruidos —comentaba Carol.

Tania no respondía…

—Ivonne, ¿está bien? —le preguntó Karen, directamente.

—Chicas… ella… se destruyó en el incendio —respondió, con una sonrisa forzada, como si no quisiera dar a demostrar que estaba triste por eso.

—Tania, ¿Cómo puedes sonreír en estos momentos?

Melissa la miró. Se sentía mal por lo que había pasado. Al parecer, Tania ya estaba resignada.

Por otra parte, Luis se encontraba en la oficina del Director del Recording Studio…

—¿En qué te puedo ayudar? Ya viniste por lo que querías —comentó Christopher—. Te advierto que, si me vas a acusar de secuestro, no tienes testigos ni pruebas. Mandé cambiar los vídeos de las cámaras de vigilancia.

—Eso ya lo sé —dijo Luis—. Y se los pasaste a alguien de confianza, supongo.

—¿Qué estás tramando? —preguntó al ver la seguridad del joven.

—Vengo a ofrecerte un trato. Como no te opusiste cuando vine por Libby y no vi que ella estuviera herida o maltratada, tienes una oportunidad de salvarte.

—Ya te dije que no me puedes acusar de nada.

—Trabajaste con Vanessa, fuiste su aliado. Estás involucrado en el secuestro, aunque no lo quieras.

—¿En qué idioma te lo digo? ¿No entiendes que no me puedes acusar? ¿Acaso estoy hablando mal el español? Ya te lo dije 2 veces.

—Oh, cierto, se me olvida mencionarte por qué me vas a ayudar. ¿Es esta la persona a la que le pasaste los vídeos?

Luis le mostró una foto de Renata.

—La persona que te prometió que no los sacaría a la luz por una módica suma de dinero.

Christopher se exaltó, sí, a ella le había enviado los vídeos. Esa chica que se hacía pasar por un hacker profesional que podía ocultarlo todo.

—¿De dónde la conoces?

—Sabía que harías algo como esto en el transcurso de la noche. Así que te ofrezco el trato: vas a declarar en contra de Vanessa. Vas a hacer que ella sea la única responsable del secuestro. ¡Qué mejor que la declaración del dueño de este edificio!

—No puedo traicionar a Vanessa.

—Hay dos maneras de hacer las cosas aquí, una es donde ganamos los dos y la otra es donde solamente gano yo.

Christopher se quedó pensando. El Recording Studio era la única cosa que le había dejado su padre antes de morir, era su trabajo, su vida.

Vanessa llegó a ese edificio, al entrar a la recepción del lugar, vio a Christopher.

—Guardias, llévenla a la policía —ordenó.

Sin que se lo esperara, dos sujetos la sostuvieron…

—¿Qué demonios está pasando aquí? Christopher, ¡me debes una explicación! ¡Primero cometes la mayor estupidez en nuestro plan y luego esto!

—Lo siento, querida, pero no me queda de otra.

La chica estaba furiosa. Luego, se percató de la presencia de Luis…

—¡Me traicionaste! ¡Eres un imbécil!

—Despídete de esta ciudad, Vanessa. Estás deportada y jamás podrás regresar —dijo Luis.

—¿Cómo te atreves a hacerme esto? ¡Deja que se enteren tus padres! ¡Te van a regresar a México cuanto antes!

—Ellos ya están enterados de todo. Saben que secuestraste a una chica inocente para chantajearme.

—Pero saben que lo hice por ti… —comenzó a llorar— …no me puedes hacer esto, Luis. ¡Yo soy tu prometida!

—Mis padres no quieren a una delincuente en la familia. Nos haces quedar mal y haces quedar mal a tu propia familia.

—¡Yo les diré que estás mintiendo! Me creerán a mí porque me quieren mucho…

—Renata tiene los vídeos de este lugar, ya se los enseñó y están convencidos de rechazarte a partir de ahora.

Los guardias se llevaron a la chica, ya no tenía opciones para defenderse de la venganza de Luis.

—No entiendo cómo fui engañado por esa mujer —dijo Christopher, viendo la foto de Renata—. Es mejor no meterse contigo.

Miró a Luis, que estaba muy contento porque ahora su vida había cambiado. Sus padres le aprobaron la sucursal automotriz en Foreverfree City y era libre de casarse con quien quisiera, podía vivir en esa ciudad, trabajar para él mismo y para su familia. En cuanto a su hermana mayor, el señor Beenzi aceptó que ella se hiciera a cargo de los negocios en México, confiando en que Renata era lo suficientemente capaz de mantener el éxito de la Agencia Beenzi.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.