— General Laoli, déle un poco de tiempo, es mucha información para procesarla — dijo el ángel genuinamente preocupado por la muchacha.
— Volveré mañana, se le necesita urgente, los rebeldes quieren tomar el poder.
— Ya le dije que le dé un respiro, que no ve como quedó, sea conciente, ella necesita... — Bills iba a seguir a la joven — que la dejen ordenar sus pensamientos — Whis lo tomó de la ropa y lo detuvo — yo lo iré a buscarlo en una semana.
— Pero...
— En una semana — su expresión jovial se volvió dura — Kaio Shin, por favor llévelo de vuelta a su planeta.
— Como usted diga Sr. Whis — desaparecieron inmediatamente.
— Ahora vamos a disfrutar del almuerzo, todos — volvió a su expresión contenta — Sr. Lemo, vi que preparó algo exquisito.
Todos se fueron caminando despacio, Broly tomó la esfera que quedó en el piso y se reunió con los demás.
En su habitación, Cheelai no podía creer lo que había pasado hacía poco.
— Tuve padres que me quisieron, hicieron todo para protegerme, y yo que pensé que no me querían por eso me habían dejado en ese orfanato. Si me voy ¿Qué será de Broly? No quiero alejarme de él. Me gusta mi vida como está ahora.
Esa noche ella salió a caminar para aclarar su mente, allí se encontró con Broly que estaba acomodado en la hierba, miraba al cielo con los ojos brillantes.
— ¿Qué te pasó? ¿El Sr. Bills te dijo alguna pesadez? Si fue así yo....
— No, solo es... no importa ¿Cómo estás Cheelai?
— Supongo que bien, no todos los días te dicen que eres una Reina. Pero yo solo quiero seguir mi vida como siempre.
— Desde siempre has sido una Reina, solo que ahora lo sabes. Debes ir con los tuyos.
— Que tontería, yo no tengo familia.
Él le pasó la esfera.
— Ve que te dicen.
— Tengo miedo — ella tenía sus ojos muy abiertos, nerviosa.
— Si quieres me quedo mientras ves el mensaje.
Ella miró un rato al suelo, luego le sonrió a su acompañante, y suspirando apretó un botón, la esfera se abrió en forma de flor, en el medio apareció un haz de luz, dentro había la figura de una pareja, ambos muy parecidos a la muchacha. Luego se vio a sí misma de bebé al ser presentada a su pueblo. Cuando se desvaneció, apareció de nuevo el hombre y la mujer de antes.
— Querida Cheelai, si ves esto quiere decir que estamos muertos, y que debes tomar tu lugar, no tengas miedo, sé que eres pequeña, pero tus tíos y tu prima Yunli te apoyarán hasta que tengas la edad suficiente. Recuerda que eres la gobernante, debes tomar tu puesto. Apoyate en el general Lailo, siempre confía en él — su padre tenía una voz fuerte, pero no infundía miedo.
— Mi niña, lamento perderme tu primer paso, tu primera palabra, pero fue lo mejor para ti, nunca olvides que te queremos, querida hija — bajo los ojos un momento para volver a subirlos con lágrimas — te rogamos que hagas todo por tu pueblo, es tu obligación.
— Es tu deber — sentenció el padre.
Cuando todo quedó en oscuridad, la muchacha lloraba silenciosamente, luego se limpió el rostro y se abrazó al sayayin, al rato ya estaba durmiendo, él la tomo suavemente, y la dejó en su habitación.
A la semana todavía no estaba segura de que hacer, cuando llegó el General, ella apretó en su mano la esfera.
— Haré lo que mis padres me pidieron. Como soy la Reina, decreto que Broly y Lemo serán mis acompañantes.
— Reina Cheelai, en nuestra tierra hay muchos soldados que pueden ser mejores guardaespaldas...
— No diga estupideces, ellos no son mis guardaespaldas, son mis amigos. ¿Vendrán conmigo? Me dijo el Sr. Whis que en ese lugar Freezer no nos molestará.
Lemo no estaba muy convencido, pero vio que si no iba Broly tampoco lo haría.
— Iremos — el sayayin al ver la decisión el hombre mayor, aceptó también.
— Alteza, le insisto...
— Basta — ya el tipo le empezó a caer pesado — soy la que manda, y si quiero llevar a todos aquí lo haré ¿Entendió?
— Sí su alteza — le hizo una reverencia, por eso no vieron su mirada de odio.
Broly rió tapando su boca al ver a su amiga usando su nuevo poder.
— Y eso que no quería mandar — le susurro el anciano al oído a su joven amigo.
— ¿Qué dijiste viejo loco?
— Nada su alteza — el hombre mayor le hizo una reverencia, al verlo Broly trato de imitarlo, le resultó un saludo alto torpe.
— Nos vemos, espero que les vaya bien — el ángel fue el único que estaba contento en la despedida, su Sr. Bills estaba molesto.
— ¿Por qué no se despidió? No sea mal perdedor.
— No perdí nada, ella se va a gobernar a su pueblo, no a casarse, ya tendré otra oportunidad, tengo todo el tiempo del mundo.
— Creo que debe leer algo más que comic ¿Nunca leyó las leyes del Pueblo de las Nieves?
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En la nave los amigos iban tranquilos, en la cámara de la gobernante podían comer todo lo que quisieran, les instalaron dos camas en una de las salas del lugar, todo a petición de la Reina.
— Esto es increíble Cheelai — dijo el anciano, estaba impresionado cuando llegaron a su destino, no podía creer que fuera un lugar tan moderno, y de arquitectura tan impresionante, las puntas de los edificios parecían estalactitas, todo estaba cubierto por una capa de hielo, y con una leve nevada, suave, constante.
— Broly, debes abrigarte — recomendó la muchacha, al ver que el otro no le hacía caso — es una orden real — golpeó la mesa.
El muchacho hizo de nuevo una reverencia, esta vez casi perfecta, y se puso el chaleco verde cerrado que le habían pasado, en el palacio, ella distribuyó los cuartos.
— ¿No les molestará compartir habitación? Antes lo hicieron, y aunque hay espacio, me gusta tenerlos cerca a ambos.
— Para nada, además esto parece una casa en vez de un dormitorio — replicó Lemo, en cambio el sayayin solo asintió con la cabeza.