La Reina de Obsidiana - Libro 8 de la Saga de Lug

PARTE IV: BAJO INFLUENCIA - CAPÍTULO 63

Lug suspiró, se sirvió agua de una jarra que estaba sobre la mesa y bebió antes de continuar con la historia.

—Cormac y Marga vinieron a hablarme hace dos años, a hacerme un pedido. Querían empezar una nueva vida juntos en otro mundo, donde nadie los conociera o los vigilara, donde pudieran dejar sus pasados atrás.

—Tenía entendido que Cormac había decidido distanciarse de Marga —dijo Liam—. ¿No fue por eso por lo que te pidió que lo eximieras de ser su custodio y le dieras un puesto alejado de ella? ¿No fue por eso por lo que le pediste a Vianney que lo nombrara gobernador de Merkovia?

—Sí, pero después de un año en Merkovia, los dos se reconciliaron.

—¿Y accediste a su pedido? ¿Los enviaste a otro mundo?

—Sí.

—¿Los trajiste aquí, a Ingra?

—Sí.

—¿Por qué?

—No lo puedo explicar exactamente. Creo que solo me dejé guiar por el instinto. Tal vez pensé… no sé… creo que pensé que si Marga hubiese estado cuando pasó lo de Calpar… ella habría podido ver lo que iba a pasar, habría podido… —Lug dejó la frase sin terminar.

—¿Trajiste a Marga a Ingra para que desviara las líneas de tiempo? —arrugó el entrecejo Liam—. ¡Es una locura!

—No, no quería… no… —balbuceó Lug, tratando de justificarse.

—¿Qué pasó después? ¿Más desastres?

—No, por el contrario. Cormac y Marga se radicaron en Istruna. Vivieron una vida sin incidentes. Cormac consiguió trabajo como bibliotecario en la Universidad de Cambria, ya sabes cómo le gustan los libros. Llevaban una vida simple, ordinaria y sin sobresaltos, sin interferir en el destino de Ingra de ninguna manera, hasta que un día… —Lug se detuvo un momento.

—¿Un día qué? —lo conminó Liam a continuar.

—Supongo que tarde o temprano iba a pasar —suspiró Lug—. Marga tuvo una de sus visiones, una que no podía ignorar. De un día para el otro, abandonó a Cormac sin explicación alguna, viajó hasta Marakar, sedujo a Ariosto y se casó con él.

—¿Por qué?

—Estaba embarazada de Cormac y le hizo creer a Ariosto que era su hija. Según su visión, era necesario que la niña fuera una princesa legítima.

—¿Sabrina es hija de Marga y Cormac? —preguntó Liam, azorado.

—Sí, por eso es mi hermana —respondió Lug.

—Sabrina me dijo que su madre había muerto.

—Murió durante el parto, sí.

—¿Y Cormac?

—Cormac no sabía nada de lo que estaba pasando, no supo que Sabrina era su hija hasta cinco años después. Entonces, se las arregló para conseguir un puesto como bibliotecario en Marakar para estar cerca de ella.

—Un momento —lo frenó Liam—. ¿Bernard es Cormac?

—Sí —confirmó Lug.

—Sabía que lo había visto en alguna parte antes —musitó Liam—. ¿Por qué me llevaste con él? ¿Por qué querías que él me conociera?

—Bueno… creí que era apropiado que conociera a su futuro yerno.

—¿Ustedes también arreglaron eso? ¿Hicieron que me enamorara de Sabrina? —cuestionó Liam, enojado.

—Todo lo que hicimos fue propiciar tu encuentro con ella, Liam. Lo demás lo hicieron ustedes por su cuenta. No lo arreglamos, solo supimos que así pasaría —aclaró Lug.

—¡Me usaste como a una marioneta! —le escupió Liam.

—Lo que sientes por Sabrina es real, Liam. Y ella también siente lo mismo por ti. Ni yo ni nadie puede cambiar eso.

—Los demás también me usaron, sabían todo esto de antemano —reflexionó Liam.

—Sabían solo partes del plan —rectificó Lug—, no todo. Ni siquiera yo sé todo. Era necesario que cada uno supiera solo su rol para no desviar las cosas.

—¿De quién es este plan? ¿Quién lo creó?

—En principio, Marga, pero en su ausencia, el que lo está dirigiendo es Cormac.

—¿Cuál es el objetivo final de todo esto? —quiso saber Liam.

—Sabrina es hija de dos Antiguos del Círculo. ¿Entiendes lo que eso significa?

—¿Qué está jodida como tú? —le espetó Liam con sarcasmo.

—Que guarda dentro suyo un poder extraordinario —dijo Lug—, un poder peligroso.

—¿Por eso se la llevó Dana? ¿A dónde la enviaste exactamente? ¿La enterraste viva como querías hacer con Lyanna?

—No, no, nada de eso —meneó la cabeza Lug—. Sabrina está destinada a ser la Reina de Obsidiana, la reina de todo Ingra. Ella traerá la unión de este mundo, por eso necesitaba ser una princesa. Es lo que Marga vio. El problema es que no puede aprender a controlar su poder aquí en Ingra, necesita estar en un lugar especial, donde pueda desarrollar sus habilidades sin hacerse daño a sí misma o a otros por accidente. El único lugar donde puede ser preparada para su importante rol es Arundel.

—¿Qué diablos es Arundel?

—Un santuario desfasado de Ingra, como Avalon en la Tierra, como Baikal, un lugar protegido. Dana llevó a Sabrina a Arundel por un portal en Caer Dunair, mientras tú distraías a Stefan, permitiéndoles escapar, permitiéndoles vivir. Tu sacrificio no fue en vano, Liam.




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