La reina del cementerio

Capitulo 9

Los dos policías en un segundo escanearon el vagón con las miradas y se detuvieron en los chicos.

Ricchi allí no más se levantó.

- Mierda, es por mí - dijo a Ela.

La chica se dio vuelta y miro a los policías.

Ricchi caminó a la salida opuesta de donde entraron los policías. Ela corrió atrás de él.

- ¡Deténganse! - gritó uno de los agentes.

Ricchi salió del vagón y empezó a correr. Ela tras él.

- ¿Adónde vas? – gritó el chico a ella.

- Voy contigo - gritó Ela.

Ricchi no tenía tiempo para discutir este tema ahora. Que lo sigue si quiere.

Así del vagón en vagón, aguantando el tambaleo del tren.

El próximo era vagón-restaurante.

Corriendo, Ricchi se fue al costado por el movimiento del tren y por el camino tiró unos platos y vasos de la mesa. Por la espalda de los chicos volaron gritos de la gente enojada.

Cada dos segundos Ricchi se daba vuelta para ver dónde están los perseguidores. Y donde está Ela. La chica no se despegaba de él. Parecía tener un buen entrenamiento. Pero igual, Ricchi no tenía que dejar que ella corra peligro por él. Ella no tenía nada que ver con los problemas de él con policía.

- No me sigas – otra vez dijo Ricchi sin dejar de correr.

- No. Voy contigo. Así me siento más tranquila.

“No debe tener emociones” – pensó Ricchi.

Pasaron dos vagones más dejando a los policías a distancia.

Ricchi corría adelante, Ela no se despegaba de él.

- ¿Por...que...te...persiguen? - pregunto Ela sin bajar el ritmo.

- Si te alcanzan pregúntales - contestó.

- ¡Eres un bastardo! - gritó  Ela enojada pero seguía corriendo.

Llegaron al último vagón. Hay que saltar en movimiento.

Ricchi se detuvo, miro atrás. Los policías aparecerán en cualquier momento

- Voy a saltar del tren – dijo el chico tratando de restablecer la respiracion. Ela lo miró firme.

- Yo también.

“Esa chica está loca. Puede morir." De repente se acordó que supuestamente ella ya murió una vez. Qué situación increíble.

Hace lo que quieres – dijo a ella.

Con un gesto apurado Ricchi abrió la puerta. Tormenta de aire le pegó en la cara.

Miró a la persecución. Los dos policías se detuvieron con las miradas asustadas, ojos bien grandes. Era inesperado para ellos. Pero seguían acercándose con cuidado.

"No queda otra, tengo que saltar."

Ahora Ela lo miraba asustada.

"No te vas a arriesgar" – pensó Ricchi de Ela.

- ¡Perdóname por todo, adiós! - le gritó él tratando lo escucha a pesar del ruido del tren y el viento.

Ricchi se tiró al abismo. La corriente de aire lo agarró y revoleó sobre la tierra. La caída parecía eterna.

Bum! - lo recibió la tierra.

- Ah!

"¡Costillas!" Un dolor fuertísimo le corto la respiración. Parecía que nunca en la vida se iba a reponer.

Por la inserción se dio unas vueltas en el pasto hasta que pudo detenerse. Así no más levantó la cabeza y miró al tren. Desde la puerta abierta se veían las caras de los policías. El tren los llevaba a su propio destino.

“Está bien. Los dos “poli” no van a saltar para atraparme. Capas que lo harían por un asesino".

Ricchi se sentó.

Primero que vio después del tren, era un pedazo de tela blanca en el pasto.  Unos metros más adelante estaba Ela. Sentada como sin nada.

Ricchi se levantó y tambaleando se acercó a la chica.

- Eres más loca que yo.

Ela sonrió.

 

Chicos, si les gusta el libro, los queria pedir si pueden dejar comentarios, esto me ayuda reflexionar sobre la historia. Para mi es importante su opinion. También pueden seguirme en esta pagina para recibir los avisos de los próximos capítulos. 

 

                          




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