Es uno de esos días donde mi trabajo es terrible. Estar en un bar cuidando a mi jefe y su hijo.
Estoy en la barra del VIP mirando a mi jefe hacer negocios y su hijo montado sobre la polla de un guardia. Llega un chico.
-¿Te puedo invitar un tragó?
Lo miro y es apuesto. Tiene un traje color azul oscuro, sin corbata y se ve bien. Se marca su espalda y su pecho. No dejó de mirar a mi jefe.
-Estoy esperando a una persona. Te lo agradezco.
Sus ojos son verdes de un color muy lindo, me sonríe.
-te acompaño mientras esperas. Me das una cerveza.
El barman le atiende y coloca una cerveza mexicana. Yo sigo con mi agua mineral disfrazada de Paloma. Me sorprende ver que toma su cerveza.
-¿por que tu mirada?
-pensé eras de whisky.
-Es solo mi uniforme. Tu ropa y tomar tequila en un bar de dudosa reputación, aparte de que me imagino la marca bajo tu cintura es un arma.
Le sonrió por qué traigo un arma en ese lugar. Tomó casi toda mi bebida.
-de qué departamento de narcóticos eres. Llamas mucho la atención. Mi jefe le llamó la atención, cree que eres un espía.
-vendo flores y entregue un ramo hace unos minutos, ahora espero a un chico de Tinder. Pero creo me va dejar plantada.
-¿Flores?
Tomó mi bolsa y sacó una tarjeta. Tengo una florería en una avenida muy importante. Acaricia mis dedos cuando se la doy. La mira y sonríe.
-¿Afrodita?
-es la diosa del amor.
-Es tu nombre linda.
No dejó de mirar a mi jefe, estaban varios chicos con la mercancía. Y un hombre vestido de traje con el dinero.
-no.
-soy Silvio López. Guardia de Seguridad de…
Suenan disparos y sale corriendo con el hombre que está con mi jefe. Este último solo me hace señas. Eso significa que es de nuestra gente. Miró a su hijo. Se está vistiendo. Un día ese chico va a tener problemas.
Pago mi cuenta y camino a la salida voy a preparar el auto, odio llevar tacones y vestidos. Salgo del lugar y entré al auto de mi jefe. Franco llega con Liam.
-Resguarda al príncipe voy por el jefe.
-Bien.
Lo veo caminar y Liam solo sonríe.
-Me encanta…
-ya lo sé pero piensa que cuando lo descubra tu padre le pondrá una bala en la frente.
-No se lo voy a permitir. Quiere que sea su sucesor me tiene que aceptar como soy.
Veo salir a Silvio con su jefe llevando la mercancía. Suben en una camioneta todo terreno. Pasan algunos minutos y sale mi jefe. Se ve feliz. Franco le abre la puerta. El sube y Franco de copiloto.
-todo salió bien, mi querida llévame a casa. ¿Y usted joven?
Miro por el retrovisor y veo sus ojos.
-andaba por ahí.
-eso me quedó claro quiero que aprendas a dirigir la familia. Tu hermana confía en ti. Tienes que hacer perdurar el apellido.
-papa. Alguna vez has pensado que yo no quiero…
-dime que no quieres pero di la verdad.
Se pone rojo y mira por la ventana, no se que le esconde a su padre el sabe que anda con alguien de la seguridad. Y resulta que soy la única mujer.
-papá me gustan los hombres.
Demonios se lo dijo. Me concentré en manejar. No quiero que mi jefe nos mate.
-Me estas diciendo que… por la Virgen de la Concepción… tu mi hijo… mi… Mila detén el auto.
Me estacionó creo que lo va golpear.
-baja del auto por favor Liam. Te quiero fuera ya.
Le grita y maldice. Lo veo que no sabe cómo manejar el problema. Abre la puerta y cuando va bajar se detienen.
-yo te amo papa sin importar que seas un mafioso. Que tus manos tienen sangre, solo amo al ser humano. Yo amo a un hombre y tal vez… nada.
Se baja, cierra la puerta.
-Vámonos Mila.
-Sí señor… pero no creo sea prudente dejar al joven, sabe que está difícil la situación.
-Mila lo prefiero muerto.
Miro a Franco y escribe algo en su celular. Aprovechando el alto le muestro una dirección. Para que le diga a Liam se traslade a esa.
-señor…
-maldita sea qué hice mal… es bueno con las armas…
-es un gran guerrero. Pero sus gustos son…
-no digas eso es un mal… .
Franco llora y se ve rojo. Llegamos al portón de la casa.
-Necesito pensar, Franco baja el dinero.
Cuando veo que camina Franco, comienzo a movilizarse. Pasan unos minutos.
-Llevame con Marieta por favor.