34. Los niños

Camino con una pequeña contracción y me preocupa, ¿cuánto tiempo tengo? para no dañar a mis bebés.

Solo pongo mi mente en los disparos para poder salir de la casa, es un escuadrón negro. Pero tiene más gente.

-mi señora ya están listos los vehículos.

-anda Luigi tenemos que sacarla de aquí.

-si señor José.

Vamos disparando cuando llegamos al garaje. Respiro el dolor en mi cadera es fuerte veo a muchos y me resguardo un poco atrás de un muro. Los disparos van y vienen. Debe de estar loco mi hermano si pretende salir bien de Italia.

-mi señora sube a la camioneta.

-No puedo dejarlos. Vamos a salir todos.

-mila sube, nosotros los distraemos.

-Nunca José somos un equipo.

Les disparo y veo como caen. Mi mente la colocó en matar y salir viva. Aisló el dolor. José me lanza más cargadores y cuando la siguiente contracción me duele más veo una camioneta entrar.

-es mi jefe.

Seguimos matando personas. Camino y me resguardo tras de muros pero mató a cuanto hombre de mi hermano se colocó. Llegó a una zona donde se puede respirar, para calmar mi mente, dejó que mi cadera se relaje un poco esta contracción fue más fuerte. Siento un arma en mi cabeza.

-no te muevas.

Es un hombre muy parecido a mi suegro es su hermano Leonardo.

-Así que tu eres mi hermana, la dueña de Dante.

-No tengo hermanos más que el infeliz que está allá.

-Veamos si Saturnino puede con esto.

Apunta a mi vientre y veo a mi demonio.

-baja el arma tío. Sabes que esto…

-esto que infeliz bastardo. Nada es tuyo todo es mío. Mi padre va pagar darte el mando. A ti que ni tu sangre es nuestra.

Me preocupa cuando corta el arma, mis bebés se mueven. Lo golpeo con mi cabeza y mi demonio le dispara cuando ya no soy su escudo. Levanto mi arma y remató al sujeto y defiendo a mi demonio él camina a mi encuentro. Siento mi cadera abierta.

-sube a la camioneta

-tenemos que salir todos. Luigi José.

-sube ya

Miró a su dirección y se ve preocupado, intentó caminar y no pudo.

-Me duele mucho la cadera y no puedo caminar.

El me mira y ve el suelo. Dispara algunas veces y me da las armas. Me toma en sus brazos y me lleva a una camioneta.

-Linda tengo que observar tu trabajo de parto.

Me acomodo en el asiento de la camioneta y él revisa entre mis piernas.

-mi amor nuestro hijo.

Entró en pánico y estoy entrando en una contracción.

-respira pero no pujes.

-Es fuerte el dolor.

-Me lo imagino linda, es como si entraran cuatro mini demonios.

El dolor es fuerte y él toma una manta que está en el sillón la rasga y con una toma al primer pequeño que tenemos. Llorar mi bebé.

-respira ya está el primero

Me da un pequeño beso.

-te amo

-También te amo. Felicidades papá.

Me sonrie pero atrás veo un agente negro levanto el arma y lo mató José esta a sus espaldas.

-Mis señores váyanse.

Veo como una bala golpea a José y miro a un tipo con mi hermano. En silla de ruedas.

-Hola huerfanita. Sólo están ustedes. Señor Porcello que mal gusto tiene.

El bebé lo deja en el suelo de la camioneta. Se da la vuelta y nos cubre con su cuerpo. Tengo otra contracción. Veo llegar dos tipos de seguridad que hacen señas.

-hermanita te vas a morir junto con tu engendro. Tu Porcello perderás todo el poder por esa huérfana y será de Leonardo.

-cual Leonardo hermano el que está muerto a dos pasos tuyos.

Veo como busca con su mirada y aprovechó para dispararle lo dejó herido y al otro sujeto lo baja Luigi. Tengo otra contracción.

-tenias que matarme infeliz huérfana.

Me concentré en el dolor y salió el bebé. Miro a mi demonio el bebé llora.

-quiero matarlo por favor.

Todos van saliendo. Veo que tienen a José.

-demonio quiero este bien jose. Te amo.

-linda tenemos que ir al hospital para que te limpien y vean a nuestros hijos.

-si pero lo quiero matar.

-amor ahora no en unas horas.

Veo como se mueve en la silla y tomó mi arma le disparó en la cabeza. No quiero lastimar a nadie más.

-vamos ya.

Coloco a mis pequeños sobre mi y siento algo que nunca había sentido. Son hermosos.