La Reina Del Mafioso

Capitulo 76

 

Canciones:

Ariana Grande - 7 Rings

 

 - Creo que mis pies explotaran.- Le dije a Ema cuando por fin volvía a su lado luego de saludar a los invitados de la fiesta junto a Enzo y Arabela.

  Ella me tendió la cuarta copa de la noche y inmediatamente deje que el liquido se deslizara por mi garganta la cual ya no sentía nada de nada.

 - Yo creo que hoy matare a unas zorras.- Hablo con odio y con la mandíbula tensa. Tomo un sorbo del liquido transparente de su copa mientras miraba fijamente algo a lo lejos. Seguí la dirección en donde miraba con mis ojos y encontré a Antoni hablando alegremente con unas chicas llenas de joyas y cirugías.- Pero luego me moriré del aburrimiento.- Sus palabras me hicieron dejar de observar a Antoni con los cejas fruncidas para verla.

 - Si se te ocurre algo te acompañare hasta el final.- Dije y termine mi copa.

  Ema sonrió y me observo con aquel brillo en sus ojos que conocía a la perfección.

 - ¿Quieres que demos una vuelta?- La mire con una ceja elevado completamente intrigada por su propuesta.- Tomaremos prestado uno de los autos y volveremos antes de que se den cuenta.- Finalizo su plan tomando de golpe la mitad de la copa que le quedaba y luego la dejo en la mesa que se encontraba detrás de nosotras.- Sígueme el juego.- Ella tomo mi mano y caminamos al grupo en donde habían  aparecido los primos con las chicas lujosas.

  Si, me molestaba que Enzo les hable o que ellas le coqueteen pero confió en el y en el amor que tiene por mi.

  Nos acercamos al grupo y llamamos la atención de estos cuando tomamos los brazos de Elio y nos reímos al mismo tiempo.

 - ¿Que sucede?- Nos pregunto Calisto totalmente intrigado.

 - Cosas de chicas.- Contesto Ema con una sonrisa.

 - Aunque se lo expliquemos nunca lo entenderán porque son hombres.- Dije revoleando los ojos para que ellos sepan que nos molestaría mucho si siguen insistiendo.

 - Oye, Mana.- Ema hablo y supe por su voz que algo se traía entre manos.

 - Si, Em.- Le conteste inclinándome un poco hacia delante para ver sus ojos.

 - Acompáñame al baño, necesito alejarme un poco de este ambiente, creo que me contagiare.

 - ¿De que te contagiaras?- Pregunto una de las chicas.

 - Del egoísmo y la puteria.- Dijo Ema con una sonrisa cálida en sus labios.- Y en esta grupo hay muchos germenes de puteria.

  Las chicas inhalaron aire al mismo tiempo para empezar a insultarnos como las personas de su clase lo hacen con elegancia y menospreciando tu apariencia y demás. Pero antes de que dijeran algo Ema giro sobre sus pies y sacudió su melena, yo la imite y luego la tome del brazo para irnos de la habitación meneando las caderas.

  Cuando ya nadie nos vio ella me guió por un pasillo que estaba en el final de la escalera del lado derecho. Caminamos en la oscuridad del pasillo pero gracias a las luces exteriores pude ver como era el piso. Pasamos muchas puertas y dimos un par de giros hasta que por fin llegamos a una puerta en la que se detuvo y la cruzamos. Apenas pusimos un pie dentro de la habitación cuando esta por si sola prendió las luces y pude ver como era el garaje de la casa. Los pisos eran de cerámico blanco el cual relucía a pesar de su uso. Ema fue en dirección a un auto de color azul y saco un mando de su escote.

 - Tiene muchos autos.- Comente mientras caminaba lentamente frente a los autos que estaban estacionados igual que en estacionamiento de un centro comercial.

 - Los hermanos aman los autos más que a su madre.- Dijo mientras abría la puerta del conductor del auto azul.- Es hora de irnos.- Se metió al auto.

  Deje de observar los autos y me subí en donde estaba Ema. Cerre la puerta y ella prendió el motor mientras la puerta levadiza del garaje se abría silenciosamente y con lentitud. Me abroche el cinturón y ella me imito.

 - ¿Sabes conducir?- Le pregunte mientras observaba el interior del auto. Definitivamente era el auto de un hombre por su olor y por el bolso de deportes que estaba en el piso de mi lado.

 - Aprendí a los dieciséis.- Contesto mientras colocaba la marcha correcta para poder salir.

  Suspire y me sostuve de lo que encontré. Ema toco un botón y luego lo tiro al suelo del auto para luego salir rechinando ruedas del garaje. Grite por la velocidad que habíamos tomado y Ema se reía. Los matones que cuidaban la casa corrieron despavoridos tratando de detenernos, el portón de la entrada se comenzaba cerrar y Ema acelero aun más para poder salir a la calle. El portón rayo la pintura del auto pero pudimos salir antes de que no nos dejara salir del todo. Por la música que sonaba violentamente no pude escuchar el desastre que dejábamos atrás.

  El auto esquivaba a todo lo que se le cruzaba, nos estábamos divirtiendo a lo grande cuando vi unas enorme camionetas negras por el retrovisor derecho del auto.

 - Mierda, nos encontraron los matones.- Hable molesta porque aquellos matones nos quieren arruinaran nuestra diversión.

 - Tranquila, si los pude perder varias veces una vez más no hará daño.- Ema aumento la velocidad y salio de la calle principal para ir por otras residenciales. Dio varios volantazos esquivando a algunas camionetas que se nos ponían en mitad del camino tratando de que nos detuviéramos. Se metió por callejones y luego de unas vueltas más pudimos perderlos gracias a que los engañábamos cambiando nuestra dirección con brusquedad.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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