El domingo me la pase estudiando, preparando mi curriculum, ensayando para la entrevista y trabaje en la cafetería por la tarde ya que Bruce tuvo un accidente con su bicicleta por lo cual se tomara dos días libres por los golpes.
Tengo que conseguir ese trabajo, aunque no se mucho de lo que va.
El despertador sonó a las siete, me levante y me di un corto pero lleno de espuma con olor a frutos rojos baño, decidí antes de cambiarme desayunar por el mido de que la ropa se ensucie, ya me había pasado en la primera entrevista de trabajo que tuve en la preparatoria, la cual fue exitosa a pesar de la camisa de hombre que llevaba, creo que nunca nadie se dio cuanta que era de hombre excepto por John, un chico de catorce años que en ese momento tenia el mismo talle de remera que yo usaba.
Tome con algo de rapidez mi desayuno, un café con unas galletas que me dio ayer mi jefa de la cafetería antes de venir a casa. Deje la taza vacía en la bacha y me dirigí a mi armario compacto, saque la ropa nueva la cual esta doblada, les saque sus etiquetas con el nombre de la marca que elaboro la prenda, camino por la sala y la cocina mientras paso las mangas de la camisa por mis brazos, me miro en el espejo del baño desde el umbral para poder apreciar bien mi cuerpo fundado en tela, tuve mucha suerte que la camisa sea de una tela muy gruesa dejando atrás la transparencia porque si no se vería mi sostén blanco, algunas mujeres las prendas algo transparentes, más las que cubren el tozo porque le da un toque provocativo a los senos, a pesar de que el corpiño sea del mismo color que la prenda, abrocho los botones y rozo mi piel con los dedos cálidos, acomodo el cuello de la camisa, tomo una liga de la mesada de la cocina, la coloco en mi muñeca derecha y con mi mano comienzo a peinar mi cabello largo hacia atrás, con mi mano sostengo mi cabello encima de mi cabeza y con la ayuda de mi otra mano comienzo a colocar la liga al rededor del pelo, separo mi cabello recogido en dos y lo estiro para que quede muy tirante a pesar que duela.
Me miro nuevamente en el espejo y tuerzo mi labio, desabotono el botón de mi jeans nuevos, lo bajo un poco dejando ver mis bragas negras, aliso la camisa para que cubra la tela de mi ropa interior y abotono el botón encima de la camisa dejándola dentro de mi pantalones. Ahora si.
Me doy media vuelta y me siento en sofá para colocarme mis zapatillas nuevas, compruebo que me las aya puesto bien y le hago un doble moño para que no se desaten en todo el día, voy hacia el armario y rebusco entre las perchas, tomo el abrigo que me puse el sábado y un suéter rosado, me coloco el abrigo y doblo el suéter para luego colocarlo dentro de mi mochila, tomo las llave del departamento con un tintineo, lo coloco en el bolsillo con botón de metal dorado de mi abrigo, subo el cierre de mi abrigo y me coloco la mochila marrón sobre mis hombros.
Camino hasta la puerta y tomo la manija de la puerta, abro el pedazo de madera para poder salir al pasillo.
Mi celular.
Regreso al interior de mi departamento, tomo el celular que esta en la mesa de café con su funda amarilla con lunares resaltando en una esquina del objeto, con rapidez cierro la puerta con seguro y camino hacia el ascensor.
La profesora Mcclaren me dijo que ella me colocaría la asistencia en la primera clase, la cual me la da su hermana, pero si el otro día hacia una exposición oral en la oficina de la profesora de "Medicina Familiar" sobre lo que hablaron en la clase de hoy, lo cual tengo solucionado, una de mis compañeras me dejara los apuntes de esa clase cuando llegue a la universidad, estar en un grupo con mis compañeros de la universidad en mi celular tiene sus ventajas, ademas de que ella había faltado a dos clases por problemas personales y me pidió los apuntes, ahora es ella la que me los presta en una forma de agradecerme lo "de la otra vez".
Esta vez hago una excepción y tomo un taxi para llegar a tiempo a la empresa y sin rastros de haber corrido mas de veinte cuadras.
Pago el servicio de taxi con una sonrisa y unos papeles verdes, salgo del vehículo y camino hasta la acera, miro la hora en mi celular y solo faltan 15 minutos para que comience a entrevistar personas.
Con un suspiro entro al lugar en el cual no paran de entrar hombres con trajes y mujeres con vestimenta mas formal y delicada que la mía, un hombre sostiene la puerta para que yo pueda pasar y se lo agradezco con un sonrisa junto con palabras, observo el lugar impresionada por la arquitectura, en medio del lobi hay una fuente de agua y en medio de ella están el nombre de la empresa tallado en cristal rojo, muy parecido a un rubí, camino hasta donde se encuentran una mujer y dos hombres detrás de un mostrador, hablo brevemente con ellos y con amabilidad me piden mi curriculum y me indican a donde ir, tomo el ascensor y subo hasta el piso de conferencias, el cuadrado de metal y mármol se detiene en el piso 34 y me bajo encontrándome una pared con piedras rojas dándole un estilo gótico, un cartel de vidrio con letras negras que forman la palabra "Conferencias" y detrás del rectángulo de vidrio hay una luz cálida haciéndolo ver moderno, doblo a la derecha como me indico uno de los hombres y me encuentro varias personas obligándome a transportarme en el ultimo momento que me vi en el espejo, al lado de ellos se reflejaba la realidad, mi estado económico no es muy bueno que digamos, respiro silenciosamente y camino hasta una silla algunas miradas caen en mi pero las evito, tomo asiento en una silla moderna con cuero negro y metal cromado frió, dejo mi mochila a mis pies y repaso mentalmente lo que practique esta mañana, una puerta se abre a lo lejos y un hombre sale tan elegante como los demás y se va directo al ascensor sin ver a su alrededor, unos tacones se escuchan repiquetea contra el cerámico blanco y una mujer de piernas largas, cabello castaño, manicura perfecta, ropa cara y un cuerpo de muerte aparece en el pasillo de donde salio el hombre.
Editado: 06.07.2021