Deje de mirara el celular horrorizada por lo que veía y mis ojos automáticamente fueron hacia la imagen colgada en la tabla.
El novio de Ryan y Lola besándose en un especie de bar.
El ruido de los gemidos que salían de los parlantes del celular me rodeaban igual que las risas y comentarios.
- Martina.- La voz de un hombre me hace buscarlo entre la multitud.
Un brazo se mueve y veo el rostro del dueño de esa extremidad.
Camino hacia fuera de la multitud con algo de dificultad ya que todavía había gente que intentaba ver la imagen.
Marcus me sonriso de lado.
- Hola preciosa.- Dijo coqueto.
Puse los ojos en blanco.
- Solo me llamas así cuando necesitas un favor, Marcus Bartolomeo.- Comencé a caminar hacia mi clase.
- Hey, no siempre necesito un favor tuyo.- Dijo ofendido mientras caminaba a mi lado.
Lo mire con burla y una ceja levantada.
- Bueno, tu ganas.- Se rindió.- ¿Que les gusta a las mujeres?- Lo mire.
- Creo que soy la menos indicada para que le preguntes algo como eso.- Le conteste mientras borraba aquel vídeo de mi celular.
Era asqueroso y pornográfico.
- Pero eres una mujer.- Dijo obviando la realidad.
- Si, pero nunca tuve una relación de ese tipo.- El gruño como respuesta.
- Oh, vamos.- Me intercepto colocándose frente de mi camino.- Alguna idea se te puede ocurrir, tienes mente de mujer.- Tomo mi cabeza entre sus manos y la sacudió de un lado a otro.
Golpe sus manos y el las retrajo como si lo hubiera quemado y hizo una mueca de dolor y enfado. Es un maldito bufón este chico.
- Lo pensare, pero ahora déjame ir a mi clase, y no perderé las teorías por culpa de tus conquistas.- El sonrió.
Lo rodee y seguí mi camino.
- Gracias, preciosa.- Coloque los ojos en blanco.
Había conocido a Marcus cuando me busco para que lo ayudara a estudiar con una materia y por su insoportable insistencia había aceptado. En esas clases descubrí lo divertido que era y nunca tenia un lado negativo de algo, pero ademas de eso era un mujeriego de esos que eran tan buena onda que deseabas que estuviera contigo. Y sin darme cuenta nos volvimos amigos. Pero lo feo de nuestra amistad era que las chicas de mi clase me preguntaban por el la mayoría del tiempo, en parte lo entiendo por que es guapo pero tampoco tanto, solo es un jugador de fútbol americano más.
Mire la galería de fotos de mi celular con duda. Creo que seria buena idea borrar esa fotografía que le saque al novio de Ryan y a Lola fuera de la sala de cine.
Pero había una pregunta en mi cabeza, ¿Desde cuando es Bisexual?, ese chico había cantado a los cuatros vientos que era completamente gay. En fin, ese no era mi problema. Mi problema ahora es que algunos de mis compañeros me miraban raro y creo saber porque. Las malditas foto de esa noche que se encontraba en todos lados, aunque esa no era la que mas llamaba la atención ahora. El vídeo de esas personas teniendo relaciones sexuales salvajemente estaba en todos los celulares y era el "boom" del momento.
El salón de clases estaba lleno de murmullos indiscretos. Tome asiento en la segunda fila de bancos. Todo el mundo dejo de hacer ruido. Mire hacia donde todos miraban y me encontré con el rubio mimado. Ryan caminaba como una diva, parecía modelo con aquellas prendas y su andar tan peculiar. Todos sabias que si nos reíamos de lo sucedido en su cara algo malo podría llegas a pasar, su familia era pesada y eso lo sabíamos por su apellido y anécdotas que contaban los chismosos de la universidad.
Muy tranquilamente se sentó en la primera fila de bancos, casi delante mio, y comenzó a sacar sus cosas con gracia y superioridad. Típico de Ryan.
El salón comenzó a llenarse y el profesor llego ejerciendo orden con su presencia el cual se le fue dado a penas tuvo un pie dentro de la habitacion.
Hoy era el primer día que trabajaría sola, es decir, Abigail ya no estaría trabajando como secretaria personal.
La campana del local hizo ruido cuando abrí la puerta y la voz de una mujer capto mi atención.
- ¿Viene a buscar el lindo vestido y las zapatillas?- Pregunto la chica que estaba sentada delante la computadora con una sonrisa.
- Si.- Ella se paro de su silla.
- Ahora te los traigo.- Hablo antes de desaparecer por una puerta blanca.
Mire la hora en mi celular. Todavía tenia tiempo para llegar puntual a trabajar.
La chica salio detrás de la puerta con una bolsa que cubría el vestido y otra que guardaba dentro los zapatos.
Tome las cosas y me fui en búsqueda de un taxi ya que no quería estropear las cosas con mi caminata de siempre.
Coloque la clave de la puerta y esta se abrió con un leve pitido, la empuje y en un segundo estaba dentro del pasillo donde estaba mi escritorio. Deje estirado el vestido sobre la silla que era de Abigail y los zapatos junto con mi mochila sobre un estante inferior del mueble. Busque la libreta en uno de mis cajones y revise los horarios de Enzo. Estaba en una junta en la "sala vip" de conferencias del edificio. Cerre la libreta y pretendía dejarla junto a la computadora pero un artefacto me llamo la atención. La teblet monstruosa estaba sobre mi escritorio con un pos-it en su pantalla, "Úsala" decía en azul.
Editado: 06.07.2021