La Reina Del Mafioso

Capitulo 30

  El ruido molesto de mi despertador me hizo removerme con molestia entre las mantas que cubrían mi cuerpo sobre la cama. Gemí por la molestia que causaba ese molesto ruido en mis tímpanos. Me senté en la cama llevándome las mantas conmigo para no hacer contacto con el aire frió que había en el departamento ya que por la noche apague la calefacción de los radiadores porque me moría de calor. Tome mi celular entre las manos y desactive todas las alarmas. Eran las siete y el único recuerdo que tenia en mi mente en ese momento era el de Enzo diciéndome que el se iría a Italia por la madrugada del jueves. Hoy era jueves y ya era de mañana. Mire la ventana del entre techo que usaba como "habitacion" y observe la apariencia fría del cielo. Mi mano dejo el celular sobre la suave almohada y lentamente toque el cristal. El frió de este me hizo estremecerme y retirar la mano de el. Largue un suspiro.

  Creo que estas dos semanas serán completamente aburridas.

  Me levanto de la cama y abandono las mantas sobre ellas. Bajo lentamente las escaleras y noto algo extraño en mi cuerpo. Me siento agotada y con mucho frió. Llevo la palma de mi mano a mi frente para sentir mi temperatura. Esta caliente pero no tanto. Voy hacia el baño en búsqueda del termómetro y me siento sobre la tapa del inodoro para luego colocar debajo de mi axila el artefacto blanco digital.

  Si tengo fiebre no me quedare en casa. Tengo que asistir a clases y al trabajo ya que la partida de Enzo no significa que no trabajare hasta su regreso, sino que seré la secretaria personal de Ronaldo pero el día de navidad y el de año nuevo no tendré que trabajar.

  El molesto ruido del objeto medico el cual tomaba la temperatura corporal me hizo dejar de ver cada cosa que había en el baño. Retire el objeto y mire su pequeña pantalla. Gruñí por el numero que había en la pantalla y deje el artefacto sobre el lava manos.

  Tenia fiebre pero no era algo exagerado.

  Abrí las canillas para que el agua tibia cayera como la lluvia y me despoje de todas las telas que cubrían mi cuerpo para luego meterme a la ducha.

  El aire frió y molesto hizo que las copas de los desnudos arboles de la vereda se comenzaran a mover con violencia y los copos de nieve chocaran contra la gente que caminaba totalmente abrigada. Yo estaba igual que ellos pero con mas capas ya que por el presunto resfriado el frió para mi era más intenso. Saque un pañuelo descartable de su bolsa rectangular y quite los mocos que se asomaban por mis fosas nasales. Fruncí el ceño al ver su color a través del papel blanco suave. Tire el pañuelo en un cesto y seguí con mi camino.

  Entro a una farmacia que esta de camino a la universidad para comprar medicamentos para este resfriado que me ataco desprevenida. Estudiar medicina y ser propensa a los resfriados desde que soy pequeña me ha dado a saber que tipo de medicamentos debo de tomar por los síntomas que padezco ahora.

  Todo estaba bien. En verdad todo estaba bien. Hasta que sentía algo sobre mi y había decidido buscar ese algo ya que nada físico estaba encima mio. Pero no encontré nada, solo había personas y autos. Uno de ellos me llamo la atención. Una camioneta negra estaba estacionada a unos tres autos de donde yo estaba y cuando mis ojos trataron de ver quien conducía, el vehículo salio del espacio donde estaba con un chirrido de ruedas para luego avanzar con rapidez por la calle.

  ¿Que mierda fue eso?

  Me quede shockeada mientras veía como la camioneta giraba en una esquina del lado izquierdo haciendo que algunos vehículos frenaran de golpe o lo esquivaran con volantazos. Comencé a ver a mi alrededor para luego caer en cuenta que no tenia mucho tiempo para llegar a la universidad antes de que comience mi primera clase del día, ademas que el frió empeoraba a cada rato mi resfriado.

 

 - Tu rostro esta horrible, preciosa.- La voz de Marcus no detuvo mi lento y decaído andar.

 - Y el tuyo es peor pero nunca te lo reprocho.- La luz del pasillo me resultaba insoportable y la calefacción del edificio me parecía insuficiente siendo que otros días me moría de calor con las capas de ropa que siempre portaba.

 - Es que tu no tienes buen gusto con lo hombres, preciosa.- Lo mire con una ceja elevada.

 - ¿De que hablas?- La noticia de que "el sexy magnate" fue a una fiesta lujosa con su "misteriosa secretaria" había pasado hace un tiempo pero las fotos de esa noche nunca desaparecerán a pesar de que la gente las aya olvidado.

 - Si dices que esto.- Paso sus manos por su cuerpo sin tocarlo.- Es horrible. Si que tienes mal gusto.- Revolee los ojos y seguí caminando.

 - Solo no me gustan los típicos "estereotipos de hombres" que les gusta a la mayoría de las chicas.- Una chica paso por mi lado y la salude ya que compartimos una misma clase. Ella me devolvió el saludo.

 - ¿Quieres venir a una fiesta el viernes? Los de mi fraternidad quieren que vallas.- El esquivo a un chico algo apurado y le tiro una maldición a un grito.

 - No gracias, trabajo hasta tarde y tengo que estudiar.- No me interesa ir a una fiesta.

  Tal vez mi desinterés se debe a que nunca fui a ellas a pesar de ser invitada repetidas veces por Milo, pero luego de su muerta nadie en la preparatoria me invitaba a sus fiestas las cuales organizaban cuando sus padres estaban fuera de la ciudad o del país.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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