La Reina Del Mafioso

Capitulo 34

  Di un golpe contra el escritorio obscuro de madera sin lograr que nadie se asuste. Había mucho ruido para que alguien se diera cuenta.

 - ¡TIENE QUE SOLUCIONAR ESTO, SON LA MALDITA POLICÍA!- Le grite al hombre que estaba sentado enfrente mi detrás del escritorio con uniforme de policía.

 - Señorita, ya le he explicado como...- Hablaba tan lento que me hacia alterar.

  Yo siempre he sido una chica tranquila pero en esta situación había salido volando el corcho de mi botella de la "tranquilidad".

 - Por dios.- Pase mis manos por mi cabello. Estaba muy alterada.- Hay malditas cámaras de transito por todo el centro de esta cuidad, solo tiene que fijarse en ellas.- La adrenalina seguía en mi sistema.- ¡ME APUNTARON CON UN ARMA Y ME ATACARON!- El rostro del hombre cambio a una molesto.

 - Mira niña, tenemos muchos problemas como para lidiar con el tuyo ahora, así que deja tus datos y nosotros te contactaremos si sabemos algo.- Me señalo son una mano.- ¿De acuerdo?

  Tome el papel que me extendió y comencé a llenarlo con todos mis datos. Deje el lapicero con furia sobre el escritorio de madera y cuando me iba escuche al hombre decir algo que me hizo revolver todo el estomago.

 - Por lo menos agradece que no te violara.- Hablo bajo.

  Maldito cerdo.

  Salí de la comisaria y cuando vi mi alrededor el miedo que antes había experimentado llego nuevamente. No podía llamar a nadie porque me había robado el celular y menos podía tomar un taxi ya que también se llevaron mi billetera. Pero lo único que no se llevaron fueron los regalos. Según el cerdo de policía que me atendió dijo que lo que ellos o ellas planean robar son los celulares y dinero. Solo eso. No les interesa otras cosas. Ahora me toca volver a casa recién salida del horno de "los asaltos" y con mucho frió. Este frió no le viene de maravilla a mi resfriado.

  Corrí por todo el lobby escuchando los saludos de las cuatro personas que atienden a la gente que necesita ayuda o demás cosas. Los salude rápidamente con mi mano.

  Hoy comenzaba a trabajar temprano en la empresa y estaba llegando algo tarde ya que los nervios por el asalto de anoche no me dejaron descansar con tranquilidad. Por suerte la tablet de Enzo me sirvió como despertador.

 - Martina.- Me detuve en seco antes de llegar al ascensor al escuchar la voz de Ronaldo.

  Gire sobre mis pies y me lo encontré cruzando el lobby con los chicos rodeándolo. Sus pasos se escuchaban por todo el lugar como si fueran los de un ejercito.

 - Si, señor Chester.- Lo nombre por su apellido.

 - Te llame a tu celular y no contestabas.- Se detuvo frente mio.

 - Bueno... tuve un altercado anoche.- Hable algo dudosa.

 - ¿Un altercado?¿Que tipo de altercado?- Las puertas del ascensor se abrieron.

  Nos metimos dentro del cubo metálico ocupando todo el espacio.

 - Un asalto.- Conteste a sus preguntas.

  Antes de que se cerraran las puerta una chica bajo del ascensor algo incomoda por aquellos temerosos hombres. Jonh coloco la clave para acceder directamente al piso superior sin interrupciones.

 - ¿Has ido a la policía?- Ahora el que pregunto fue Adan.

 - Si, pero no resolvieron nada y ese policía fue todo un cerdo conmigo.- Seguía molesta por lo de ayer.

  Me cruce de brazos.

 - ¿Que te dijo?- Ahora hablo Diego.

 - No lo diré, es asqueroso.- En verdad era asqueroso.

 - ¿Que tienes debajo del cabello?- Ronaldo trato de mirara el moretón que tenia oculto debajo de mi cabello.

 - Solo es un golpe.- Conteste.

  No quería hablar mucho del tema ya que podría aumentar la ira como el agua calentándose dentro de una tetera.

  Todos miraron de reojo a Ronaldo y yo solo mire las puertas en la espera de que se habrán las puertas. Quiero distraerme de todo lo sucedido con trabajo.

  Cuando el ascensor se detuvo todos nos bajamos y cruzamos la puerta de seguridad. Ronaldo entro a la oficina de Enzo, lo cual me pareció extraño, y yo me fui detrás del escritorio. Prendí la computadora y deje la mochila negra donde siempre dejaba mi antigua mochila la cual estaba bien guardad en el placar del departamento. Me quite la campera inflable y la deje en el respaldo de la silla para luego sentarme en ella. Abrí el primer cajón del escritorio y saque la monstruosa tablet. Tenia que tener la agenda digital a mano mientras revisaba los mensajes y atendía las llamadas que llegaban al celular. Pero no puede hacer mucho ya que el llamado de Ronaldo me hizo despegarme de la silla y caminar hacia la oficina de Enzo.

 - Si, señor Chester.- Asome mi cabeza para ver el interior de la habitacion.

  Era muy raro no ver a Enzo detrás de su escritorio.

 - Ven.- Movió su mano para indicarme que me acerque, lo cual hice.

  El se encontraba a un lado del escritorio.

 - Enzo quiere hablar contigo.- Señalo el monitor de la computadora que estaba sobre el escritorio.- Cuando termines avísame así podre apagar la computadora.- Y con eso Ronaldo salio de la habitacion dejándome algo confusa.

  Lentamente avance hasta rodear el escritorio y tomar asiento en la silla que siempre usaba Enzo. Mire la pantalla y me lo encontré vestido de traje. Su cabello estaba algo revuelto y su rostro no era para nada amigable.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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