La Reina Del Mafioso

Capitulo 39

  Enzo recorrió los metros que nos separaba con decisión mientras tres hombres que trabajaban para el se dirigían hacia el cadáver masculino que estaba tendido en el piso de mi cocina. El hombre de tinta tomo mi rostro entre sus manos y me obligo a despegar los ojos del hombre muerto. Estaba en sock.

 - Hey, hermosa.- Trato que sus ojos se conecten con los míos pero no podía lograrlo.- Mírame, Martina.- Asustada por la situación que nos rodeaba conecte nuestro ojos.- Esto nunca paso ¿Bien?- Su voz se volvió seria y calmada.

 - Pero...- No termine de decir lo que pensaba ya que mis labios parecían anestesiados como mi lengua.

  El me rodeo con sus brazos y mi mente dio un chispazo. Empuje su pecho con mis manos tratando de zafarme de su calor y sus fuertes brazos llenos de tinta.

 - Martina.- Parecía que estaba lastimado por la forma que dijo mi nombre pero el miedo y la ira se mezclaron para formar un tornado de rabia.

 - No.- Eleve un dedo mientras lo miraba apretando los dientes.- Eres un maldito mentiroso, Enzo.- Las lagrimas del enojo amenazaban con salir de mis ojos.

  El intento decir algo pero la voz de Adan lo interrumpir.

 - Señor, la policía esta seis cuadras.- Hablo mientras tenia su celular cerca de su oído.

  Enzo maldijo para luego torear ordenes.

 - Dile a Taylor que empeore el transito cerca de aquí.- Adan asintió y se alejo un poco para hablar por teléfono.- Quiero que esto parezca una pelea domestica en la cual parezca que este infeliz.- Señalo al cadáver.- Se suicido.- Me quede helada al verlo tan frió mientras hablaba.

  Daba miedo pero por alguna razón se veía tan bien haciendo eso. Trague saliva por culpa de mis pensamientos.

 - Hay que llevar a Hannah a un hospital.- Hable mientras caminaba hacia ella.

  Un tirón en mi brazo me detuvo y cuando mire mi muñeca descubrí el anillo de Enzo.

 - No, la dejaremos aquí como parte de la escena del crimen.- Hablo sin soltarme.

 - ¡NI LOCA DEJARE A HANNAH AQUÍ!- Intente zafarme de su mano pero no lo lograba por la diferencia de fuerza y altura que hay entre ambos.

 - Es la escena perfecta de un crimen el la que tu amiga saldrá sin ningún cargo.- Tiro nuevamente de mi brazo y me hizo girara para luego chocar contra su fuerte pecho.

 - ¡ME IMPORTA UNA MIERDA!- Trate nuevamente de alejarlo de mi pero no lo lograba.

  Parecía que intentaba mover una piedra que doblaba el peso de un elefante.

 - Martina, hay testigos que saben que hay una mujer en este lugar que estuvo en el asesinato de esta escoria.- Me quede quieta.

  Tenia razón, los testigos son muy importante en una investigación en donde se encontró un cadáver en un departamento hecho trisas el cual tenia indicios de pelea.

 - Thomas.- El hombre que estaba revisando el cadáver se paro y miro al hombre de tinta.- Toma mi arma y has que mis huellas se borren con las del cadáver para que en verdad parezca un auto disparo luego déjala en el suelo.- El chico asintió con la cabeza y tomo el arma que Enzo saco de su pantalón de vestir y que colgaba de una de sus dedos.

  Mire impresionada como Thomas se colocaba una guantes de látex negros.

 - ¿Donde están las llaves del departamento?- Me pregunto.

  Mire sus ojos y luego señale la mesa de café la cual había sido movida de su lugar habitual cuando el psicópata había corrido nuestro tope improvisado. Enzo dejo de rodearme con sus brazos y fue en búsqueda de las llaves. Cuando paso al lado de Adan este le tendió unos guantes iguales a los que tenia Thomas y se los coloco. Yo estaba quieta en donde el me había dejado observando sus movimientos. Rebusco en el suelo y tomo las llaves una vez que las encontró para luego caminar a la chica desmayada que ahora estaba costada en el piso en una posee no recta. El ruido del tintineo de las llaves se escucho por todo el lugar ya que los pasos que daban los hombres eran silenciosos. Enzo paso cada llave por las manos de Hannah concentrado a que solo queden sus huellas en ellas. Se levanto y camino hacia la puerta donde tiro las llaves legos.

  Creo que no es la primera vez que hacen algo de este estilo.

 - Señor, la policía esta a dos cuadras.- Informo nuevamente Adan.

 - Vamos, Martina.- Enzo tomo mi mano pero me zafe.

  El se volteo y me miro a los ojos sorprendido.

 - No iré a ningún lado con un mentiroso. Puedo esconderme sólita, gracias.- Cruce los brazos y camine hacia la puerta para largarme de mi departamento.

  En un abrir y cerrar de ojos mi mundo se puso al revés literalmente.

 - Enzo, bájame.- Chille mientras golpeaba con mis puños su espalda.

  No me hizo cazo a mi queja ni a los golpes que le daba a su cuerpo y camino como si nada rodeado de sus guarda espaldas. Me rendí con un suspiro y deje que mi cuerpo colgara en su hombro como algo sin vida. Observe todo desde un mundo que estaba dado vuelta. La sangre comenzó a llenar mi cabeza haciendo que me comience a marear.

 - No me siento bien.- Hable bajo.

  Enzo salio del ascensor y camino hasta la puerta de entrada donde uno de los hombres le abrió para que pudiera salir cargando conmigo como una bolsa de papas. De un movimiento hábil me cargo en sus brazos y se agacho un poco para dejarme en el asiento de cuero de su auto. Tire mi cabeza hacia atrás algo perdida por los mareos. El cerro la puerta y en un segundo ya estaba circulando por las calles.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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