La Reina Del Mafioso

Capitulo 50

Canciones:
NF- You´re Special.
Eminem and P!nk - Won´t Back Down. 


 Mi mano choco contra algo duro y cálido.

  Enzo estaba sobre mis labios devorándolos como si estuviera hambriento. El gimió contra mis labios cuando mi mano había chocado contra su trabajado abdomen el cual estaba descubierto ya que mientras caminábamos hacia la cama fui desabrochando de apoco los botones de su camisa la cual ahora colgaba de su espalda logrando tapar mi tozo cubierto por la remera de tirantes. Separo nuestros labios y comenzó a atacar mi cuello. Suspire cuando sentí el primer beso húmedo y cálido en mi cuello y apreté mis muslos al sentir que algo me molestaba en mis partes intimas.

 - Enzo.- Gemí mientras clavaba mis uñas en su espalda cubierta.

  Al hombre de tinta pareció molestarle la prenda que cubría su espalda y se la saco de un tirón separando sus labios de mi cuello pero sin apartar sus ojos fogosos de los míos. Me mordí el labio inferior cuando Enzo volvió a estar sobre mi. De un empujón a sus hombros lo tumbe sobre la cama boca arriba dejándolo con una expresión de confusión digna de una fotografía. Me subía a horcajadas sobre el y sonrió con malicia. Coloque mis manos en el comienzo de su pantalón provocando que su cuerpo se tense, lentamente comencé a subir mis manos. Mire mis manos mientras recorrían el torso de mi novio y no pude evitar sonreír al ver como mis blancas y limpias manos se encontraban sobre la piel llena de tinta. Las manos de Enzo no se quedaron atrás y se colocaron a cada lado de mi cadera para clavarme sus dedos con fuerza. Mis manos se detuvieron en sus mejillas y mi cuerpo estaba inclinado hacia delante sin pensarlo dos beses coloque mis labios con delicadeza sobre la unión de su hombro con su cuello. Enzo se removió algo impaciente y sus manos empujaron mis caderas hacia abajo logrando que un gemido fuerte se escapara de mis labios.

 - ¿Todo bien?- Me pregunto con malicia en su voz.

 Tape mi boca con una de mis manos y escondí mi rostro contra su cuello. Asentí con la cabeza.

 - ¿Te molesto que hiciera eso?- Su tono se volvió picante y excitante.

  Maldición.

  Negué con la cabeza confesando lo que en verdad pensaba sobre lo sucedido. Joder, quiero más.

  Enzo movió mis caderas lentamente de atrás hacia delante. Rodee como pude su cuello con mis brazos y mi respiración es notoriamente pesada por el contacto. Enzo se sentó en la cama y apoyo su espalda contra el respaldo de la cama de cuero de color vino. Un cálido beso se detuvo en mi hombro derecho y lentamente aparte mi rostro de su cuello. Nuestros osos se conectaron y ambos hicieron chispas por la coneccion para luego encenderse un fuego en ellos.

 - ¿Hombre de tinta?- El gruño en forma de repuesta con tranquilidad en su rostro.- Te amo.- Sus manos dejaron mis caderas para posicionare en mi espalda en diferentes alturas.

 - Te amo, mi pequeña valiente.- Sonreí por sus palabras y sus labios enseguida tararon esa sonrisa que había en los míos.

  Sus carnosos labios se movían sobre los míos saborean-dolos con lentitud. Pase mis manos por su cabello con mis dedos separados y los deje ahí. Sus manos me empujaron hacia delante con delicadeza y yo atraje mas su cara a la mía empujando un poco su cabeza. Entre abrí los labios y la cálida y mentolada lengua de Enzo entro en mi boca para invitar a bailar a la mía. Separamos nuestros labios cuando el aire dejo de ser suficiente a pasar a ser necesario. Nuestras narices se tocaban mientras respirábamos con dificultad. Sonreí de lado y comencé a dejar cortos besos en los labios de Enzo los cuales estaban felices por la atención.

 Luego de tontear un rato más en la cama Enzo se fue a tomar una ducha con algo de ropa en sus manos y yo me dirigí al vestidor donde había un espejo de cuerpo completo en el cual me mire para atar bien mi cabello en la sima de mi cabeza. Dividí mi cabello en dos y tire de ambas partes para ajustar mejor la liga en el. Busque mis zapatillas de deporte y me senté en el sillón para poder colocármelas en mis pies. Levante la mirada cuando escuche el ruido de unos pies descansos chocar contra la madera del suelo.

  Nunca fui una chica que se volvía loca por ver a un hombre con solo su ropa interior es más no me importaba y algunas veces me daba pena verlos pero en este caso me encantaba verlo.

  Enzo estaba solo con unos boxers negros y en su cuerpo tenia gotas de agua por su cabello mojado las cuales algunas seguían el camino de los montes de su abdomen fuerte y para rematar la candente situación, Enzo estaba como si nada, esta totalmente despreocupado.

 Trague saliva y volví a concentrarme en atar los cordones de mis zapatillas. Me levante del sillón una vez terminada la misión. Tome un buzo de uno de los estantes y lo pase por mi cabeza para luego buscar una campera ya que el frío que hacia fuera no era para ir con poca ropa. Mire de reojo por el espejo como los músculos de la espalda y de los brazos del hombre de tinta se tensaban cuando se coloco una remera de mangas cortas de color blanca.

 - ¿A donde vamos?- Pregunte mientras miraba el exterior por el parabrisas delantero.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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