La Reina Del Mafioso

Capitulo 67

 

Canciones

Shahmen x Night Lovell - 2KINGS1MIX | LIMMA

Ariana Grande - God is a woman.

 

 

  - Eso es todo por hoy.- El profesor de mi ultima clase del día hablo con aquella voz cansada y gruesa que lo distinguía a metros con solo poner atenta la audición de los oídos.

  Todo el mundo se levanto de sus asientos entre suspiros y palabras que se mezclaban con otras logrando formar un pelota de voces muy irritante. Vi como el profesor tomaba su portafolios junto a su termo de metal y se largaba del salón de clases a la velocidad de la luz pero escurridizo como una rata. Me coloque la mochila en mi espalda y baje los escalones que me alejaban de la puerta más cercana que tenia. Varias personas me dedicaron miraditas de desagrado y otras de curiosidad pero decidí ignorarlos y seguir chequeando mi celular. A pesar de estar en la universidad eso no me alejaba del hecho de que era la secretaria de mi novio, el ceo de la empresa de arquitectura "Cock".

  Mire a mis costados cuando salí de la sala y me encontré con cuatro matones de Enzo.

 - No me gusta esto.- Dije sin despegar la mirada del celular.

 - Sabes las consecuencias que habrán si tu no tienes custodia las veinticuatro horas del día. Podría terminar con tu vida.- La voz de Adan se sintió cercana.

  Eleve la mirada y me lo encontré caminando frente mio. Revolotee los ojos y volví a mirar los mensajes que había en la cuanta de Email que usaba para las empresa.

 - ¿Entonces sales con ese empresario?- La voz de Marcus no me asusto sino que me hizo sonreír.

  Unos de sus brazos colgó de mi cuello como una bufanda de algún animal. Que asquerosa comparación, odio ese tipo de ropa.

 - Si.- Conteste con una sonrisa tonta en mi rostro pero sin despejar la vista de el celular.

 - ¿Y cuando me ibas a contar?- Me pregunto con la voz molesta de una hermano mayor.

 - Yo no te pido que me digas con que chica sales por tres días para tan solo tirártelas o para engañarlas.

  Tome el mango cromado de la puerta de cristal de la entrada del edificio y tire de ella pero Adan me ayudo a sostenerla para mi y para el. Una vez que ambos atravesamos la puerta dejo que esta se cerrara tomando desprevenidos a el pequeño grupito de hombres. Baje las escaleras de cemento de la entrada y me encamine a la entrada y salida del campus. Marcus corrió para llegar a mi lado y seguir con la conversación.

 - Oye, yo no salgo con ellas con el único fin de tirármelas, que tengamos sexo durante nuestras relación es algo normal entre las personas que se aman.- Contraataco mi querido amigo atleta.

 - ¿Si las amas porque las engañas?

 - El problema es que yo antes era cupido, en mi otra vida, y me he quedado con muchas ganas de amar yo esta vez y no los demás que les de con mis flechas.

 - Eres un bobo, Marcus.- Lo mire de reojo y no pude contener una sonrisa malévola al verlo con las cejas fruncidas.- Admite que eres un mujeriego.- Lo pinche con uno de mis filosas uñas en su brazo izquierdo.

  El me sonrió como todo un guason.

  El siguió caminando a mi lado como los matones de Enzo lo hacían pero yo no les prestaba atención en lo absoluto ya que me estaba embobada con la belleza de la naturaleza por la tarde. Los arboles se movían levemente logrando que las hojas de las ramas hicieran un sonido muy relajante. El sol se estaba escondiendo dejando a su paso un rosado y anaranjado cielo. Los pájaros cantaban y volaban de un lado a otro ansiosos sobre las cabezas de los demás estudiantes de la universidad. Era invierno pero era un día muy agradable.

  Baje la mirada de los arboles y de los pájaros para mirar al frente. Sentí como la felicidad invadía todo mi cuerpo hasta tal punto de sentir cálido mi corazón de enamorada primeriza. Enzo me sonrió apoyado en su deportivo y de un empujón se incorporo correctamente para caminar en mi dirección. Creo que en verdad solo tiene ojos para mi ya que no ha visto a mi querido amigo al lado.

 - Hola, bebe.- Me dijo coqueto mientras terminaba de cortar la distancia que nos separaba, peor aquella misión fue interrumpida..

 - Hola, viejo.- La voz de Marcus había cambiado de una amable y juguetona a una de completa seriedad, esa que suelen usar los hombres para marcar su territorio. Son peor que un can.

  Enzo miro a mi amigo con el ceño fruncido y inmediatamente en vez de estar frente mio se coloco frente a Marcus con los brazos cruzados y con su típica mirada de "te voy a matar si no te alejas de nosotros". Golpe mi frente con la palma de mi mano derecha y me coloque entre ellos dos pero sin estar dentro de su circulo. Si algo salia mal podría lanzarme al medio de los dos para que no se maten a golpes.

 - Enzo, el es mi amigo Marcus.- Le explique a mi novio.- Marcus, el es Enzo, mi novio.- Ahora le explique a mi amigo.

  Ninguno de los dos dijo ni una palabra.

 - ¿Pueden dejar de comportarse como una perros territoriales?- Le pregunte con ironía y algo de cansancio ya que me estaba comenzando a aburrir sus miraditas penetrantes.

  Ambos me miraron confusos y yo solo revolee los ojos. Tome la mano de Enzo.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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