Canciones:
Billie Eilish - You should see me in a crown.
Las camionetas se detuvieron de tal forma que rodeaban en la que yo me encontraba. El motor fue apagado y mi música pegadiza se esfumo a la misma velocidad que la tierra había sido elevada por las ruedas que frenaron de golpe. Los hombres, que esta noche trabajaban para mi, se bajaron de las camionetas rápidamente. Algunos rodearon la camioneta por donde yo iba a salir y los demás se alejaron un poco de donde yo estaba con las armas en mano mientras miraban hacia todos lados.
- Primero bajaremos nosotros y luego tu.- Me indico Jonh mientras aseguraba el arma.- Yo te abriré la puerta.- El giro su cuerpo y me miro a los ojos.
- Si, papa oso.- Bromee con una sonrisa ladeada en mis labios.
Jonh me guiño un ojo y se bajo de la camioneta junto a los otros. Observe desde adentro como los hombres se movían fuera y como algunas personas se percataban de nuestra presencia y hablaban con otros logrando un efecto cadena de conversación. Se están dando cuenta que no venimos en son de paz. Tengo que apresurarme. Sin esperar a que papa osos abra la puerta, en señal de que todo estaba seguro, me baje de la camioneta lo cual hizo que todos me miraran alterados y confundidos.
- Mart ¿En que quedamos?- Dijo Jonh llegando a mi lado molesto por mi decisión de salir de la camioneta antes de lo previsto.
- Lo se.- Me puse seria al ver a mi alrededor con una mejor visión del panorama.- Si no nos apuramos estos imbéciles darán aviso de nuestra presencia a los inútiles que decidieron hacer esta mierda. Así que.- Llame la atención de todos elevando mi voz.- Todo aquel que intente meterse en nuestro camino para hablar con ellos sera asesinado. Rápido, no tenemos mucho tiempo para llegar a la oficina donde están.- Sentí como todo mi cuerpo estaba tenso y era lógico porque me iba a enfrentar a algo que nunca había echo.
Una leve brisa removió la abertura de mi vestido. Eleve mi mentón orgullosa de mi misma y camine en dirección a la enorme puerta abierta. Camine con calma pero son decisión, cociente que tenia un arma cargada en mi pierna que podría usar en cualquier momento. Los matones apartaron a la gente que estaba en nuestro camino toda amontonada mientras bailan al compás de la música. Encontré alguna miradas desinteresadas, otras asustadas y, la que mas me gusto, muy pocas caras de impresión por ver aquellos hombres con enormes armas en su poder. El aire tenia una mezcla de aromas que me mareaba y me daba ganas de largarme de ahí, pero no puedo, tengo que cumplir con lo que le prometí a Ezno. El olor a marihuana, sudor, sangre, perfumes, alcohol y demás olores repugnantes, se habían mezclado en una enorme bola de olor ¿Como nadie se da cuenta del puto olor de mierda que hay en este lugar?
Terminamos nuestra travesía hasta las escaleras en dirección al altillo cubierto de chapas y ventanas cubiertas por cortinas de aspecto descuidado. Cuatro hombres subieron delante mio y los demás subieron detrás mio. Desde las alturas pude ver que en el fondo del galpón había un gran grupo que dejaba un circulo marcado con blanco en medio de ellos. Dos hombres con diferente tamaño de altura y músculos se golpeaban como profesionales, pude ver como de el más bajito le salia sangre de la cara. Que horror. Diego toco la puerta del altillo. Pasaron nos minutos y alguien abrió lo que hizo que los cuatro delanteros se metieran a la fuerza a la habitación, seis hombres de atrás pasaron adelante y dos de ellos quedaron frente mio mientras los demás entraban con los otros. Solo paso unos diez segundo cuando vi a uno de mis hombres salir de la habitación con su arma apuntando hacia dentro.
- Puede entrar, mi reina.- Me dijo son mirarme a los ojos ya que estaba algo ocupado viendo fijamente algo dentro del cuarto.
- Gracias, Garry.- Le dije con amabilidad.
Tome mi vestido y lo eleve un poco para no pisarlo con mis zapatillas y tropezarme. Los hombres que estaba delante mio avanzaron al mismo ritmo que yo. Ellos entraron primero y luego yo. La habitación tenia un solo olor y ese era el olor de alcohol mezclado con drogas. El lugar era oscuro, la música era diferente a la que bailaba la gente de abajo, había lucesitas danzantes que provenían de una esfera que giraba y hacia diferentes movimientos. Había cinco hombres y varias chicas regados en un enorme sofá de un azul viejo en forma de C.
- Buenas noches señores.- Les dije con una sonrisa amable.
Ellos me miraron de arriba abajo y sus emociones eran variadas entre lascivas y asquerosas.
Mire a mi alrededor y encontré un sillón de cuero negro frente al sofá azul. Me senté en el sillón como toda una dama. Entre aquellas personas y yo había una mesita de café de madera vieja con diferentes tipos de drogas sobre ella y botellas de bebidas alcohólica. Pude ver como había varias lineas blancas al lado de una tarjeta de crédito azul.
- ¿Que mierda quieren?- Me pregunto un chico de cabello negro, flaco, con tatuajes desteñidos en su cuello y con zapatillas blancas.
Es el líder de la pandilla.
- ¿Tu eres Perez?- Le pregunte mientras echaba mi cabeza hacia atrás.
Editado: 06.07.2021