Mayda Russo, la hija del rey demonio Samael y la reina de las brujas Astrid, se despertó temprano en su habitación del castillo. El sol apenas comenzaba a salir por la ventana, iluminando el dormitorio con una luz tenue. Mayda se estiró en la cama, sintiendo el suave tacto de las sábanas de seda. Sabía que hoy era un día importante: su primer día en la Beautiful Magic School.
Mientras se vestía con su uniforme escolar, Mayda pensó en su linaje. Era la hija de dos de las familias más poderosas del mundo mágico. Su padre, Samael, era el rey de los demonios, con poderes que hacían temblar a los enemigos. Su madre, Astrid, era la reina de las brujas, con habilidades que podían curar o destruir. Y su abuela, la dragón de los elementos, había sido una de las criaturas más poderosas de la historia.
Mayda se sentía orgullosa de su herencia, pero también sabía que tenía una gran responsabilidad. Debía demostrar que era digna de su familia, que podía manejar los poderes que había heredado.
Cuando Mayda llegó a la escuela, fue recibida por el director, un anciano mago llamado Zorvath. El director la miró con una mezcla de curiosidad y respeto, ya que sabía quién era su familia.
- Bienvenida, Mayda Russo, dijo Zorvath. Es un placer tenerte en nuestra escuela. Te presento a tus compañeros de clase.
Mayda se sintió un poco abrumada por la cantidad de caras nuevas, pero pronto se dio cuenta de que todos la miraban con una mezcla de miedo y admiración. Sabía que su reputación la precedía.
De repente, una voz familiar se oyó detrás de ella.
- Mayda, ¿cómo estás?
Era Lor Lucifer, el rey del infierno y el mejor amigo de su padre. Mayda se sintió aliviada de ver a alguien que conocía.
- Hola, Lor, dijo Mayda. Estoy un poco nerviosa. Es mi primer día de escuela.
Lor Lucifer sonrió y le puso una mano en el hombro.
- No te preocupes, Mayda. Tú eres una de las más poderosas de tu edad. Dominarás esta escuela en poco tiempo.
Mayda se sintió un poco más segura, pero sabía que el camino por delante no sería fácil. Tenía que demostrar su valor y su poder en una escuela llena de magos y brujas talentosos.
Mayda se sintió un poco más relajada con la presencia de Lor Lucifer, pero sabía que no podía depender de él para siempre. Tenía que demostrar su propio poder y habilidad.
El director Zorvath comenzó a explicar las reglas de la escuela y los horarios de las clases. Mayda escuchó atentamente, intentando memorizar todo.
Después de la reunión, Mayda se dirigió a su primera clase: "Magia Elemental". Era una de las materias que más le interesaba, ya que su abuela había sido una dragón de los elementos.
Al entrar en el aula, Mayda vio a sus compañeros de clase. Había magos y brujas de todas las edades, algunos con poderes que Mayda no había visto antes.
La profesora, una mujer llamada Lyra, comenzó a explicar los conceptos básicos de la magia elemental. Mayda escuchó atentamente, intentando absorber todo.
Pero pronto se dio cuenta de que algo no estaba bien. Uno de sus compañeros de clase, un chico llamado Kael, parecía estar mirándola con una mezcla de desdén y curiosidad.
Mayda se sintió incómoda bajo su mirada, pero intentó ignorarlo. No quería dejar que alguien como Kael la distraiga de su objetivo: dominar la magia elemental. Se concentró en la profesora Lyra, quien estaba explicando los conceptos básicos de la magia del fuego.
- El fuego es un elemento poderoso y peligroso, decía Lyra. Puede ser utilizado para destruir o para crear. Pero para controlarlo, debes entender su esencia.
Mayda escuchaba atentamente, intentando absorber todo. Sabía que la magia del fuego era una de las más difíciles de controlar, pero también era una de las más poderosas.
Mientras Lyra continuaba explicando, Kael no dejaba de mirar a Mayda. Ella podía sentir su mirada, como si estuviera tratando de ver dentro de su alma. Mayda se sintió incómoda, pero intentó no dejar que eso la distraiga.
De repente, Lyra pidió a los estudiantes que practicaran un hechizo de fuego. Mayda se sintió emocionada, ya que era su primera oportunidad de practicar la magia elemental.
Comenzó a concentrarse, intentando sentir la esencia del fuego. Podía sentir su poder, su energía. Y de repente, un pequeño llama apareció en su mano.
Mayda se sintió orgullosa, ya que había logrado crear un hechizo de fuego en su primer intento. Pero cuando miró a Kael, vio que él también había logrado crear un hechizo de fuego, y su llama era mucho más grande que la de Mayda.
Mayda se sintió un poco decepcionada, pero intentó no dejar que eso la desanimara. Sabía que todavía tenía mucho que aprender, y que Kael probablemente había estado practicando la magia del fuego durante mucho tiempo.
Después de la clase, Mayda se dirigió a la biblioteca para investigar más sobre la magia elemental. Quería aprender todo lo que pudiera, para poder dominar los elementos y cumplir su destino.
Mientras estudiaba, Mayda se dio cuenta de que Kael estaba sentado en la mesa de al lado, mirándola de nuevo. Ella se sintió incómoda, pero intentó ignorarlo.
Mayda se sumergió en sus estudios, intentando aprender todo lo que pudiera sobre la magia elemental. Pasó horas en la biblioteca, leyendo libros y tomando notas. Quería dominar los elementos, y sabía que solo podía lograrlo con dedicación y esfuerzo.
Mientras estudiaba, Mayda se dio cuenta de que Kael seguía mirándola. Ella intentó ignorarlo, pero no podía evitar sentirse incómoda bajo su mirada. ¿Por qué Kael la miraba de esa manera? ¿Qué quería de ella?