Mayda se sintió intrigada por las palabras de Kael. ¿Qué sabía sobre ella? ¿Por qué la miraba de esa manera?
- ¿Qué quieres decir?, le preguntó Mayda, intentando mantener la calma.
Kael sonrió.
- Tú eres la hija del rey demonio, Mayda. Tienes sangre demoníaca en tus venas. Y eso te hace especial.
Mayda se sintió sorprendida. ¿Cómo sabía Kael eso? ¿Por qué le importaba?
- ¿Y qué?, le preguntó Mayda, intentando ocultar su curiosidad.
Kael se inclinó hacia ella.
- Tú tienes el poder de controlar a los demonios, Mayda. Tú puedes ser la reina de la maldad.
Mayda se sintió confundida. ¿Qué quería decir Kael? ¿Por qué le decía eso?
De repente, Lor Lucifer apareció detrás de Kael.
- Kael, ¿qué estás haciendo?, le preguntó, con una voz autoritaria.
Kael se volvió hacia Lor Lucifer.
- Solo le estaba diciendo la verdad, Lor. Mayda es especial. Tiene un destino grande.
Lor Lucifer miró a Mayda.
- Mayda, no te dejes llevar por las palabras de Kael. Tú eres más que solo una hija del rey demonio. Tú eres una persona con un destino propio.
Mayda se sintió confundida por las palabras de Lor Lucifer y Kael. ¿Qué destino tenía ella? ¿Por qué Kael le decía que podía ser la reina de la maldad?
Decidió no pensar más en eso por el momento y se dirigió a su siguiente clase: "Magia de los Elementos”. Era una de las materias que más le gustaba, ya que le permitía conectar con la naturaleza.
Al entrar en el aula, vio a su profesora, la señorita Aria, quien estaba explicando los conceptos básicos de la magia elemental. Mayda se sentó en su lugar habitual y comenzó a tomar notas.
Pero no podía dejar de pensar en las palabras de Kael. ¿Qué quería decir con que ella podía ser la reina de la maldad? ¿Por qué le decía eso?
Después de la clase, Mayda se dirigió a la biblioteca para estudiar un poco más. Pero cuando llegó, encontró a Kael sentado en una mesa, leyendo un libro.
- ¿Qué estás haciendo aquí?, le preguntó Mayda, intentando ocultar su irritación.
- Estoy estudiando, respondió Kael, sin levantar la vista de su libro. Algo que tú deberías hacer más a menudo.
Mayda se sintió molesta por el comentario de Kael, pero intentó ignorarlo. Se sentó en una mesa cercana y comenzó a estudiar.
Pero no podía evitar sentirse incómoda bajo la mirada de Kael. ¿Qué quería de ella? ¿Por qué la miraba de esa manera?
De repente, Kael se levantó de su silla y se dirigió hacia Mayda.
- ¿Quieres saber otro secreto?, le preguntó, con una sonrisa misteriosa.
Mayda se sintió intrigada. ¿Qué otro secreto tenía Kael?
- ¿Qué otro secreto?, le preguntó Mayda, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprensión.
Kael se inclinó hacia ella, su voz baja y misteriosa.
- Tú no eres la única con sangre demoníaca en este lugar, dijo. Hay otros como tú, Mayda. Otros que tienen el poder de controlar a los demonios.
Mayda se sintió sorprendida. ¿Qué quería decir Kael? ¿Había otros como ella en la escuela?
- ¿Quiénes son?, le preguntó, intentando mantener la calma.
Kael sonrió.
- Eso es algo que debes descubrir por ti misma, dijo. Pero te daré una pista: buscan a alguien con tu... habilidad.
Mayda se sintió confundida. ¿Qué habilidad? ¿Y por qué la buscaban?
De repente, Lor Lucifer apareció detrás de Kael.
- Kael, ¿qué estás haciendo?, le preguntó, con una voz autoritaria.
Kael se volvió hacia Lor Lucifer.
- Solo le estaba diciendo la verdad, Lor, dijo. Mayda tiene derecho a saber.
Lor Lucifer miró a Mayda.
- Mayda, no te dejes llevar por las palabras de Kael, dijo. Tú eres una persona con un destino propio. No te dejes influir por los demás.
Mayda se sintió abrumada por las palabras de Lor Lucifer y Kael. ¿Qué destino tenía ella? ¿Por qué Kael le decía que tenía el poder de controlar a los demonios?
Decidió no pensar más en eso por el momento, al terminar las clases se fue a su casa y al llegar se dirigió a su habitación para descansar un poco. Pero cuando llegó, encontró un paquete misterioso en su cama.
El paquete estaba envuelto en un papel negro y tenía un sello rojo con el símbolo de un demonio. Mayda se sintió intrigada y un poco asustada.
¿Quién podría haberle enviado eso? ¿Y qué podría contener?
Con cuidado, Mayda abrió el paquete y encontró un libro antiguo con tapas de cuero negro. El libro estaba adornado con símbolos demoníacos y tenía un olor a azufre.
De repente, el libro se abrió solo y Mayda vio que estaba escrito en una lengua que no podía entender. Pero cuando tocó la página, las palabras comenzaron a cambiar y a transformarse en una lengua que podía leer.