Mientras los chicos dormían profundamente en la casa de Seth, una figura sombría se movía sigilosamente en las sombras. Era el chico misterioso que había estado observando a Mayda y su alianza de la maldad desde el principio.
Se acercó a la ventana de la habitación de Mayda y miró hacia dentro. Mayda dormía tranquila, sin saber que estaba siendo observada. El chico misterioso la miró fijamente, como si tratara de descubrir algún secreto.
De repente, se dio la vuelta y desapareció en la noche.
La mañana siguiente, los chicos se reunieron en la cocina de la casa de Seth para desayunar. Mayda, con su cabello oscuro y largo recogido en una cola de caballo, llevaba una camiseta blanca y jeans ajustados que resaltaban su figura esbelta. Sus ojos verdes brillaban mientras hablaba con los demás.
Seth, con su cabello castaño oscuro y corto, llevaba una camiseta gris y pantalones de deporte. Su mirada intensa y su sonrisa enigmática daban un toque de misterio a su apariencia. Sus ojos azules parecían ver más allá de lo que estaba sucediendo en la habitación, como si estuviera ocultando un secreto
Elin, con su cabello rojo y rizado, llevaba un vestido amarillo y zapatillas de flores. Sus ojos azules brillaban con entusiasmo mientras hablaba sobre sus planes para el día.
Abadon, con su cabello negro y despeinado, llevaba una camiseta negra y jeans rotos. Sus ojos marrones parecían cansados, pero sonreía mientras cocinaba huevos revueltos.
Eyra, con su cabello castaño y largo, llevaba una camiseta blanca y leggins negros. Sus ojos marrones parecían perdidos en pensamientos mientras comía.
Orfeo, con su cabello rubio y ondulado, llevaba una camiseta azul y shorts blancos. Sus ojos azules brillaban con energía mientras hablaba sobre sus planes para el día.
Erika, con su cabello oscuro y corto, llevaba una camiseta roja y jeans ajustados. Sus ojos verdes parecían brillar con curiosidad mientras escuchaba a los demás.
Mientras desayunaban, la conversación fluyó fácilmente. Hablaron sobre sus planes para el día y sobre lo que habían hecho el día anterior.
Después de desayunar, los chicos decidieron planificar su día. Mayda sugirió ir al parque para disfrutar del sol y el aire fresco. Elin estuvo de acuerdo y sugirió llevar un picnic. Abadon ofreció llevar su guitarra y tocar algunas canciones.
Mientras planeaban, Seth se levantó y se excusó.
- Tengo que hacer una llamada, dijo. Voy a estar un rato ocupado.
Mayda lo miró con curiosidad.
- ¿Todo bien?, preguntó.
Seth asintió.
- Sí, todo bien. Solo tengo que resolver algo.
Se fue a su habitación y cerró la puerta. Los demás se miraron entre sí, preguntándose qué podría estar sucediendo.
De repente, se escuchó un ruido extraño proveniente de la habitación de Seth. Sonaba como si alguien estuviera hablando en voz baja.
Mayda se levantó y se acercó a la puerta.
- ¿Seth?, llamó. ¿Estás bien?
No hubo respuesta. Mayda se sintió un poco preocupada. ¿Qué estaba sucediendo?
Me senté en mi cama, con el teléfono en la mano, escuchando la voz de mi padre al otro lado de la línea.
- Seth, tengo noticias importantes, dijo. Tu novia, Ariana, se va a trasladar al mismo colegio que tú.
Me sentí un golpe en el estómago. No me gustó la noticia. Ariana y yo habíamos estado teniendo una relación física durante un tiempo, pero no había nada más entre nosotros. Solo sexo. Y ahora, mi padre parecía pensar que era algo más.
- Papá, no es lo que crees, dije, tratando de explicar. Ariana y yo solo... ya sabes.
Mi padre se rio.
- Seth, no seas tonto. Ariana es una chica excelente. Es perfecta para ti.
No quería decirle a mi padre que en realidad no me importaba Ariana. Que solo la usaba para saciar mis deseos. Así que solo dije:
- Lo pensaré, papá. Gracias por informarme.
Mi padre se despidió y colgó el teléfono. Me quedé sentado en la cama, pensando en la noticia. No me gustaba la idea de que Ariana estuviera en mi colegio. Me gustaba mi independencia y no quería que ella me estuviera rondando todo el tiempo, esperando algo que nunca le daría.
Me levanté y fui al espejo. Me miré y me pregunté qué iba a hacer, pero tampoco quería que ella me estuviera cerca todo el tiempo.
De repente, escuché un golpe en la puerta. Era Mayda.
- ¿Seth?, llamó. ¿Estás bien?
Me di la vuelta y abrí la puerta.
- Sí, estoy bien, dije, tratando de sonar calmado. Solo estaba hablando con mi padre.
Mayda me miró con curiosidad. "
- ¿Todo bien?, preguntó.
Asentí.
- Sí, todo bien.
Pero en realidad, no estaba seguro de que todo estuviera bien. Me senté en mi cama, mirando el mensaje de Ariana en mi teléfono.
- Hey, Seth. Acabo de enterarme de que me voy a trasladar a tu colegio. Estoy emocionada de verte más seguido.