Después de unos minutos de charla, Mayda y Seth se despidieron de los padres de ella y sus hermanos. Mayda abrazó a su familia y les prometió que estaría bien.
- No te preocupen por mí, dijo Mayda. Estoy emocionada de empezar esta nueva etapa de mi vida.
Su madre sonrió y le dio un beso en la mejilla.
- Estamos orgullosos de ti, Mayda. Sabemos que vas a hacer grandes cosas.
Seth cargó las cajas y bolsas con las cosas de Mayda en su coche, y luego se subieron ambos para dirigirse a su casa.
Mientras conducían, Mayda se sintió emocionada y un poco nerviosa. Estaba empezando una nueva vida con Seth y sus amigos, y no sabía qué esperar.
Pero cuando miró a Seth, que sonreía mientras conducía, se sintió más segura. Sabía que estaba tomando la decisión correcta.
Al llegar a la casa de Seth, Erika, Eyra, Elin, Abadon y Orfeo los estaban esperando con una gran sonrisa.
- ¡Bienvenida al equipo, Mayda!, gritó Erika, abrazándola.
Mayda se rio y se sintió como si hubiera encontrado su verdadero hogar.
Pasaron toda la tarde en sus habitaciones nuevas, ordenando y decorando. Las chicas Mayda, Erika, Eyra y Elian - estaban en el lado izquierdo de la casa, mientras que los chicos - Seth, Abadon y Orfeo - estaban en el lado derecho.
La habitación de Mayda estaba justo al frente de la de Seth, lo que la hacía sonreír cada vez que lo pensaba. Se sentía como si estuviera en un sueño, viviendo con sus amigos y el chico que le gusta.
Mientras ordenaba sus cosas, Mayda no podía evitar pensar en el beso que había compartido con Seth anteriormente. Se sentía nerviosa y emocionada al mismo tiempo, sin saber qué pasaría entre ellos en el futuro.
Pero por ahora, estaba contenta de disfrutar del momento y de su nueva vida en la casa. Se rio y charló con sus amigos, sintiendo que finalmente había encontrado su lugar en el mundo.
Cuando terminaron de ordenar, decidieron reunirse en la sala de estar para cenar juntos. Mayda se sentó al lado de Seth en el sofá, sintiendo una conexión especial con él.
- Me alegra que estés aquí, le dijo Seth, sonriendo.
Mayda sonrió de vuelta.
- Yo también, respondió. Me siento como en casa.
- Me encanta esta casa, dijo Elian, mirando alrededor. Es perfecta para nosotros.
- Lo sé, ¿verdad?, respondió Erika. Tenemos espacio para todos y es muy acogedora.
- Y la ubicación es ideal, agregó Abadon. Estamos cerca de todo lo que necesitamos.
- Definitivamente, dijo Orfeo. Me alegra que hayamos encontrado este lugar.
- ¿Qué tal si vamos a cenar?, sugirió Seth. Estoy muerto de hambre.
- ¡Genial!, respondieron todos al unísono.
Se levantaron y se dirigieron a la cocina, donde Eyra ya había preparado una deliciosa cena para todos.
Mientras comían, charlaron y se rieron, disfrutando de la compañía mutua.
- Me siento tan agradecida de tenerlos a todos en mi vida, dijo Mayda, sonriendo.
- Lo mismo digo, respondió Seth, mirándola con cariño.
Después de cenar, decidieron sentarse en el salón a charlar y disfrutar de la velada. Mayda se sentó al lado de Seth en el sofá, y Elian se sentó en el suelo, apoyada en la pared.
De repente, Orfeo se levantó y dijo
- Tengo una idea. ¿Qué tal si jugamos un juego para conocernos mejor?
- ¿Qué tipo de juego?, preguntó Erika.
- Un juego de preguntas y respuestas, respondió Orfeo. Cada uno debe responder a una pregunta sobre sí mismo, y los demás tienen que adivinar la respuesta.
- Me gusta, dijo Abadon. Vamos a jugar.
Así que comenzaron a jugar, y pronto se encontraron riendo y divirtiéndose. Mayda se sintió como si hubiera conocido a sus amigos durante años, no solo unos días.
Cuando llegó su turno, Mayda respondió a una pregunta sobre su pasatiempo favorito, y Seth adivinó correctamente que era leer.
- ¿Cómo lo sabías?, preguntó Mayda, sorprendida.
- Porque te he visto con un libro en la mano desde que te conocí, respondió Seth, sonriendo.
Mayda se sonrojó y se rio, sintiendo una conexión especial con Seth.
Estuvieron jugando y charlando hasta que se hizo de noche. La habitación se llenó de risas y conversaciones animadas, y Mayda se sintió como si hubiera encontrado su lugar en el mundo.
Cuando el reloj marcó las 10 pm, decidieron que era hora de irse a dormir. Mayda se levantó y se estiró, sintiendo un poco de cansancio después de un día emocionante.
- Gracias por una noche increíble, dijo Mayda, sonriendo a sus amigos.
- De nada, respondió Erika. Estamos felices de tenerte aquí con nosotros.
Mayda se dirigió a su habitación, sintiendo una sensación de paz y felicidad. Se acostó en su cama y cerró los ojos, escuchando el sonido de las risas y conversaciones que venían de la habitación de al lado.
De repente, escuchó un suave golpe en la puerta.
- ¿Mayda?, dijo una voz suave.
- ¿Sí?, respondió Mayda, abriendo los ojos.
Era Seth, que estaba de pie en la puerta con una sonrisa en su rostro.
- Solo quería decirte buenas noches, dijo.
Mayda sonrió de vuelta.
- Buenas noches, Seth.
Seth se acercó a su cama y se sentó en el borde.
- Me alegra que estés aquí con nosotros, dijo, mirándola a los ojos.
Mayda se sintió un poco nerviosa, pero también emocionada.
- Yo también, respondió.
Seth se levantó y se dirigió a la puerta.
- Hasta mañana, dijo.
- Hasta mañana, respondió Mayda, sonriendo.
Al despertar el sábado, los chicos decidieron que era un día perfecto para ir al cine. Después de desayunar, se reunieron en el salón para discutir qué película ver.
- ¿Qué tal si vemos la nueva película de acción?, sugirió Abadon.
- No, no, no, respondió Erika. Quiero ver algo romántico.
- ¿Qué tal si vemos una comedia?, propuso Orfeo.
Mayda sonrió.
- Me gusta esa idea.
Seth asintió.
- Vamos a ver la comedia. Hay una nueva película que acaba de estrenarse.