Justo cuando Mayda iba a dar el golpe final, una figura majestuosa apareció en la habitación. Era el Rey de los Ángeles, con sus alas blancas y brillantes que parecían tocar el techo, y su espada de luz en la mano que brillaba con una intensidad cegadora.
- Mayda, tu reinado de terror ha llegado a su fin, dijo el Rey de los Ángeles, con una voz que resonaba como un trueno y hacía temblar las paredes. No más inocentes sufrirán por tu ambición y tu sed de poder.
Mayda se rió, pero su risa fue interrumpida por la aparición del Rey de los Ángeles.
- ¿Quién eres tú para detenerme?, preguntó Mayda, con una voz llena de desprecio.
- Soy el Rey de los Ángeles, respondió el ángel, con una voz llena de autoridad. Y he venido a detener tu reinado de terror y a salvar a Kael y Ariana de tus garras.
El Rey de los Ángeles se acercó a Kael y Ariana, que estaban atados y indefensos. Con un movimiento rápido, cortó las cadenas que los unían y les dio una parte de su poder.
- Ahora, es hora de que ustedes terminen lo que empezaron, dijo el Rey de los Ángeles. Es hora de que derroten a Mayda de una vez por todas. Ustedes tienen el poder de la luz de mi lado, y juntos podemos vencer a la oscuridad.
Kael y Ariana se miraron entre sí, llenos de esperanza y determinación. Sabían que esta era su última oportunidad para derrotar a Mayda y salvar al mundo de la oscuridad.
Se prepararon para enfrentar a Mayda y a sus amigos en una batalla final. El Rey de los Ángeles se unió a la batalla, luchando junto a Kael y Ariana contra Mayda y sus amigos.
La batalla fue intensa, con luces y sombras chocando en un espectáculo épico. Los ángeles y los demonios luchaban en un frenesí de alas y espadas, mientras que Kael y Ariana luchaban con todas sus fuerzas para derrotar a Mayda.
Pero al final, la justicia prevaleció. Mayda fue derrotada, y su reinado de terror llegó a su fin. Kael y Ariana se abrazaron, llenos de alegría y alivio.
El Rey de los Ángeles se acercó a ellos, sonriendo.
- Bien hecho, Kael y Ariana, dijo. Han salvado al mundo de la oscuridad. Ustedes son los verdaderos héroes de esta historia.
- ¡Váyanse!", gritó Mayda a sus amigos y a Seth. "¡Váyanse y ganen más poder del que tienen!
Abadon, Orfeo, Elin, Erika y Eyra se miraron entre sí, y luego se volvieron hacia Mayda.
- ¡No te preocupes, Mayda!, gritó Abadon. ¡Volveremos, y cuando lo hagamos, te ayudaremos a derrotar a Kael y Ariana de una vez por todas!
Seth se acercó a Mayda y la besó en la mejilla.
- No te preocupes, mi amor, le dijo. Volveré, y cuando lo haga, te ayudaré a conquistar el mundo y nos casaremos, te lo prometo mi amor.
Mayda sonrió, satisfecha.
- ¡Vayan!, repitió. ¡Vayan y preparen el camino para mi regreso!
- ¡Pero no crean que eso les daré la victoria tan fácil! ¡Yo volveré, y volveré con más fuerza y más poder de lo que jamás hayan imaginado!
Mayda lanzó un grito de rabia y desesperación mientras Kael y Ariana la derrotaban. Su cuerpo comenzó a desvanecerse en una nube de humo negro, y su voz se fue debilitando hasta que apenas fue un susurro.
- Nos volveremos a ver, queridos, porque este no es el final de este reinado del mal…, murmuró Mayda.
Y con eso, Mayda desapareció en una nube de humo, dejando a Kael y Ariana solos en la habitación. Pero Kael y Ariana sabían que no estaban solos. Tenían al Rey de los Ángeles de su lado, y juntos podrían derrotar a Mayda y sus amigos cuando regresaran.
- Lo hicimos, dijo Kael, sonriendo. Derrotamos a Mayda.
Ariana asintió, sonriendo también.
- Sí, lo hicimos. Y ahora, podemos vivir en paz.
El Rey de los Ángeles se acercó a ellos, sonriendo.
- Bien hecho, Kael y Ariana, dijo. Han salvado al mundo de la oscuridad. Pero recuerden, la oscuridad siempre estará allí, esperando para atacar. Deben estar siempre vigilantes.
- ¿Qué hacemos ahora?, preguntó Ariana.
- Ahora, respondió Kael, preparamos el camino para la batalla final. Mayda volverá, y cuando lo haga, estaremos listos.
Kael y Ariana asintieron, sabiendo que el Rey de los Ángeles tenía razón. Pero por ahora, podían disfrutar de su victoria y de la paz que habían logrado.