La reina del mal

Capítulo 23: El Adiós a Mayda: Un Funeral para la Reina de la Oscuridad

Seth se encontraba en el cementerio, rodeado de sus amigos y aliados, para dar el último adiós a Mayda. El cielo estaba gris y sombrío, como si reflejara el estado de ánimo de todos los presentes. El aire estaba lleno de un silencio sepulcral, solo roto por el susurro del viento entre los árboles.

El ataúd de Mayda estaba cubierto de flores negras y rojas, y su nombre estaba escrito en letras doradas en la lápida. Seth se acercó al ataúd, sintiendo un dolor profundo en su corazón. Miró el rostro de Mayda, sereno y tranquilo, y se sintió abrumado por la emoción.

- Mayda, mi amor, dijo Seth, su voz quebrada. Te extrañaré siempre. Eres la reina de mi corazón y de mi alma. No puedo creer que te hayas ido.

Abadon se acercó a Seth, poniendo una mano en su hombro.

- Seth, ella siempre estará contigo, dijo. En tu corazón y en tus recuerdos. No la olvides.

Orfeo comenzó a cantar un canto fúnebre, su voz melodiosa y emotiva. La canción hablaba de la muerte y la pérdida, pero también de la esperanza y la renovación. Elin y Erika lloraban en silencio, mientras que Eyra miraba a Seth con ojos llenos de compasión.

Después del canto, Seth se acercó a la tumba y arrojó una flor negra en el ataúd.

- Adiós, Mayda, dijo. Que descanses en paz. Que tu espíritu sea libre y feliz.

Los demás amigos de Seth también arrojaron flores en el ataúd, cada una con un significado especial. Abadon arrojó una flor roja, símbolo de la pasión y el amor. Orfeo arrojó una flor blanca, símbolo de la pureza y la inocencia. Elin y Erika arrojaron flores negras, símbolo de la melancolía y la tristeza. Eyra arrojó una flor púrpura, símbolo de la creatividad y la imaginación.

Después de que todos arrojaron sus flores, Seth se acercó a la tumba y miró a Mayda por última vez.

- Te amo, Mayda, dijo. Siempre te amaré.

Y con eso, el funeral de Mayda llegó a su fin. Seth y sus amigos se despidieron de la reina de la oscuridad, prometiendo recordarla siempre en sus corazones.

Mientras salían del cementerio, Seth y sus amigos notaron dos figuras a lo lejos. A medida que se acercaban, Seth reconoció a Kael y Ariana, los mismos que habían matado a Mayda.

Seth se sintió invadido por una oleada de ira y dolor. Quería correr hacia ellos y enfrentarlos, pero Abadon lo detuvo.

- Espera, Seth, dijo Abadon. No es el momento. No queremos causar problemas aquí.

Seth se contuvo, pero no pudo evitar mirar a Kael y Ariana con odio. Kael parecía tranquilo y seguro de sí mismo, mientras que Ariana parecía nerviosa y ansiosa.

- ¿Qué quieren?, preguntó Seth, su voz baja y amenazante.

Kael se acercó a ellos, sonriendo.

- Solo queríamos rendir nuestros respetos a Mayda, dijo. Era una enemiga formidable.

Seth se rio amargamente.

- No te preocupes por rendir respetos, dijo. Tú y Ariana sois los responsables de su muerte.

Ariana pareció incómoda, pero Kael no se inmutó.

- Hicimos lo que teníamos que hacer, dijo. Y no lo lamentamos.

Seth se sintió lleno de rabia y deseos de venganza. Sabía que no podía hacer nada en ese momento, pero prometió que se vengaría de Kael y Ariana algún día.

Ariana, que había estado callada hasta ese momento, de repente se acercó a Seth y lo miró fijamente a los ojos. Su expresión había cambiado, ya no parecía nerviosa ni ansiosa, sino más bien segura y decidida.

- Seth, dijo Ariana, su voz firme y clara. Vuelve conmigo. Deja atrás este camino de venganza y muerte. Puedo ayudarte a encontrar la paz y la felicidad que buscas.

Seth se sintió confundido y sorprendido por las palabras de Ariana. No entendía por qué ella le hablaba de esa manera. Nunca había sentido nada por ella, solo la consideraba una enemiga.

- Ariana, no entiendo, dijo Seth, sacudiendo la cabeza. Nunca te he amado. ¿Por qué me pides que vuelva contigo?

Ariana se acercó más a Seth, su rostro cerca del suyo.

- Seth, te necesito, dijo. Y creo que tú también me necesitas. Juntos podemos ser poderosos.

Seth se sintió incómodo y molesto por las palabras de Ariana. No quería nada con ella y no entendía por qué insistía en esto.

- No, Ariana, dijo Seth, alejándose de ella. No te necesito y no quiero nada contigo. Déjame en paz.

Ariana se enfadó y su rostro se puso rojo de ira.

- ¡Eres un tonto, Seth!, gritó. No sabes lo que es mejor para ti. Pero pronto lo descubrirás.

Y con eso, Ariana se dio la vuelta y se alejó, seguida por Kael. Seth se sintió aliviado de que se hubieran ido, pero también se sentía confundido y molesto por las palabras de Ariana.

Seth no la dejó ir tan fácil. Se acercó a Ariana y la agarró del brazo, deteniéndola.

- Espera un momento, dijo Seth, su voz baja y peligrosa. No te vas a ir después de hablarme de esa manera. Le falta el respeto a Mayda, y eso no lo voy a permitir.

Ariana se enfadó y trató de soltarse, pero Seth la sostuvo con fuerza.



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En el texto hay: romance y sexo, maldad y oscuridad

Editado: 08.09.2024

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