La Reina Híbrida

21. Secretos

AVISO: EL SIGUIENTE CAPÍTULO ESTA MUY PEGADO DADO A QUE NO SE QUE FUE LO QUE LE PASO A WATTAP QUE PUSO TODO PEGADO Y SEPARARLO DA UN POCO DE HUEVA Y NO TENGO MUCHO TIEMPO QUE DIGAMOS ASÍ QUE SE LE PIDE DISCULPA DE ANTE MANO, QUE DISFRUTE DE LA LECTURA.

 

Abrí los ojos con sorpresa mirándolo directamente a los ojos. Al igual que yo, estaba sorprendido. Finalmente, reaccione quitándomelo de encima poniéndome de pie sacudiendo mis ropas.

 

— ¿Qué querías?—pregunte bajando la cabeza viéndolo. Miraba al suelo con las mejillas algo sonrojadas.

 

—Se te cayó esto—dijo pasándome mi billetera.

 

La tomé entrándola a mi bolsillo—gracias—dije dándome la vuelta bajando por los escalones pasando por mi mente una y otra vez lo sucedido hace un momento, eso sin duda fue… incómodo.

 

~Ledi~

 

Volví a respirar cuando lo vi desaparecer por los escalones.

 

Lo que había pasado me tenía volando por los aires, aunque fuera un simple roce de labios para mí fue lo fue todo, siento hasta mariposas en el estómago. 

 

Sonreí subiendo los escalones hasta mi nuevo departamento. Empezaría a decorarlo de poco a poco.

 

~Evie~

Me encontraba mirando por el ventanal la fuerte tormenta que había a fuera con una taza de café humeante.

 

—Hola— escuché susurras a Laura por lo que rodé los ojos girándome hacia ella lentamente.

 

—Hola—conteste dando un sorbo de mi café.

 

Sonrió algo tímida—es una fría mañana, ¿no?—dice pasando sus manos por sus brazos para abrazarse a sí misma.

 

—Si…—conteste dándome la vuelta.

 

Por el rabillo del ojo la vi pararse al lado de mí. Pasaron unos minutos hasta que volvió hablar de nuevo.

 

—Y… ¿Cómo se conocieron tú y Deleriux?—pregunta por lo que la mire—si te soy sincera, nunca pensé que él fuera a casarse nunca dado a su carácter y poco interés en las relaciones humanas… ya sabes, amigos, novias y eso…

 

—Si crees que nos conocimos y de una vez nos enamoramos para terminar casados te equivocas—dije—fui a su reino para elegir entre él y su inútil hermano, al no verme con más opción opte por él, puede ser un imbécil—di un sorbo de mi café volviendo a dejar la taza en el pequeño plato—pero al menos sabe sostener una espada y usarla.

 

La vi asentí mirando al frente—ya veo…—responde—a la verdad no sabía cómo había sucedido, solo me di a la idea dado que cuando me trajo anoche me dijo que estaba casado justo antes de entrar a la casa.

 

Asentí sin decir nada.

 

—Laura— escuché decir al idiota.

 

Lo miré por un segundo con asco mirando al frente de nuevo viendo las gotas caer del techo al suelo.

 

— ¿Sí?—respondió está girándose por completo hacia él.

 

— ¿Desayunaste?—pregunto viéndolo por el rabillo del ojo caminar hacia la cocina.

 

—Ah no, todavía no—respondió siguiéndolo.

 

Me quede parada ahí un buen rato terminando mi café escuchando como reían y hablaban en la cocina recordando sus tiempos como niños. No tenía ni la menor idea de cómo se conocieron ni tampoco me interesaba, pero lo único que si sabía y me divertía era que podría ser que Andreína tuviera algo de competencia para ser la concubina de Deleriux, aunque era el rey, podría darse el lujo de tener cuantas quisiera, por mí estaba bien.

 

Deje la taza en la mesa caminando hacia la salida saliendo al porche. Cuando era niña mi madre me había enseñado hacer una sombrilla de hielo cuando habíamos salido a explorar al bosque porque se lo pedí y una fuerte tormenta como esta nos tomó por sorpresa en el camino. Para no mojarnos mi madre hizo una sombrilla de hielo improvisada y desde entonces hago lo mismo cada vez que llueve.

 

Seguí el sendero hacia el río mirando el suelo tratando de evitar de pasar por los grandes charcos de agua. Había sido una buena idea quitarme los zapatos en la entrada de la casa para irme descalza. Se sentía bien el lodo en mis piecitos todo pálidos.

 

Llegue al kiosco en donde me deshice de la sombrilla yendo hacia los escalones que daban al río para limpiar mis pies. Volví de nuevo hacia donde estaban los muebles escuchando la lluvia caer, esta luna de miel era demasiado aburrida. Quería irme ya a casa, tenía muchas cosas con las que entretenerme que aquí.

 

Me quede allí un buen rato hasta que escuche una fuerte explosión asustándome.

Mire hacia el bosque viendo humo negro saliendo de él. ¿Qué carajos abra ha sido eso?

Me puse de pie corriendo hacia el lugar lo más rápido posible. Al llegar me encontré con una escena bastante curiosa.

 

Deleriux pateo fuertemente a un hombre tirándolo hacia un auto que estaba prendido en llamas. De inmediato supe que ese había sido la causa del ruido de la explosión.

Mi atención fue a para de inmediato hacia un hombre con un cuchillo en la mano que iba directo hacia Deleriux quien goleaba fuertemente a otro.

 

Me dirigí hacia aquel hombre dándole una fuerte patada en el costado tirándolo al suelo—este era el tipo de entretenimiento que buscaba… —susurre haciendo una pequeña lanza de hielo lanzándosela a la garganta.

 

Levante mis manos encerrando a los siete que quedaban de pie de la misma manera que mi hermano había encerrado a Deleriux. Los vi golpear fuertemente la pared de hielo seguramente maldiciendo.

 

Suspire volviendo mi atención hacia Deleriux — ¿Y ellos quiénes son?—me puse en alerta de inmediato al ver por el rabillo del ojo a otro hombre salir del arbusto hacia a mi lentamente.

En su mente pensaría que no me daría cuenta de su presencia… pobrecito.

 

— ¡Cuidado!—exclamo Deleriux justamente cuando me gire deteniendo la mano de aquel hombre en el aire la cual iba justo a mi cabeza.




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