Aura
Tiró un golpe, luego otro y otro.
El príncipe Yago, mi hermano, es entrenado por uno de los mejores soldados que papá más le tiene confianza. Tayden llegó a resguardarme, por pedido del rey y ahora solo para por el castillo revisando la seguridad.
Se cubría de los golpes al igual que los respondía, Yago tenía que aprender a defenderse por si cualquier cosa sucedía.
—¡Princesa Aura!
Gritó.
—Es un gusto volver a verla.
Hizo una extraña y descuidada reverencia, Yago fue a beber agua que le ofrecían y aproveché para acercarme y agarrar una gran; y filosa espada.
—Cuidado no vaya a romper su fabuloso vestido —se burló.
—No pasa nada, me pueden confeccionar en un día el triple de los que ya tengo.
Se paró y se puso en posición de ataque. Alcé mi cabello en un moño gracias al abundante cabello, este se mantuvo firme. Él fue el primero que arremetió, bloqué el golpe al instante. Me cortó una parte del vestido haciendo que las capas que tenía este se rasgara, el vestido no me permitía movilizarme muy bien, así que hacía muy pocos movimientos bruscos. Me pateó la mano haciendo que esta soltara la espada, el atacaba y yo retrocedía, cada vez se iba acercado más.
Me deslicé a un costado tomando la espada, me logró bloquear, solo se escuchaban el ruido de las espadas chocar, un instante me descuidé, me rodeó con su brazo y me puso la espada en el cuello.
Nos quedamos así, podía sentir su pecho inflarse al momento de inhalar y exhalar. Es mucho más alto que yo y mayor también, tiene 3 años más que yo.
Alguien soltó un chillido, sacó rápido la espada y me soltó.
—¡Aura!
—Madre.
—¿Qué haces? Eres la princesa y futura reina Merleau, deja de estar haciendo tonterías cuando te necesitan en todas partes.
—Tayden quiso reforzar lo aprendido, a parte tengo que aprender a defenderme cuando nadie valla a mi espalda.
Caminé hacia adentro del castillo, con la reina siguiendo mis pasos.
—Cámbienle de vestido a la princesa.
Ordenó.
Escogieron un vestido celeste muy bonito, este no tenía muchas capas y solo consistía en ser algo sencillo.
Me hicieron ponérmelo, me dieron vuelta y ajustaron el corsé de este, soltaron el moño que minutos antes me había hecho, me peinaron y dejaron que el cabello me caiga en ondas. Rociaron mucho perfume de lavanda por todo cuello.
Agarré los costados de mi vestido y bajé las escaleras con cuidado de no tropezar.
Bajé al comedor y estaban todos sentados, los miembros del consejo, el rey, la reina, el príncipe Yago y el soldado Tayden.
Espalda recta y cabeza en lo alto.
Me senté en la otra punta del comedor. Ellos conversaron de cosas triviales mientras que Yago y yo nos hacíamos señas, Tayden nos miraba sin entender. Eso nos causaba risas a nosotros, pero cuando el rey nos miraba seguíamos comiendo.
—Princesa Aura, cada vez se acerca más su coronación.
Pasé toda la comida que tenía en la boca.
—Así es —contesté seca.
—¿Ya eligió a la persona con quién va unir su vida para todo su reinado?
—Pienso ser una reina solitaria —hablé.
—Pero nunca se ha visto que una mujer lidere sola y más con un pueblo a cargo —contestó—. En mi opinión creo que debería elegir a alguien quien entienda sobre la realeza, como el príncipe Rodrick, deberían unir reinos.
—Siempre se puede hacer una excepción, yo soy la que debe elegir con quién voy a pasar el resto de mi vida —hice énfasis—. Ahórrese sus pensamientos mezquinos, elegiré lo que es mejor o no para mi reino, déjese de meterse en la vida de los demás y enfóquese en la suya.
El rey se sobaba el puente de la nariz.
—Salud.
Brindé alzando mi copa de vino, mostré una de mis mejores sonrisas y tomé un poco de ella.
⊶⊷
Por todo el pasillo se escuchaba bulla.
Abrí las puertas de la biblioteca y me asomé por este, vi a algunos soldados correr de aquí a allá.
—¡Alguien me puede decir que está pasando!
Un soldado chocó con mi hombro haciéndome desestabilizar.
—Princesa Aura, cuanto lo siento.
Siguió corriendo ignorando mi petición.
Caminé hacia la sala de reuniones, entré sin que los soldados me anuncien. Vi a papá y a los miembros del consejo con mapas y uno que otro soldado.
—Aura, ¡te pediré que te retires!
—¿Qué está ocurriendo?
—Luego se te será explicado —habló—. Tayden, sácala.
Él se me acercó.