Aura
—Fue injusto me dejaste ahí sola y desamparada con todos los ciudadanos encima de mí.
—Si quieres ser reina debes ir acostumbrándote desde ahora, tú querías eso y te lo estoy dando.
Resoplé mientras leía las grandes filas de testimonios de las personas, intentando atar cabos con la poca información que obtuve.
Se retiró de la biblioteca.
Había cosas que no cuadraban en este intento de rompecabezas.
Me tomaron por los hombros.
—¿Qué haces?
Solté un gritito del miedo, me paré y le pegué en el pecho.
—Me has asustado, Tayden.
El comenzó a reírse.
—¿Qué haces tan tarde despierta?
—Estaba viendo algunas cosas.
—Ya no te esfuerces, mañana lo haces.
Dio un beso en mi mejilla, me abrazó y comenzó a acariciarme el cabello.
—Si te quitamos el título de la realeza, ¿sabes que seguirías siendo mi princesa?
Le sonreí.
Me paré de puntitas y le di un beso en la comisura de sus labios.
Tomó mi cintura y me alzó comenzamos a dar vueltas aun con nuestros labios juntos. Cuando me bajó y puse un pie en el piso me mareé, haciendo que me agarre de la mesa y bote lo que estaba en ella.
Intentó sentarse y calló de espaldas, haciendo una mueca. Comencé a reírme tanto que mi barriga dolía.
⊶⊷
Al día siguiente tenía mi brazo enganchado al de Yago.
Caminábamos por todo el patio saludando a los jardineros que hacían su trabajo.
Miré a Yago que seguí con su sonrisa radiante saludando al que se nos cruzaba. La gente dice que tenemos un cierto parecido y los ojos azules zafiro tan claros como el agua no es algo que pase por desapercibido. Aunque él en el centro de estos estaba decorado por un lindo color miel.
Los dos teníamos un delicado rostro, a lo que otros llamaban angelical.
Nos sentamos debajo de un árbol.
Es mi hermano pequeño, con un gran corazón y sin querer una gran habilidad para hacer sus cosas solo.
—No puedo creer que en menos de un mes seas la reina de Merleau.
—Yo tampoco.
Susurré, arrancando una hojita del pasto.
—¿Hay algo que te preocupa?
Preguntó.
—Papá quiere que conozca al príncipe Rodrick.
—De repente solo quiere que haya una amistad.
Que ingenuo eres hermanito.
—Él también está apunto de subir al trono y papá quiere unir los dos reinos en un solo imperio —hablé.
Sacudí la falda de mi vestido y me paré del frío pasto. Caminé sin esperar a que Yago me siguiera.
—No creo que al final el príncipe Rodrick sea tan malo.
—No me quejo por él, si quiero unir mi vida a alguien quiero que sea por amor y no solo por unir tierras y reinar, si quiero estar con una persona quiero que sea al lado de quién me ame por como soy no por lo que soy.
—No todos los cuentos de hadas se cumplen, no siempre vamos a recibir lo que queremos.
Se fue dejándome sola en medio de todo el jardín.
No quiero esposarme a alguien que prácticamente no conozco de nada.
¿El rey se casó por amor o conveniencia?
Esa pregunta rondaba por mi cabeza todo el día. Queda pocos días para mi coronación y eso me asustaba, sé que el rey ya tomó una decisión.
Y que no me case no sería una opción.
"El peso del reino se te vendrá encima, no podrás arreglar algo cuando esta esté tan mal. No se trata de confianza, es una decisión tan fácil. Cuando llegues al trono te verán como una presa solitaria que buscarán atacar en cualquier momento..."
Sus palabras quemaron todo dentro de mí.
"Siempre tienes que poner al pueblo por delante de ti, así gobernará la prosperidad y la paz. Piensa en lo que quiere el pueblo.
¿Y lo que quiero yo?
Se verá opacado en las necesidades del pueblo, piensa en el futuro en el reino y todo lo que hemos hecho para sacarlo adelante, no dejes todo lo vivido atrás"
Quiero pensar en mí, solo en esto.
Vi como parte de mi familia moría tratando de sacar adelante a su pueblo, sentí el dolor de una pérdida al ver como combatían unos con otros.
Muchos murieron en una guerra que no era la nuestra, nos inculparon por delitos que no cometimos y todo por una confusión, sé que no quiero que nadie vuelva a pasar por eso. Ni mi pueblo ni yo.
Así que yo saqué bandera blanca.
Dos cabezas actúan y piensan mejor que una, ¿no?