Aura
Estornudé a la vez que me tapaba la nariz con un pañuelo.
Al parecer me había resfriado y todo solo porque ayer me quedé dormida en el marco de la ventana con esta abierta.
—¡Aura!
—¿Qué quieres? —estornudé—. Ay no puede ser.
Lloriqueé, cuando me limpié la nariz por décima vez.
—¿Qué hiciste ayer para que estés así?
—No sé.
Claro que sí lo sabías, mentirosa —pensé.
Me miró con los ojos entrecerrados mientras yo me encogía de hombros. Mi nariz debía estar toda roja de estar limpiándomela a cada rato.
Alzó la voz llamando la atención de algunos.
—Denle un jarabe para ese resfrío a la reina.
—Estoy bien.
Volví a estornudar dos veces más.
—Saben qué tiene razón necesito un jarabe.
Le di la razón, apoyé mis brazos en el gran mesón.
—¡Tayden!
Volteamos.
—Papá te necesita.
Alcé una ceja.
—¿Qué?
—No escuchaste lo que dije.
—¿Para qué?
—No sé, solo me dijo que te diga eso, yo ya cumplí con mi trabajo.
—¿Dónde está?
—¡No sé! —se aclaró la garganta al ver que todos los vimos confundidos cuando gritó—. No sé, pero dijo que lo busques.
Tayden se retiró mientras lo veía con los ojos entrecerrados, Yago soltó un sonoro suspiro.
—Eso fue raro.
—¿Qué?
Preguntó al ver que me quedé viéndolo.
—No lo llama, ¿cierto?
—No.
—Eres malo —hablé riendo.
—Vamos.
Me jaló de la mano, haciéndome tropezar con la silla donde estaba sentada. Me llevó hasta los grandes jardines del reino.
—Mira.
Señaló a un pequeño cachorrito que corría hacia mí. Lo tomé en brazos mientras este lamía mi cara, sonreí sintiendo como este movía su colita feliz.
—Te apoyaré en cualquier decisión que tomes. Pase lo que pase.
» Si quieres huir, huiremos. Si quieres quedarte, nos quedaremos. Si quieres cambiar de identidad, la cambiaremos. Si quieres mudarte, nos mudaremos. Pero siempre juntos, como hermanos.
Asentí, corrí a abrazarlo.
—Tayden me contó que se enamoró de una bella persona, pero que no puede estar con ella.
—¿Qué?
—Sí me lo contó borracho —habló—. No sabía de qué hablaba hasta que comencé a unir cabos. Tú y él estuvieron juntos. Se hacen daño fingiendo que nada de lo que haga o diga les duele, no son lo suficientemente inteligentes cuando del otro se trata. Solo no dejen que esto les afecte. Ahora él tendrá una familia, un nuevo pasatiempo.
Aura
Estornudé a la vez que me tapaba la nariz con un pañuelo.
Al parecer me había resfriado y todo solo porque ayer me quedé dormida en el marco de la ventana con esta abierta.
—¡Aura!
—¿Qué quieres? —estornudé—. Ay no puede ser.
Lloriqueé, cuando me limpié la nariz por décima vez.
—¿Qué hiciste ayer para que estés así?
—No sé.
Claro que sí lo sabías, mentirosa —pensé.
Me miró con los ojos entrecerrados mientras yo me encogía de hombros. Mi nariz debía estar toda roja de estar limpiándomela a cada rato.
Alzó llamando la atención de algunos.
—Denle un jarabe para ese resfrío a la reina.
—Estoy bien.
Volví a estornudar dos veces más.
—Saben qué tiene razón necesito un jarabe.
Le di la razón, apoyé mis brazos en el gran mesón.
—¡Tayden!
Volteamos.
—Papá te necesita.
Alcé una ceja.
—¿Qué?
—No escuchaste lo que dije.
—¿Para qué?
—No sé, solo me dijo que te diga eso, yo ya cumplí con mi trabajo.
—¿Dónde está?
—¡No sé! —se aclaró la garganta al ver que todos los vimos confundidos cuando gritó—. No sé, pero dijo que lo busques.
Tayden se retiró mientras lo veía con los ojos entrecerrados, Yago soltó un sonoro suspiro.
—Eso fue raro.
—¿Qué?
Preguntó al ver que me quedé viéndolo.
—No lo llama, ¿cierto?
—No.
—Eres malo —hablé riendo.
—Vamos.
Me jaló de la mano, haciéndome tropezar con la silla donde estaba sentada. Me llevó hasta los grandes jardines del reino.
—Mira.
Señaló a un pequeño cachorrito que corría hacia mí. Lo tomé en brazos mientras este lamía mi cara, sonreí sintiendo como este movía su colita feliz.
—Te apoyaré en cualquier decisión que tomes. Pase lo que pase.
» Si quieres huir, huiremos. Si quieres quedarte, nos quedaremos. Si quieres cambiar de identidad, la cambiaremos. Si quieres mudarte, nos mudaremos. Pero siempre juntos, como hermanos.
Asentí, corrí a abrazarlo.
—Tayden me contó que se enamoró de una bella persona, pero que no puede estar con ella.