15.1. La Máscara de la Esposa
La cacería los llevó a un club nocturno decadente, el "Nido del Lobo" del Cártel Extranjero. Romina vestía obsidiana.
"La venganza es un juego peligroso," susurró Dante. "Aquí no hay reglas."
"Yo conozco las reglas. Si hay sangre, no hay remordimientos," replicó Romina.
El objetivo: un disco duro en el despacho privado del líder, el Verdugo.
15.2. El Cebo Implacable
Romina fue el cebo. El Verdugo se acercó, su mirada fija en ella.
"La esposa del Cuervo. Tienes la misma fuerza que alguien que conocí hace años."
Mientras Romina mantenía al Verdugo hipnotizado con una conversación tensa, Dante se deslizó hábilmente. La vida de Dante dependía de la capacidad de Romina para sostener la mirada del enemigo.
15.3. El Desafío del Control
El Verdugo extendió su mano para tocar el hombro de Romina.
"Tu esposo te mantiene demasiado lejos. Me gusta tocar lo que es hermoso."
Romina se mantuvo quieta.
"Mis límites son los de mi Imperio. Tóquelos, y romperá un acuerdo que su cárcel no podrá pagar," advirtió Romina.
En ese instante, Dante reapareció con la memoria USB con la prueba.
15.4. El Escape del Caos
El Verdugo comprendió la traición. "¡Mátenlos!"
Romina y Dante corrieron, su mano unida en un agarre desesperado. Llegaron a un callejón trasero.
"Vamos a separarnos. Esto es un doble juego. Yo crearé la distracción. Sube al tejado y busca el contacto de emergencia," ordenó Dante. "No te voy a dejar aquí," protestó Romina.
"Es una orden, Romina. ¡Corre! Eres la única que puede asegurar la venganza."
Dante le dio un beso rápido, una promesa urgente. Luego, se lanzó hacia un grupo de guardias, atrayéndolos. Romina subió la escalera, su corazón destrozado, sin saber si Dante había caído o si era parte de su estrategia. El Cuervo había volado a la oscuridad.