La reserva del amor

Sorpresa

Capitulo 5 
Camila no pensaba en mí, se estaba olvidando todo. Solo vivía para complacer a Jorge, sentía que  
le quería. Que él la amaba. Yo me moría por verla. Me escabullí un día en su casa, la vi en el jardín  
leyendo un libro, grite su nombre y me miro de inmediato. 
-¿Qué haces aquí? ¡Estás loco! Si Jorge te ve se enloquecerá. 
-Ni siquiera sabe quién soy. No temas. 
-Sabe perfectamente quien eres Carlo. Yo le conté de vos. 
-¿Por qué hiciste eso? Estás loca vos, como le hablas de mí. Me matará. 
-¿Pero qué dices?  
-Ese hombre es un verdadero patán. Me querrá sacar de su camino. 
-Él no haría eso. Es un caballero. Puede ser ambicioso, materialista y hasta nervioso, obsesivo,  
controlador, pero me ama y no te hará nada. Él sabe que yo te aprecio.

-No debías hablarle de lo nuestro. 
-¿Pero que le iba a decir que era mi primer hombre que nunca había salido con nadie antes? No  
me habría creído. 
-¿Me dices que te revuelcas con él a mis costillas? ¿Me engañas? 
-Sí. Pero no es lo que piensas. Solo estoy haciendo lo que mi conciencia me dicta. 
-Pues tu conciencia se equivocó. Él no te ama como yo. 
-No se trata de amor o no amor o de cuanto amor ahí. Esto se trata de salvar ese lugar. 
Estoy a punto de lograr que done el sitio a una ONG o al estado. No puedo hacharme para atrás.  
Ahora vete y no regreses por aquí. Jorge podría verte. 
-No te reconozco Camila. No eres tú. Te has vuelto loca. No puedes alejarme de tu vida. Te amo. Y  
no te dejare en paz. 
Me fui. Pero no quería hacerlo, me dolía verla como se comportaba, fría distante, no me 
demostraba ni siquiera amor. La estaba perdiendo. La perdía a manos de un imbécil que se creí el  
rey de roma. Pero yo quemaría roma y tomaría a mi princesa para llevarla lejos. Eso haría. Ya lo  
había decidido. 
Me dolia tanto haber escuchado de boca de Camila que Jorge era un caballero que había  
cambiado solo por ella. Ya no se pasaba el dia trabajando y hasta tomaba vacaciones. Jorge jamas  
antes había dejado su trabajo por nada. Su obsesion y compromiso era envidiable. Pero Camila  
había cambiado todo eso. De un momento a otro había cambiado su forma de ser y todo por  
Camila.  
Solo sabia que moria de celos de pensar al amor de mi vida con Jorge. Debia sacarla de allí o jamas  
la recuperaría.  
-Suéltame. No quiero ir a ningún lado contigo. 
-Mi lugar esta junto a mi esposo. 
-Corrección futuro esposo. 
-No puedes retenerme. Ahora soy de él entiéndelo. 
-Me mientes nuevamente. Mientes el no es tu hombre, yo soy tu hombre. Bésame. 
Bésame. 
-Vete ya, no quiero que llegue y estés aun aquí. No quiero estar contigo.

-Entonces la tome del rostro y la bese. La sujete por la cintura sin dejar que se alejara. Megritó  
suéltame pero no la deje 
-No te soltare. Sabes que te amo. 
-Basta ya. Ya vete de aquí. Déjame. 
Camila no quería saber de mi ya. No volveria a mi jamas… me dolia tanto saberlo. No tenia ya  
esperanzas. 
Dos semanas después Camila vino a visitarme. 
-Me volví loca extrañándote, pensé que podría soportar separarnos. No sabía si venir. Carlo 
-Le hubieras preguntado a tu esposo. Seguro le pides permiso hasta para respirar ¿No? 
-No digas eso. No sabes cómo es él en realidad. 
-No es lo que crees, ese hombre es un monstruo. Aléjate de él te va a hacer daño. 
-Jorge no me hará nada. Me ama. 
-Vete, vete ahora. -comencé a gritar. 
No podía escucharla más defender a ese hombre. 
Camila se fue. Así rápido sin hablarme. Sentí rabia de mi mismo, de haberla echado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.