Epilogo
Estaba en la sala de espera del aeropuerto. Otra vez esperando a Camila. La vi entrar,
estaba feliz. Sonreía. Tenía a nuestro bebe en los brazos. Estaba mi mundo completo.
Tomamos el avión y comenzamos una nueva vida. No regresamos más al país. Tal vez yo
tenía miedo. Miedo que al hacerlo Camila conociera a otro Jorge Soler. Que me dejara
otra vez. Pero eso no sucedió. Y hoy treinta años después puedo decir que nos seguimos amando
como el primer día.
Solo déjenme que le confiese algo si me dieran a elegir. Si yo viviera otra vez la misma
vida, y una mañana tomara ese micro, y la viera a mi lado leyendo un libro, y ella bajara.
No la perseguiría. No esperaría a verla en la oficina. Ni huiríamos juntos. Todo lo habría
hecho muy distinto. Pero hoy no puedo cambiar el pasado. Y tal vez en el fondo me alegro
por ello. Porque la amo a pesar de todo. Aunque me pregunto que habría sido si no se
hubiera cruzado ella en mi camino. Tal vez hoy tendría otro amor. Otra mujer.
Pero no sería el mismo Carlo que soy. Porque soy esto gracias a Camila, o a costa de
Camila. O por desgracia. En verdad no lo sé. Y es mejor así tal vez. Solo tal vez.
No era verdad ninguna de sus palabras, ella había jugado conmigo una vez mas. Estaba
solo. Camila se había ido. Y para mi sorpresa Jorge no había muerto. Todo había sido un
plan de ambos.
Continuara….