Allie.
Despierto envuelta en sus brazos, sus respiración relajada me confirma que aun sigue dormido. Luego de noche en nuestra habitación solo habra una cama. Me muevo un poco para liberarme de su agarre pero me envuelve y se aferra más.
—Alexander Armstrong, déjame despertarme—Lo regaño.
—Anoche no me llamabas así, cuando te folle hasta cansarnos—Bromea con voz adormilada.
—Pero ya no es anoche.
Me suelta y se hace a un lado, logro levantarme y me encamino al baño. —Si te levantas así, desnuda, tan perfecta ¿Cómo quieres que no me quede más tiempo en la cama?
—Eso es culpa tuya. —Me quejo.
—Me culpas de tu descaro—Finge ofenderse.
—No digas tonterías.
Se deshace de la sabana que lo cubre mostrándome su falo erecto—¿Por que mejor no dejas de discutir tan temprano y te prendes aquí?—comienza a masajearlo de arriba hacia abajo despertando mi ser hambriento.
—No hay tiempo, voy a ducharme mientras tu te despiertas por completo.
—Pero deja la puerta abierta, quiero verte mientras lo haces.
—¿Entonces todo esta avanzando muy bien con el asunto de la ascensión?—pregunta Chloé al otro lado de la mesa. A lo que yo asiento.—Cuéntame en que puedo ayudarte, ya veo que te encuentras muy ocupadita por la noche.
No dejo que note el leve rubor que cubre mis mejillas, sin embargo Alex se rie de su comentario. Tomo un trozo de pan de la mesa y lo estampo en su boca, se ve mas bonito cuando esta calladito.
—Los entrenamientos con Kian resultaron muy fructíferos —Le recuerdo a Alec—, ¿quieres ser el primero en comprobarlo?
Suelta una carcajada y luego de hacerle una seña a Josh abandonan la mesa.
—¿Hoy no nos acompaña tu padre?—Pregunto a Lena. Gideon es un hombre madrugador, le gusta levantarse por la mañana, tomar su taza de café y molestarle existencia a Alec con sus planes para la manada.
—Ha estado un poco exhausto, al igual que yo por uno ruidos extraños anoche.
Me ahogo con el zumo de naranja. —no se de que hablas, yo dormi como un bebe.
Lena asiente mientras le da un sorbo a su cafe y ojea el periodico—, Con semejante acomodada de matriz ¿Quien no? No me engañas Allison, no es como que anoche ustedes hayan sido muy discretos.
—Entonces hoy es el dia de molestarme por mi sexualidad—Me quejo—, Chloé tiene sexo todas las noches y no los veo haciendo chistes sobre ello.
—Es que como iban las cosas pensábamos que se terminarían matando el uno al otro y resulto ser cierto, pero en otro escenario.
—¡Lena!
Chloé comienza a reir animadamente y Lena se une, a lo que yo también termino contagiada por sus risas. —No tienes porqué avergonzarte, todos alguna vez tendremos sexo.
—Oh dioses Lena tu...—Niega—, ¿nada de nada?
—¿Que dices? Cuidando a mi padre a duras penas y he logrado pasar del hola con algun muchacho—Responde—, pero si soy una mujer responsable para el futuro y para con ustedes. Cuando me entere que vendrían a vivir con nosotros compre algunas cositas. Debo suponer que no te has cuidado.
Mierda.
Chloé vuelve a reir ante mi cara de horror—, tranquila que estas a tiempo de tomar una pildora.
—Justamente yo tengo. Ya te la traere. —Se pone de pie y desaparece de nuestro campo de visión.
—¿Qué cambio?—Pregunta Chloé—, ¿que cambio en ti para que de repente aceptes estar con Alexander?
No me molesta su curiosidad, es mas la comprendo. Todo este tiempo mi rechazo hacia Josh, hacia su familia, este tiempo viviendo en esta manada, rechazando e ignorando mis sentimientos.
Fue agotador.
—Estoy tan cansada C—Suspiro—, cansada del odio, del rencor, de la tristeza. No quiero seguir luchando contra el destino, contra los sentimientos que se han despertado en mi y por vergüenza conmigo misma, con mi familia… Me he esforzado tanto por todo esto, por la manada, mi padre, por ser lo que se supone que debo ser y cumplir con lo que se supone que esperan de mi, pero me cansé de reprimirme.
Me dedica una mirada cargada de comprensión y aprieta mi mano.
—Sé cómo se siente.
—¿Crees que mi madre lo aprobaría?
—¿A Alec?—Pregunta sonriente—, por los dioses, mi tia lo adoraría. Es un hombre que se preocupa por ti, por nuestra familia, es un líder nato, un hombre admirable en cuanto a todo lo que hemos visto en su manada, en su familia y como plus, aunque no le digas a Josh que he dicho esto—Me saca una sonrisa—, esta muuuy bueno.
—Tienes razón, pero temo a equivocarme, no se siente del todo bien, tengo tanto miedo de comenzar a ilusionarme, a idealizar un futuro y cuando llegue la realidad tocando a nuestra puerta todo se manche por el pasado.
—Lo dices por el Asesino ¿no?—Asiento y se encoge de hombros—, si de algo estamos seguras es que Alexander no es culpable de eso.
—No soportaría el sentimiento de traicionar la memoria de mi madre C
—Y lo tengo claro hermosa.
Una de sus manos sube a mi cabeza acariciando mi cabello y recargo mi cabeza en su hombro liberando algunas lagrimas que ya no podía seguir reteniendo.
—¡La tengo!—Canturreo Lena apareciendo en el comedor con un frasco entre sus manos—, las que estan en este frasco son para planificar, debes tomar una pildora diaria todo el mes. Como ya tuviste acción —Menea sus cejas en un acto infantil—no estoy segura si sea posible que las tomes, entonces debes tomar esta que tengo aparte, es una píldora de emergencia, su composición es un poco diferente por lo tanto es recomendable solo tomar 2 veces al año.
Lena era una mujer noble y una personalidad un poco infantil y juguetona, pero algo que debo destacar es su inteligencia y madurez para muchas cosas.
—Dioses Lena, ¿como sabes tantas cosas si tú aun eres virgen?—Pregunta Chloé y piso su pie por indiscreta.
—Bueno, digamos que tuve cierta familiarizacion con el rubro, yo cuidaba de mi padre y me encargaba de los medicamentos, poco a poco fui aprendiendo algunas cosas de medicina tradicional. —Deja las píldoras en la mesa y hago las cosas tal como me indico.
#16517 en Fantasía
#6458 en Personajes sobrenaturales
#35402 en Novela romántica
#5870 en Chick lit
Editado: 19.11.2024