La resiliencia de Allison Sallow.

|26|

______________

•Medianoche I•

______________

Era un jueves por la noche, la familia se encontraba cenando, Lena y Chloé siempre tan parlanchinas hablaban animadamente sobre la noche, mientras yo mantenía mi mirada pegada a mi plato de albondigas y Alexander Armstrong a mí. Gideon no nos acompañaba en la cena pues estaba un poco indispuesto por el tratamiento que le había administrado Kira, y ella estaba sentada junto a Anne, quien le daba el visto bueno a su hija por decidir salir.

—Pero creo que podemos ir al Heraldo, es lo mas cerca—Dice Lena.

—Estoy sorprendida Lena—Responde Chloé—, el Heraldo es una discoteca, yo creía que querias algo un poco tranquilo, unos drinks y las amigas.

—¿Tu qué opinas Allie?—Pregunta Lena y por primera vez en toda la noche levanto la vista sin intención de toparme con los ojos de Alexander.

—Yo propongo Inferno—Respondo—, es un buen club, excelente ambiente, buenos tragos, buena musica...

—Y muchos chicos...—Se queja Josh.

—Bueno, no es como que al heraldo solo vayan chicas—añado.

—¿De verdad planean salir?—Pregunta Josh haciendo pucheros a Chloé, ante su acto infantil le arrojo una servilleta y suelta una carcajada.

Kira se mantiene en silencio pero expectantes a nuestra conversación. Le echo un ojo cada cuanto, no me intimida, en cierta forma la que debería tener miedo es ella, no me conoce.

—Lo siento "Rojito"—Respondo yo burlándome de su apodo—, pero ya hemos quedado con las chicas, así que no hay otra manera.

—Si—Se suma Lena mirando el reloj costoso en su muñeca— y ya deberiamos ir alistándonos.

—¿Tan temprano?—Esta vez la voz grave y profunda de Alexander es la que interrumpe la conversación.

—Sí, es que debemos recoger a las chicas—Responde Lena a su hermano–, no tienen de que preocuparse, por quién me toman. Parece que no me conocen.

Las risas de Josh y Alexander retumban en mis oídos. Quisiera hablar, quejarme y regañarnos, pero no voy a caer a su estrategia de cruzar palabras.

—Pensándolo bien Inferno no parece mala idea—Molesta Chloé.

—Pero eso esta a casi una hora de camino—Regaña Alexander.

—Por eso—Respondo yo levantándome tras dejar mi plato vacío—, imagínalo, estar a una hora de distancia de ti. Qué alivio.

Les doy la espalda y con una seña Chloé me sigue a la habitación.

—Tengo una misión para ti—Anuncio dentro—, debes entrar a la otra habitación y sacar algo para vestirme.

—Imposible, Alexander acaba de encerrarse furioso—Responde y ambas reímos—, ¿Hasta cuando vas a castigarlo?

—Hasta que me aburra.

—Pasaran años entonces, te estas divirtiendo con esto. —Asegura.

—Un poco.

—Yo también —Confiesa—, es que siento que cuando llegamos aquí nos distanciamos un poco y esto que pasa entre ustedes, nos ha dado una manera de estar mas tiempo juntas. Al principio creí que Josh, con la actitud que estaba mostrando últimamente no aceptaría pero me da mucho gusto que lo entendió.

—Sí... Ya nos hacia falta volver a estar juntas—Coincido —, hablando de eso... ¿Marcel?

—Sigue investigando, cada día me manda mensajes, pero nada. Recuerda el esta haciendo su parte, no hay que presionarlo.

Le doy la razón con un asentimiento y me pongo de pies frente a su armario. Pongo mi pulgar entre mis dientes pensativa. —¿Ahora yo qué me pondré?

Como por obra de los dioses Chloé me hace a un lado y se apodera de su armario. —Por supuesto que no iras en vaqueros y botas negras. ¿quien crees que somos? Vamos a Inferno te recuerdo.

Le doy la razón, el club quedaba un poco lejos pero valía la pena, era un lugar exclusivo donde muchas personas iban a divertirse.

Chloé deja sobre la cama un vestido azul rey con muchos brillos, escote corazón y corto hasta los muslos. Algo que supongo es para ella. Luego deja un vestido negro cuya parte superior es similar a un corpiño y la falda es corta hasta los muslos pero de las caderas cae tela negra transparente hasta los tobillos, solo por los lados, la parte trasera sigue mostrando la falda corta al igual que la frontal. La tela era un poco brillante pero cómoda.

—Ese es para ti—Informa lo obvio.

Me encanta.

—Lo odio.

—Ni modo, no hay nada más que ponerte.

Me adentro al baño y me doy una ducha rápida para darle oportunidad a Chloé de ducharse también. Cuando ella se mete a la ducha, me dispongo a laciar mi cabello con una plancha, cuando he terminado Chloé sale del baño y comienza a vestirse. El vestido azul resalta muy bien su figura y el color le da un buen contraste a su piel.

Me maquillo haciendo una especie de foxy eye en mis ojos y dejando mis labios un poco rojos pero no tan fuertes. Tomo el vestido entre mis manos y comienzo a ponérmelo al finalizar me observo en un espejo que Chloé tenia cerca del tocador. El corpiño sube muy bien mis pechos, la falda marca muy bien mis piernas, la tela se cierne a mi cuerpo muy bien, pero al ser de Chloé se me ajusta un poco a la figura. Tomo unos tacones cerrados de Chloé, estos son plateados.

—Me encanta que nos vemos sexy pero sin rozar la linea de las mujerzuelas.

Ruedo los ojos ante el comentario de Chloé, pero termino cayendo contagiada de su risa. Chloé opto por un maquillaje mas sutil dejando el enfoque en su vestido.

—¿Crees que Lena ya este lista?—Pregunto y los tres golpes en la puerta me lo confirman, así era Lena, es su manera de tocar.

Entra a la habitación en un hermoso vestido rojo que resalta las partes que justo debe resaltar, su vestido le cubre hasta los muslos y sus tacones de Christian Louboutin me dan a entender que Lena no es muy bailadora, en poco tiempo estará odiándolos.

Las chicas salen de la habitación y les aviso que me esperen en el auto. Tomo mi perfume y lo aplico en mi cuello y saco mi cazadora de cuero del armario de Chloé. La presencia de Alexander en la puerta que habían dejado abierta, me saca un susto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.