La Rosa Blanca

Capitulo 3

Miriam

-Buenos días – me levanto Fátima con su habitual entusiasmo

-Buenos días - respondí mientras me tocaba los ojos

-Tienes que alistarte, madre ya ha pasado a avisarnos-en respuesta me levante de la cama tranquilamente y me dirigí al ropero que compartíamos, saque el vestido café oscuro que era un poco simple, solo traía un listón de perlas que me gustaba bastante, lo deje extendido en mi cama y fui a la bañera. Los sirvientes traían el agua hasta el cuarto, nosotras nos encargábamos de echar el agua en la bañera y el aceite floral que madre compraba, yo prefería el que olía a lavanda, pero madre siempre compraba el de rosas.

Al terminar de alistar la bañera, me metí y me lave bien, luego salí, me seque y me cambie rápidamente, mi madre llego a los minutos y me ayudo a peinarme.

-Vamos -dijo cuándo termino de peinarnos a Fátima y a mí. Cuando bajamos, ahí estaban mis hermanas mayores ya listas y sentadas en el comedor, mi madre se sentó como de costumbre al lado de mi padre y nosotros en nuestro puestos, Añgelo llego un poco tarde a comer, pero nadie dijo nada al respecto.

-Buen día, disculpen la demora-dijo, mientras tomaba asiento a la par de Allison

-No hay de qué preocuparse-dijo mi madre sonriente, solo alguien como Añgelo podría llegar tarde a comer y mi madre no diría nada.

-Partiremos después de desayunar, así que coman tranquilamente

Una hora después todos acabamos. Mi padre volvió su despacho después de despedirse de todos y desearnos un exitoso día. Salimos con Añgelo al patio para subir a los carruajes que él había traído. Mis cuatro hermanas se subieron juntas y me dejaron a mí y a mi madre con Añgelo. Él nos ayudó a subir caballerosamente al carruaje.

-Gracias-dije

-No hay de que

Cuando él subió mi madre empezó una larga conversación con él acerca de los nuevos matrimonios que se habían dado esta temporada, él le respondía amablemente.

-Y dígame Añgelo, está usted interesado ya en el matrimonio- al parecer él se puso un poco incómodo

-No madame, por el momento no

-Pero me imagino que alguna señorita ha de haber capturado su mirada

-Por el momento ninguna, el trabajo me mantiene alejado. Pero dígame está usted ya preparando todo para el baile que se dará en el ducado Ernst-Dijo cambiando el tema, mi madre se emocionó más al hablar de ese tema, pues se le había informado que la duquesa quería comprometer a su hijo, y decían que ella deseaba que fuera una de las hijas de sus amistades más cercanas. Mi padre estaba incluido en ese paquete pues él había sido amigo cercano del ya fallecido duque, hablo hasta que llegamos a un lugar donde el carruaje no podía pasar.

-Tendremos que caminar un poco desde aquí-dijo

Bajamos tranquilamente. Mi madre iba adelante con mis hermanas mayores, Fátima iba al lado de Violet hablando de algo.

-Has terminado de leer el libro que te di- pregunto Añgelo

-No, pero pienso leerlo cuando volvamos a casa

-Espero que te guste el final, pero dime que color de vestido quieres

-El que usted desee señor-mi madre nos había dejado claro que no deberíamos pedir más de lo que nos ofrecieran.

-No tienes que decirme señor, me hace sonar mayor, no son tantos los años que nos separan-se acercó un poco más y me dijo-tampoco debes de reprimirte conmigo, somos como familia-le sonreí y él me devolvió la sonrisa- volveré a preguntarte, que color de vestido deseas?

-yo desearía que fuera color rosado, pero mama dice que no me quedan bien por mi pelo-dije mostrándole mi pelo rojizo, él me quedo viendo un rato

-Pues yo creo que te quedaría precioso-sonreí alegremente

Unos minutos después llegamos a la tienda de vestidos, se miraba hermosa desde fuera, el único problema es que la tienda se llamaba François, esta tienda era bastante popular en estos días el problema era que a mi madre no le gustaban sus vestidos, porque para ella eran vestidos muy reveladores

-Añgelo, no podemos ir a otra boutique, esta no es adecuada para mis hijas, ellas son señoritas

Añgelo parecía extrañado por lo que mi madre había dicho-¿Por qué dice eso madame?

-Sus vestidos son muy reveladores, no es como una señorita debería vestirse.

-Vaya- dijo un poco apenado- este es uno de mis negocios - dijo él, mi madre estaba sorprendida- y no creo que los vestidos que madame Liz haga sean inapropiados para las señoritas- mi madre se miraba avergonzada.

-Perdone a mi madre- dijo Liria que al igual que todas estaba avergonzadas-a ella le atrae más la ropa conservadora.

-No hay de que disculparse, sé que para algunos los vestidos que hacen en la boutique no sean adecuados, pero las épocas están cambiando y la moda también, pero no se preocupe madame Liz hace los vestidos como los clientes lo desean.

Mi madre no parecía convencida, pero como era negocio de Añgelo no dijo nada más, mis hermanas por otro lado habían recobrado la emoción, hace días que las escuchaba hablar del deseo enorme que tenían por tener un vestido de esta tienda. Y así paso la mañana entre brillos y vestidos.

 



#13012 en Novela romántica

En el texto hay: familia, romance, amistad

Editado: 18.11.2022

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