Dos días después empaqué para mudarme a los dormitorios. Bajé las maletas del auto y comencé a meter una a una hasta la entrada del colegio. Vicky llegó al poco tiempo para ayudarme.
—Niña, ¿estás segura de que no quieres que entremos contigo? —preguntó Doris cruzada de brazos y mirándome con fastidio.
Entre más lejos mejor.
—Estoy bien, de verdad —insistí.
—Como tú digas —dijo sin mucho esfuerzo, tampoco es que ella se muriera de ganas por ayudarme, le estaba haciendo un favor—. Solo aclárale a tu padre que fue tu decisión.
—Estoy consciente —contesté.
Realmente no eran muchas las cosas que cargaba conmigo; dos maletas, una mochila y una pequeña cajita con mis tesoros.
No quería pasar más tiempo cerca de Octavio, quien no dejaba de mirarme y cada día se hacía más incómodo.
—No olvides lo que dijo tu padre —añadió él—. Tienes que comunicarte cada tercer día.
Esquive su mano alcanzando mi mochila. Su tacto también era incómodo, sobre todo desde que lo leí hasta no hace mucho.
—No, no lo olvido —respondí seca—. Tengo que entrar.
—Y no hagas tonterías mientras no te vigilo —finalizó Doris.
Negué con la cabeza y me adentré a la escuela. Esperaba poder vivir más tranquila lejos de ellos mientras mi padre cumplía su promesa de presentarme con mi hermano.
—No deja de vernos —susurró Vicky a mi lado, entendí a que se refería.
—No voltees —pedí—, es lo que quiere.
—¿No te hizo nada cierto?
—Descuida, hui a tiempo.
—Pero porque no le dijiste a tu padre.
Suspiré. Sí, ese fue mi error, no haberle tenido confianza.
—Vergüenza, quizá…
—Vergüenza debería sentir él —contestó Vicky fúrica, sabía que siempre podía confiar en ella—. La próxima vez, si necesitas ayuda, yo estaré ahí contigo, no voy a dejarte sola.
Le agradecí con la mirada. Solo un poco más, estaba segura de que mi padre y mi hermano, cuando él supiera de mí, me apoyarían o eso esperaba.
Dimos la vuelta, pero una de las maletas se atoró entre los adoquines del camino y cayó al suelo.
—Te ayudo —dijo alguien a mi lado, Franky iba de paso cuando se acercó.
—Gracias —respondí sorprendida por su gesto.
—No es nada. ¿Te mudas a los dormitorios?
—Así es.
—Vamos, entonces —se ofreció.
—¿Tú ayudando?, ¿Lo ordenó tu jefe? —cuestionó Vicky con un poco de desconfianza, sí, era cierto que no éramos tan cercanas a Franky o Conner.
—Qué graciosa Victoria, pero yo también puedo tomar mis decisiones —contestó este siguiéndole el juego—. La maleta.
Entonces Vicky me miró con la misma sorpresa y yo me encogí de hombros. Ella cedió y Franky cargo con ambas maletas, una en cada brazo.
—Gracias por ayudarme.
—Somos compañeros y creo que nos conocemos desde hace años, así que no es nada —mencionó con una sonrisa.
—¿Y tu jefe? —preguntó Vicky.
—En el Palacio. Su padre se lo llevó durante la excursión.
Miré a Franky. Así que esa era la razón por la que se fue sin que nadie supiera.
—Que horrible que ni siquiera eso te permitan disfrutar —soltó Vicky.
—Debió ser algo importante —quise justificarlo.
—Eso pareció —añadió él y después miró a los alrededores, estábamos solos—. Si soy honesto, las cosas en el palacio se están complicando para él. Alcance a oír que ya comenzaron a negociarlo.
Vicky soltó una exclamación de sorpresa y yo miré de uno a otro. No entendía a que se refería.
—¿Eso qué quiere decir?
—Stella —comenzó Vicky tomándome del brazo—. Significa que pronto podrían comprometerlo. Un matrimonio arreglado.
Como si me hubieran golpeado, el aire falto en mí y sentí una gran presión encima. Lo había olvidado, él seguía siendo parte importante de la realeza y su futura pareja debía estar a su altura. Entonces, poniéndome a mí a un lado, de pronto me sentí pequeñita…
—Oh, entiendo —respondí fingiendo estar bien—. Supongo que es algo normal entre la realeza.
—Por desgracia —añadió Franky.
—Pero es demasiado pronto, ¿no? —siguió Vicky.
—Tomando en cuenta que no han anunciado a nadie para su hermano que es el heredero, sí, es lo mismo que pensé.
—¿El príncipe Donovan no tiene princesa consorte?
—Ninguna anunciada, aún —confirmó Franky.
—¿Y por qué Dorian sí? —cuestioné sin darme cuenta.
Ambos me miraron. No había sido discreta, no con el mejor amigo de Dorian a un lado mío y eso me avergonzó un poco.
—Perdón, es que estoy sorprendida.
Entonces él soltó un suspiro antes de continuar.
—Bueno, no sé si está bien decirlo, pero cuando su padre fue por él y alcance a oír lo de la negociación, también le prohibió acercarse a ti.
—¿Cómo? —preguntamos Vicky y yo al mismo tiempo.
—¿Por qué? Yo solo soy… su… —¿amiga?, ¿compañera de clase?
—¡Ay, por favor, Stella! —me regañó Vicky con empujón en el hombro— No pueden engañarnos a mí que soy tu mejor amiga y a él —señaló a Franky con la mirada— que es el subordinado más cercano a Dorian.
—Mejor amigo.
—Lamebotas, mejor amigo. Si el rey te mencionó, es porque sabe que de los gustos de su hijo y, por tanto, te considera una amenaza. ¿Qué hará ese idiota para salir de esta?
Miré a mi amiga, conocía a Dorian y sé que algo que toda la vida ha tratado de conseguir es la aprobación de su padre, pero si él se lo pedía, era bastante probable que no le quedará de otra más que obedecerlo…
—Es probable que lo mejor sea que no le cause problemas —dije desanimada—. Quizá si me alejo…
—No lo hagas —intervino Franky para mi sorpresa—. He estado más de diez años junto a él y por eso sé muy bien cuándo se siente abatido o se emociona. Lo que quiero decir, es que cuando te fuiste, Dorian se encerró en sus estudios. Es cierto que a veces salía con alguien en ocasiones muy dispersas, pero la mayor parte del tiempo, parecía no emitir ninguna emoción. Recuerdo que, en una ocasión, la reina Margaret, habló conmigo, me preguntó si sabía por qué su hijo se veía desanimado. No lo entendí en ese entonces, pero tenía mis sospechas. Y las confirmé cuando volviste, Dorian se convirtió de nuevo en ese niño con el que peleabas cuando éramos más chicos. Otra vez era más alegre, más entusiasta y planeaba más cosas que solo estudiar. No lo dejes solo otra vez, hasta yo me doy cuenta de cuanto se complementan.
#2703 en Novela romántica
#546 en Fantasía
#355 en Personajes sobrenaturales
romance, princesa realeza romance principe, enemytolovers romance odio amor
Editado: 30.07.2025