La rosa blanca y el pájaro ruiseñor

113. Stella

Simón ya estaba en la entrada de la escuela, los oficiales que resguardaban la puerta le permitían esperar en las jardineras contiguas. Apenas me vio se puso de pie y se acercó para tomar mi maleta.

—¿Lista? —preguntó con una amable sonrisa.

Miré sobre mi hombro. Había dudas en mí, demasiadas, para ser honesta y debí ser un libro abierto en ese instante porque Simón lo notó.

—¿Puedes darme treinta minutos más? —pregunté esperanzada.

—Tómalos con calma, no tenemos tanta prisa, siempre y cuando nuestro viaje no pase de hoy —afirmo.

Agradecí con la mirada y me di la vuelta. Dorian venía a toda velocidad y se detuvo en cuanto yo me giré.

El miedo en su rostro cuando vio mi maleta me hizo sentir fatal. Tenía que explicarle.

—Stella —me llamó con un nudo en la garganta.

—Treinta minutos —volví a repetirle a Simón, dejándole también mi mochila y después camine hacia Dorian, lo tome de la mano y lleve conmigo—. Vamos, no me queda mucho tiempo.

Él me miró totalmente confundido, pero no se quejó.

—¿A dónde vamos? —preguntó aturdido.

—No lo sé, Vicky me dijo que ibas a mostrarme algo.

Dorian meneo la cabeza intentando comprender lo que pasaba, se recompuso y después comenzó a guiarme,

—¿Ibas a irte? —preguntó recuperando su tono de voz— ¿Sin decirme nada?

—Y tú ibas a hacer una cena aparte del baile, sin consultarme —acaté.

—¡Sí, porque se supone que era sorpresa!

—¿Y si me corrían de la escuela, justo como ahora?

—¿Crees que sabía que esto iba a suceder? Por supuesto que iba a abogar por ti —reclamó sin soltarme la mano.

Giramos por una esquina.

—Pudiste haberme dicho lo que tenías en mente, así no hubiera hecho tontas suposiciones y aceptado irme esta noche —continúe con mi reclamo sin sentido.

—¿Cómo iba a saberlo? Ya te lo dije, era sorpresa. ¿Sabes lo que significa la palabra sorpresa?

—¡Sé lo que significa la palabra sorpresa!

—Entonces sabes que era yo quien quería sorprenderte a ti y no tú a mí.

Giré a verlo, el aire que nos golpeaba al caminar nos desacomodaba algunos mechones.

—No era mi intensión irme de un día para otro.

—Pero sí irte sin avisar.

—Lo pensé por un momento, pero no pude, por eso salí a buscarte —expliqué casi gritando.

—Ah, ¿sí? Y yo te estaba buscando a ti —exclamó del mismo modo.

—¡Pues aquí me tienes! —grité parándome frente a él.

Durante nuestra discusión, no me di cuenta en qué momento llegamos al invernadero. Salí de mi habitación a buscarlo después de que Vicky me dejará sola reflexionando si valía la pena irme sin decirle lo mucho que me importaba y tenía razón. No iba a hacer lo mismo que hace cuatro años, esta vez se me permitía hablar antes de salir. Cuando no lo encontré, me percaté que no faltaba mucho para que se dieran las ocho y llegará Simón, es por eso que opté entregarle mis cosas y pedir los minutos extra.

Y así es como al fin llegamos a esto.

En medio del invernadero, con luces navideñas, flores y una pequeña mesa con nada de comida, porque las cosas no salieron como esperábamos.

—No entiendo lo de las luces —dije para soltar parte de la tensión—, pero no se ven mal.

—Si, ¿verdad? —contestó del mismo modo— No era lo que esperaba, pero viéndolas bien, no desentonan tanto.

Su gesto nervioso, el mío igual, su pelo revuelto después de correr y mi suéter abierto de todo el movimiento solo provocaron que risas sinceras salieran de mí.

Dorian no se resistió y se contagió de mi gesto.

—Esto no era como lo tenía planeado —confesó entre risas.

—¿Y cómo era? —pregunté del mismo modo.

Poco a poco Dorian dejó de reír y comenzó a admirarme. Enseguida su mirada encontró la mía. Yo sentí calor en mis mejillas y pude notar color en las suyas. El recuerdo de él cuando teníamos ocho años vino a mi mente y me di cuenta de que esa vez no estaba sonrojado por enfado, sino por rubor, pero en aquel entonces era tan pequeña para saberlo.

—Se supone que no iríamos al baile con el resto de la escuela, sino que tendríamos nuestro propio baile, tú y yo, aquí, en el invernadero.

—¿De verdad?

Dorian asintió.

—Claro, antes de que sucediera todo lo del robo y lo que vino después —añadió decepcionado, sin embargo, no le duró mucho porque volvió a mí con la misma energía que antes— ¿En serio pensabas irte sin decirme nada? —cuestionó.

—¡No! —me defendí— Bueno, sí al principio lo consideré, pero después lo pensé mejor y no podía irme sin antes verte. Te estuve buscando por toda la escuela.

—Yo también te estuve buscando por toda la escuela —coincidió.

Nos miramos. Él tenía el pelo alborotado y yo muy probablemente estaba igual, pero no importaba. Dorian siempre se veía lindo aun si su cabello castaño oscuro era un desorden.

—No quería irme sin despedirme —expliqué—. Es solo… es solo que sabía que si te veía no iba a querer irme —confesé.

Dorian me observó consternado y alzo una mano, él me acarició la mejilla.

—Ya deberías saberlo, yo tampoco iba a dejarte ir —mencionó más tranquilo.

Me sentí conmovida y por instinto, recargué un poco mi cabeza en su mano y me acerqué un paso a él.

—No quería irme sin antes decirte lo mucho que me importas —susurré y Dorian se acercó un paso más—. Me gustas.

—Yo a ti te quiero —dijo con sus ojos bien puestos en mí y yo me sorprendí—. Y no es ahora que regresaste. Desde hace años, desde antes de la disculpa en las gradas, había algo que me negaba a aceptar y cuando decidí arriesgarme te fuiste —contó—. ¿Sabes el miedo que sentí al pensar que eso se iba a volver a repetir?

—No sabía que te afecto tanto hace cuatro años —confesé aturdida.

Dorian me miró con tristeza y yo no quería eso. Sentía urgencia por consolarlo.

—Te quiero Stella, siempre te he querido, pero de un día para otro te fuiste sin avisar —comenzó colocando mi mano sobre su pecho—. Me encerré en mis calificaciones y te busqué en otras personas, siempre sin éxito. En serio pensé que solo era la emoción de mi adolescencia, pero entendí que no cuando volví a tenerte cerca de mí. No eres una simple emoción ni un capricho eres alguien importante para mí. No quiero que te vayas, no quiero perderte de nuevo, no ahora que…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.