Los últimos días de clases comenzaron y la calma tras el caos del festival, la falsa acusación y el tener que despedirme de Stella me dejaron agotado y vacío.
No iba a mentir, me estaba costando concentrarme.
Ahora mismo, solo podía observar a través de la ventana, recargado sobre mi mesa y perdido en mis pensamientos.
A mi lado escuchaba el cuchicheo de Franky y Conner, en ocasiones les entendía en otras solo eran un ruido más.
—¿Está bien? —preguntó Roen en un susurro.
—Esta deprimido desde que su novia lo dejo —respondió Conner.
Y estas eran una de esas ocasiones en que si entendía lo que decían.
Fruncí el ceñó.
—Mi novia no me dejo —reclamé sin mirarlos.
—Eso dice, pero el mismo día que le dijo que sí, se fue del país —añadió Franky.
—Pero no me dejó —volví a reclamar.
—Ah, relación a distancia. Lo siento mucho —combinó Roen con los otros dos.
Yo gruñí. Lo estaban haciendo apropósito.
El profesor entró y comenzó la ultima clase. Si miraba hacia abajo, ese lugar vacío me hacía sentir preocupado. No había logrado saber nada de ella y aunque me repetía que debía ser porque todo fue secreto, de igual manera los pensamientos intrusivos no me daban tregua.
Ella está bien, me repito, las malas noticias son más rápidas de llegar.
Pero… ¿Cuánto tiempo estará lejos de mí?
Sin darme cuenta, la ultima hora se acabo y volví a mirar abajo. No iba a encontrarla, eso lo sabía, pero lo seguía haciendo, mantendría la bonita costumbre.
Victoria también miraba con nostalgia el lugar a su lado, Stella también era muy importante para ella.
Suspiró y comenzó a guardar sus cosas.
Hoy no había sesión y se dé sobra que Vicky tampoco tenía mucho que hacer sin Stella. Por eso cuando pasé a su lado me detuve para hablarle.
—Hoy darán cordero en el comedor. ¿Quieres acompañarnos?
Vicky me observó y después a los chicos, Franky fue quien se acercó más a tomar el suéter de ella que descansaba en su silla.
—No suena mal —respondió sonriéndole a Franky.
—Vamos —dijo Conner, caminando junto a Vicky, le ofreció uno de los dulces que siempre cargaba consigo y ella aceptó.
—¿Tienes el trabajo de la clase pasada? —preguntó Franky a Victoria.
—No, no pude concentrarme en hacerlo. Todo lo referente al festival me dejó agotada.
—Igual a mí.
Ellos comenzaron a platicar. Me di cuenta que de un tiempo acá, ahora nos llevábamos mejor y ya que no estaba Stella, bien podía decirse que acabábamos de adoptar a Vicky. Eso le haría gracia, estaba seguro. Sonreí al imaginarme a Stella reír.
La extrañaba demasiado.
—Tierra llamando a Dorian —escuché de pronto, era Vicky pasando su mano frente a mí—. ¿Vas a sentarte a comer o vas a quedarte ahí parado?
Ni siquiera me había dado cuenta en que momento llegamos al comedor, le alejé la mano y tomé asiento.
—Esta así desde que su novia lo dejo —dijo Franky.
—¡Que no me dejo! —espeté y los tres comenzaron a reírse.
No me cabía duda, sería su burla los próximos días.
Entre comentarios burlescos hacía mí, la amena platica de Victoria con los chicos y la comida que por alguna razón hoy no tenía demasiado apetito, la hora pasó rápido. Sin embargo, al poco tiempo noté como entraban varios alumnos, aunque la hora de comer estaba pasando, varios aún no se iban.
—Jamás entenderé la idea de tener televisores en el comedor si no van a utilizarlos —se quejó Vicky y Conner coincidió con ella.
—Se usan solo en ocasiones especiales —explicó Franky.
—Apuesto a que ni siquiera funcionan —volvió a decir.
—Lo mismo creo —combinó Conner—. Desde que comemos aquí, jamás los he visto funcionar.
—Es porque no hemos estado aquí cuando los prenden —explique, pero Vicky y Conner hicieron equipo para llevarnos la contra a Franky y a mí.
—Me retractaré en el momento en que vea, aunque sea uno, prendido —comentó Victoria, lo que animó mi competitividad.
—Bien, y tendrás que pedirme disculpas.
De pronto, uno de los televisores se encendió llamando la atención de los cuatro.
—Me retracto, pero no te pido disculpas —espetó ella.
Rodeé los ojos. Si bien, se había encendido, lo que más comenzó a llamar nuestra atención fue el hecho de que varios alumnos se congregaban alrededor. ¿Qué estaba sucediendo?
Franky mantuvo su vista fija en la TV antes de darme un manotazo para que también viera lo que él. Mis ojos se abrieron demasiado cuando me percate que era un anuncio de parte del reino de Rosnia.
Escuché a Vicky soltar una exclamación y nos miramos de soslayo.
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Editado: 23.07.2025