La rosa blanca y el pájaro ruiseñor

154. Vicky

Pero no todo era miel sobre hojuelas. Mientras que muchas ocasiones éramos testigos de su complicidad y lo mucho que se querían, seguían siendo Dorian y Stella, por Dios, esos dos se querían tanto como peleaban. Y es que al tener que llevar su relación en secreto, era usual ver una que otra discusión fingida que sin querer escalaba a realidad.

Como cuando Dorian contó en el salón aquella vez de la guerra de comida de niños y dijo que el cabello de Stella se confundía con el de un fideo.

Varios se rieron, pero mi amiga se sintió incomoda y eso le molestó tanto que le reclamó en privado, no sin antes arrojarle un par de cojines porque Dorian no podía evitar reírse nervioso…




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