La rosa blanca y el pájaro ruiseñor

141. Stella

Iba corriendo por toda la escuela con la esperanza que mis piernas no me fallaran y mucho menos acabara con la energía que me quedaba. Busqué por todas partes a ese par de nerds, presidente y vicepresidente del club de fans “de su alteza”.

No podían estar muy lejos, estaba segura que se encontraban en la biblioteca haciendo un repaso de las clases que su amado príncipe no había tomado, para ponerlo al corriente. Así que me atreví a entrar aun cuando podían regañarme por la manera tan brusca en que me presentaba.

Recorrí cada pasillo hasta visualizarlos. Entonces los hallé en las mesas de estudio haciendo apuntes con mucho fervor.

—¡Conner, Franky! —dije en voz alta y la secretaria más cercana me hizo un “shh”— Al fin los encuentro —ignoré el regaño.

Ambos se volvieron a verme con ojos curiosos.

—Señorita De Vires —me volvieron a llamar la atención.

—Discúlpeme —susurré y me dirigí de nuevo a ambos— Tienen que ayudarme. ¡Son los únicos que pueden detenerlo!

Sin decir nada intercambiaron una mirada sorprendida antes de volver a mirarme.




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