La rosa blanca y el pájaro ruiseñor

169. Stella

No llegue a la hora que Dorian y Vicky acordaron, pero al menos lo hice antes de que mi hermano llegará a Saltori.

Ambos habíamos sido invitados al banquete en honor a la princesa Farah de Fairspren y por eso Victoria ansiaba dejarme esplendida para la noche.

Todo lo que tendríamos que abstenernos de pasar tiempo juntos durante el banquete lo compensamos con nuestra salida al festival ayer por la noche.

Fue difícil tener que despedirnos porque ninguno quería alejarse del otro, pero él tenía que ir al castillo y yo venir con Vicky para arreglarme y que mi hermano me recogiera.

Stefan estaba al tanto de que mi relación con Dorian era secreto por acá. Aunque últimamente tenía la sensación de que nos habíamos descuidado saliendo más de la cuenta fuera de la escuela, pero Dorian decía que no había nada que temer.

—Listo —dijo Vicky y se alejó de mí para acercarme al espejo más cercano—. ¡Estás preciosa! El vestido de tu modista, con mis accesorios te resaltan todavía más.

Vicky me abrazo por los hombros y sonreí.

—Como siempre, eres la mejor —alabé, sin embargo, después de recibir el cumplido, pude notar un poco de duda en su rostro.

—¿Qué sucede?

—¿Se están cuidando? —preguntó de pronto.

Asentí con la cabeza.

—Sabemos lo que conlleva y es muy pronto para un compromiso así de grande. Él es muy lindo conmigo y también responsable. Y yo también pongo de mi parte —aclaré, lo cual era cierto, últimamente nos dejábamos llevar, pero también habíamos hablado de eso y como nos cuidábamos.

Vicky suspiró un poco más tranquila y me abrazo más fuerte.

—Te creo.

Le correspondí el abrazo y agradecí su apoyo. Vicky era un pilar en mi vida y no sé qué sería de mí sin ella. Me conocía y la conocía tan también que sabía que aún se sentía preocupada, porque no estaba usualmente parlanchina hablando del buen trabajo que hizo conmigo esa noche.

—Tengo un mal presentimiento —confesó—. Me preocupa que últimamente se estén relajando mucho con su relación.

Así que no era únicamente percepción mía. Me volví a verla a los ojos y sonreí para que se tranquilizará.

—Quizá si nos hemos relajado, pero haremos las cosas bien, lo prometo. Dorian no me haría daño, ni dejaría que me hagan y lo mismo de mi parte.

—Recuerda que ha pasado un año desde que te presentaron como princesa y él todavía no cancela el compromiso. —Una pequeña punzada de preocupación se hizo presente, pero volví a respirar, confiaba en Dorian y él en mí, lo sabía desde el corazón— Y nos quedan un par de meses para terminar el colegio.

—Lo sé, pero todo estará bien. Yo… quiero que vaya conmigo a Rosnia —conté—. No quiero volver a estar lejos de él, por eso quisiera que vaya conmigo.

—¿Cómo harás eso? —preguntó Vicky con sincera preocupación.

—Mi hermano está restaurando la corte y Dorian no es heredero aquí, así que…

—¡No! —interrumpió sorprendida— ¿Lo dices enserio? —asentí con la cabeza— ¿Qué hay de mí, no hay un puesto para mí?

Me reí y ella hizo un puchero.

—Si tus padres lo permiten, por supuesto que sí. Como podría irme sin mi mejor amiga. Necesitare a mi dama más cercana, ¿no?

Entonces Victoria levantó las manos y brinco cual niña pequeña. De nuevo me dio un pequeño abrazo y comenzó a imaginarse su vida como mi doncella en el palacio.

Seguimos hablando del futuro. De la idea de mi hermano de llamar a Dorian para un puesto durante un año, sabía que sería más que suficiente para ganarse su confianza.

Y no, no lo hacía por mí. Stefan le tenía puesto un ojo encima desde que Valentina lo investigo y veían potencial en él, pero lo hizo a un lado mientras reacomodábamos las cosas en la corte.

Claro que, Stefan no quería decirlo en voz alta, porque sus celos no se lo permitían, pero volvió a tocar el tema hace poco y lo consultó conmigo porque creía que sería bueno estuviera enterada de sus planes.

Si existía la posibilidad, esta noche, Stefan quería hablarlo con los reyes de Saltori.

Y por esa razón era muy importante que causáramos buena impresión como invitados en el banquete de hoy por la noche.

Me sentía nerviosa porque Vero también estaría ahí y todos teníamos un acuerdo, pero no evitaba sentir un poco de incomodidad mientras ellos debían fingir.

Dorian me quería y yo a él. Eso es todo lo que debía importar.

Cuando mi hermano llegó agradeció la hospitalidad y apoyo que la familia de Vicky me brindaba, sabía de sobra que también serían recompensados a futuro.

Tuve que despedirme de mi mejor amiga y ella nos deseó una excelente noche.

Iba a necesitarlo, sus palabras resonaron en mí, aunque fingí que estaba bien.

Vicky tenía razón, esta sería una noche complicada y el inicio de mis preocupaciones.

***

Llegue tomada del brazo de mi hermano a la cena en el castillo principal de Fairspren. Desde hace un año, después de mi presentación, la princesa Farah había insistido en que Stefan y yo acudiéramos a un día de paseo junto a ella y sus hermanos, el príncipe Theo y la princesa Camilla, pero mi hermano siempre declinaba la invitación para otra ocasión. Valentina no dejaba de bromear con que ella quería hacer puntos con él.




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