Extra.
Este episodio es más un alivio comico. No tiene mucho aporte, por lo que si no les interesa pueden brincarlo. Si se quedan, disfrutenlo mucho.
______________________________________________________________________________________
El aparato pequeño que estaba sobre la mesa sonó.
—¡Oh! Es mi orden —dijo Simón— Ya regreso.
Simón se levantó y fue a por su pedido. Ahora mismo, Stefan, su mejor amigo y Valentina estaban desayunando en una plaza comercial no tan lejos del hotel.
Vale le había obligado a usar una gorra para “cubrir” su identidad. Solía decirle que parecía un idol.
Stefan la observó, la chica estaba tan concentrada disfrutando de su comida. Hacía gestos de emoción cada que daba un bocado y para el príncipe eso le parecía… divertido.
Recordó la noche anterior. Desde que habían aprendido a confiar el uno en el otro, la veía alegre, bromista y divertida, muy diferente a la chica agresiva que era al principio. Y aun así no sabía mucho de ella.
—No seas tan duro con el muchacho —comentó de pronto la chica y Stefan dio un respingo, se había perdido en sus pensamientos—. Quiere mucho a tu hermana.
—Estoy seguro que tu también cuidarías de tus hermanas su tuvieras —respondió Stefan, alzando su taza de té.
—Tengo. Una mayor y una menor. Soy la hermana, de en medio —especificó sin mirarlo, la mora azul no se dejaba agarrar—. Sé que, si estuvieras en su puesto, no te gustaría que te lo hicieran.
—¿Tienes hermanos? —preguntó cauteloso, ella seguía sin mirarlo.
Stefan se había percatado que todo lo referente a comida dulce siempre tenía la atención de Valentina, más no le reprochó.
—Tres mayores —contestó y enseguida se hecho un bocado del pan dulce cubierto de frutos rojos, cerró los ojos saboreando su comida y luego continuó—. Soy casi la más pequeña. Somos seis, antes éramos siete.
—Lo siento mucho.
—Gracias… —Hizo una pausa, bajó los cubiertos y desvió la mirada— Cuando estas en este tipo de trabajo, sabes a lo que te expones —añadió culpable, pero enseguida sacudió su mente y cambio de tema—. En fin, que con esos tres me basta.
—Cinco, querrás decir. Tienes cinco hermanos.
—Cierto, somos una familia numerosa, pero yo me refería a otra cosa con mis tres hermanos —aclaró con una sonrisa burlesca, Stefan no supo como interpretarlo y eso dio cabida para que Valentina pudiera jugar con él si lo deseaba—. Te lo dejo de tarea.
—¿Qué significa eso? —preguntó preocupado y Vale solo se burló.
—Nada.
Ella volvió a su comida y Stefan tomó otro sorbo de su té. De un tiempo acá se daba cuenta que estando cerca de Valentina, se sentía extrañamente tranquilo.
¿Sería porque lo poco que le contaba de su vida, siempre lo hacía con gracia?
La miró de reojo, la mora rebelde finalmente fue cazada. Y el príncipe se rio para mis adentros.
Habiendo tocado el tema de los novios de las hermanas, hizo la pregunta...
—Por cierto.
—¿Dime?
—Pasaron la noche juntos, ¿cierto?
Valentina soltó su tenedor y la miró sorprendida.
—No —mencionó rápido, aunque la mano le tembló al tomar su bebida de la mesa.
—Vale…
—No sé. Es joven, déjala vivir su vida, feliz con sus amigos —añadió con una risa nerviosa.
Stefan le dedicó una última mirada antes de permitirle que diera otro bocado. Esperó a que se lo pasará y así terminó la conversación.
—El muchacho tenía el labial de mi hermana en el cuello.
Esta vez, Valentina casi se ahoga con su bebida.
#2698 en Novela romántica
#547 en Fantasía
#356 en Personajes sobrenaturales
romance, princesa realeza romance principe, enemytolovers romance odio amor
Editado: 23.07.2025