La Rosa carmesí

El despertar de la rosa

Pasamos el resto de la semana en la playa. Era crudo volver a la ciudad, pero al menos podría ver a mi madre.

—Ya estoy.

¿Mi madre no está en casa?

Me senté en el sofá y cogí la nota que estaba en la mesa de centro.

Tailer cariño fui a la tienda, hay un regalo en tu cuarto, te amo.

Caminé hasta mi habitación extrañado, al llegar vi una enorme caja roja con un listón verde. Tenía la intención de esperar hasta que mi madre llegase para abrir el paquete, así que me senté en mi rueda silla y me distraje hablando con los chicos por WhastApp.

Al menos eso hice hasta que la caja comenzó a moverse. Me acerqué y quité la tapa dudoso. Una nariz se asomó y me hizo caer al suelo de espaldas. Al verme el cachorro de Golden saltó sobre mí lamiendo mi rostro.

—Oye basta me dan cosquillas.

El susto inicial cambió por una risa confusa.

¿Por qué me regalaría un perro?

— ¿Te gusta?

Volteé mi cabeza como pude a la puerta. Mi madre me miraba emocionada y con cámara en mano.

—Es preciosa...gracias nunca había tenido un perro.

—No es a mí a quien debas agradecer.

Y ahí está, esa voz de énfasis...

— ¿Si no?

—Mira la nota.

— Con cariño de la princesa del cuarzo. ¡Es de Caroline! ¡Me ha regalado un cachorro!

— ¿Y cómo le pondrás?

—Le pondré Luck.

Mi madre me miró con una cara que me hizo lamentar internamente no tener el celular encima.

— ¿Por qué?

—Así podré llamarle Lu... ¿cierto preciosa? ¿Quién es una perrita linda?

***

Esa tarde salí y compré todo lo que Lu necesitaba, incluso dejé su cama junto a la mía (un punto muy estratégico). Al llegar la noche comenzó a llorar, le alcé con cuidado para subirle a mi cama y se acomodó.

—Lu...hoy es el día. Papi debe salir por unos días, no tardaré, ¿sí?

A la mañana siguiente me despedí de mi madre y partí rumbo a la casa de mis tíos. Es un viaje anual que realizamos nosotros junto con los Robinson, dado que Caroline tiene a sus padrinos en esa ciudad.

Tomé sin ánimos mi vuelo de cinco horas a casa de mis tíos. Mi madre no me acompañó esta vez, dijo que tenía asuntos pendientes, supongo que como novelista tendrá sus razones.

***

Casi seis horas después llegué en estado zombie al aeropuerto. Llamé un taxi y fui a casa de mis tíos. Mi maleta apestaba, tuve que usar unos guantes de látex de mi botiquín de viaje para cargarla.

Quizá con que cosa fue cargada...

Llamé a la puerta, no estaban, llamé por segunda vez y nada. Busqué bajo el tapete.

¿Aún dejan ahí las llaves?

Entré dejando mi maleta a un lado y cerrando la puerta.

— ¿Hay alguien en casa?

Si con eso no responden...

Antes de darme cuenta ya me arrastraba al sofá, en cuanto mi cuerpo cayó sobre sus cojines me dormí. Desperté pasadas las diez y para mi mala pata no había nadie en casa, decidí salir estar encerrado me enferma.

Lo sé, es raro para alguien que es un viciado en Smite.

***

Estaba caminando a casa luego de visitar un KFC relativamente cercano. Por esa silenciosa calle de la ciudad vi como un ebrio se tambalea al caminar.

Es momento de divertirse.

Soltó de una manera que daba arcadas siguiendo su camino.

Quizá cuántas se había bebido.

Una corazonada me hizo seguirle, entonces cruzó la avenida y lo recordé, era Jasón, el ex novio de Caroline. Me acerqué hasta él con las manos en los bolsillos.

—Hola amigo, ¿te puedo ayudar?

Si me lo preguntan, sí, soporté las ganas de vomitar.

—Shie...

Es impresionante cuando ves a alguien de mirada desorbitada, apenas y logra enfocarte, es casi como si fuera un pez o algo.

— ¿Qué puedo hacer por ti?

—Mi casa es doblando la cuadra...

Y entonces cayó desmayado.

Joder no puedo creer esto, ¿está mal si lo dejo aquí? No, esta es mi oportunidad, esperaré a que despierte y aclararé todo con él, así se alejará de ella por una vez.

Qué asco no quiero tocarle, se me pegará algo.

Al sacar las manos de mis bolsillos cayeron enrollados mis guantes. Me los puse y comencé a buscar en su chaqueta las llaves. Luego de encontrarlas le cargué en mi espalda y avancé.

Es tan bruto que solo usa una llave.

La casa de Jasón la conocía de antes, digamos que más de una vez fui arrastrado por mamá para que acompañara a Caroline.

Claro...ni la madre de Caroline ni la mía tenían idea de qué clase de tipo era realmente Jasón.



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En el texto hay: violencia explicita, muerte, amor amistad

Editado: 31.10.2019

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