La Rosa del Criminal - 2

Talento

Siento mucho no haber actualizado durante mucho tiempo. Mi editor no está disponible en este momento por lo que no pude actualizar los capítulos. A partir de ahora, se actualizarán las primeras ediciones. Pronto los editaré y los volveré a subir. Gracias por esperar.  

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25 - Talento

Frotándose las palmas de las manos con nerviosismo, siguió esperando su llegada. Todo el mundo en su entorno estaba bailando y disfrutando, menos ella, ya que no tenía a Michael con ella para disfrutar y tampoco estaba de humor para esas cosas. Se había esforzado mucho para que su representante aceptara su nombre en la lista. Desde el momento en que supo que Guren había aceptado asistir, no pudo controlar su emoción. Su nerviosismo estaba adquiriendo un cariz y no podía dejar de ensayar cómo comportarse delante de él. Quería que sucediera a cualquier precio, así que no le pidió a Michael que la acompañara al evento, ya que sentía que lo estropearía con su actitud.

En cuanto entró, todas sus compañeras de oficina se dirigieron hacia él entregándole ramos de flores, dándole la bienvenida. Sus labios se curvaron con una amplia sonrisa al ver al hombre, que parecía aún joven incluso a sus cuarenta años. Como era el mentor de la madre de Michael, ella esperaba que fuera demasiado mayor, pero durante su investigación llegó a saber que sólo era siete años mayor que su madre y que obtuvo el reconocimiento internacional a tan corta edad.

—¡Vaya! Todavía está muy guapo.—  dijo Melisa admirando su alta y musculosa figura y los brillantes ojos azul oscuro.

Avanzó junto a sus dos guardias de seguridad captando la atención de todos. Al llegar al escenario dispuesto para los invitados, su mirada se posó en Rose, que parecía más que feliz con su presencia, pero él la ignoró y siguió hablando con el jefe de la empresa. Después de unas cuantas presentaciones y apreciaciones formales, la fiesta comenzó y todos se dedicaron a bailar y a comer mientras Rose seguía encontrando la manera de hablar con él.

Siempre estaba rodeado de gente lo que hacía imposible que ella lo conociera. Ella no le quitaba el ojo de encima y eso lo notó Guren y se excusó de la gente que lo rodeaba. Cuando comenzó a alejarse, Rose lo siguió y se detuvo de repente haciéndola temblar. Se dio la vuelta y le preguntó  —Eres Rose, ¿verdad? —

Ella se quedó con la boca abierta por la sorpresa e inmediatamente asintió con la cabeza, respondiendo   —¡Sí! —

 

 

—Sentémonos y hablemos. —

Ambos se sentaron en las sillas ignorando todas las miradas a su alrededor. Las piernas de Rose no dejaban de temblar y el nerviosismo en ella se multiplicaba muchas veces haciéndole olvidar las palabras que se disponía a pronunciar frente a él.

—G-Gracias por su tiempo.— Ella sonrió y él no pudo evitar su mirada.  —C-Cómo sabes mi nombre?— tartamudeó ella.

Él tomó un sorbo de su bebida y dijo —Una chica llamada Rose trató de ponerse en contacto conmigo en múltiples ocasiones, quería conocerme, intentó mi cita, y unos minutos antes, para mi sorpresa, llegué a saber que el nombre de la chica que me recomendó para este evento era Rose.—

Ella agachó la cabeza un poco avergonzada aunque lo que hizo no fue nada malo.

Él continuó : Lo hiciste intencionadamente, ¿verdad?

Ella se mordió los labios tratando de serenarse pero sus palabras no pudieron mantener la calma.

—¡Rose! Soy demasiado viejo para ti. Tengo casi la edad de tu padre.—

Sus ojos se abrieron de par en par y levantó la cabeza moviendo negativamente.  —No, no, no... señor, no es así... I... I... —

Guren se rió con su estado de tensión y le dijo        — ¡Relájate! No estabas hablando nada. Sólo para que abrieras la boca he dicho eso.—

Ella soltó una risita nerviosa y lo miró fijamente reuniendo toda la confianza que necesitaba. Habló  —  Señor, necesito su ayuda.—

—Te escucho.—  Él se cruzó de brazos, prestándole toda su atención.

 —Señor, usted ha sido un buen mentor, un maestro, además de un buen artista. Sé que has dejado de ser mentor de la gente, pero realmente necesito tu ayuda.—

—¿Quieres que te guíe?—

—¡No! Yo no. Mi... novio. Es realmente un buen artista. Si eres su mentor, se convertirá en un gran artista. Por favor, ayúdale.—

Guren sonrió al notar su inocencia. Tomó otro sorbo de su bebida, diciendo —¿Cómo puedes esperar que alguien desconocido para ti te ayude? ¿Por qué voy a hacerlo?—

 —Porque no eres como los demás.—   Dijo ella y él frunció las cejas. —Conozco tu pasado. Alentaste a los nuevos talentos y los asesoraste sin esperar nada de ellos. Nunca quisiste que el talento de alguien se desperdiciara.—

 —¡Rose! Puede que tú también sepas esto... que en mi pasado sólo guié a gente con talento. Ahora la mayoría de la gente hace alguna tontería y la llama como talento. No quiero perder mi tiempo en eso. Además, me retiré de todas estas cosas.—

— Señor, supongo que no hay jubilación para esto porque usted hace arte no con la mano sino con el corazón.—

Guren sintió que su mundo se detenía por un momento al escuchar de nuevo esas palabras. Solía decir esas palabras a sus aprendices y a sí mismo cada vez que decidía abandonar o elegir un método fácil para ganar dinero en lugar de seguir su pasión o cada vez que alguien le criticaba. Esas palabras despertaban muchos recuerdos que estaban enterrados en su interior.

— ¿Por qué dices eso?— preguntó sintiéndose un poco extraño.

Ella le dedicó una pequeña sonrisa, diciendo  —¿Te he hecho recordar tu pasado? Sé que estas son tus palabras. Las palabras que solías decir a tus aprendices. Mi novio es el hijo de uno de tus aprendices.—    Sacó su móvil de la cartera y le mostró las fotos de los cuadros de Michael. Aunque parecían un arte poco profesional, se quedó maravillado con ellas. Pudo ver el hermoso arte defectuoso que podía convertirse en impecable bajo una buena guía y hacer que la obra imperfecta fuera perfecta.




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