La rosa del destino

Un fuerte percance (rosalía)

- Al día de ayer cambiaron muchas cosas en mi mente, lo que creía un cuento resultó ser real y sobretodo, los sentimientos de mis amigas, no podía creerlo en que podía ayudar, creo que tendrá que preguntar? No lo creo me vería tan obvia, tengo que saber que es lo que pasa y ayudarlas de algún modo, me levanto de la cama aun algo cansada ya que no dormí por pensar, en muchas cosas arreglo mis cosas como siempre, bajo las escaleras ya se me hacia algo tarde pero alcanzó a ver s mi madre en la cocina ella igual me ve.

- Como te siente ahora hija? - Me mira ya que no puedo negar que estoy algo preocupada.

- Algo bien supongo - bostezo de sueño.

- Se ve que no dormiste en todo la noche - en eso tenía razón apenas podía mantenerme de pie - Ya no te preocupes, solo es cuestión de que hables con tus amigas y resolver todo - me pone sus manos en mis hombros, yo agachó la mirada pero creo que en eso tiene razón no hay que perder.

- Si, lo haré, gracias por el consejo mamá nos vemos - antes de salir le doy un beso a mi mamá.

- No vas a comer hija - volteo a verla.

- No mamá en el camino compro algo, tengo algo que hacer nos vemos - Salgo a toda prisa a donde siempre nos vemos - parece que llegue tarde, pero Susana siempre me espera o se le habrá hecho tarde - me espero unos cuantos minutos más al ver el celular - se me va hacer tarde y ni Iridessa llega creo que voy adelantarme a ver si las veo caminando por la calle, todo se ve muy tranquilo no tardó en llegar a la escuela es la primera vez que llegó a la escuela sola al entrar un sonido llama mi atención al voltearme veo que una limusina se acerca a la entrada, en seirto punto se me hacia familia sale el chófer y abre la puerta de atrás al ver quien sale me quedo pensando por que - Susana que pasa - ella no responde ni me voltea a ver, sigue su camino como siempre pero no podía dejarlo así trato de acercarme pero siento algo que me jala al ver era - Iridessa por que me detienes tengo que hablar con Susana - por más que me jalo ella no me suelta - que pasa contigo por que te portas así - de alguna manera logro soltarme la miro a los ojos, no es la misa de siempre se nota una procesión en ella, me trato de acercar.

- Déjalo así como está rosalía no quiero que te metas en nuestros asuntos - la miro y no se que decir trato de verla pero me cuesta contener mis sentimientos al ver que se retira me dirijo a verla ya que no tengo nada que perder.

- Que te pasa Iridessa por que tu y Susana se portan de ese modo, por que solo dímelo - ella se detiene al voltearme se ve algo enojada no la reconocía no era ella misma la que llamó amiga.

- Mira creo que no fui muy clara contigo será mejor que no te metas esto no es asunto tuyo oíste - un sonido sordo en mi oído sonaba mientras que Iridessa se iba metiendo a la escuela no sabia que hacer ni que decir siento mi mejilla algo húmeda al ver al piso veo como caen pequeñas góticas de mi cara, no sabia que hacer ni que decir me trato de abrazar no quiero llamar la atención de los demás al llegar a mi salón me seco las lágrimas veo que todos están ya en el salón solo falta la maestra al ver a mi pupitre estaba Ricardo en ella,me siento a lado de el.

- Oye Ros, estas bien? - Me pregunta algo preocupado lo miro pero no quiero responder, antes que pudiera decir algo entra la maestra.

- Bueno muchachos es hora de empezar la clase y quiero que me pongan atención en el pizarrón pondré algunos ejercicios y en cuanto a los ejercicios del examen se harán en casa me entendieron - al ver a todos en destino hacer el las actividades.

- Ros no se que pasa solo que estas algo triste - niego con la cabeza.

- Será mejor estudiar dejemoslo para después te parece - se voltea al escuchar eso, sin duda lo que me dijo Iridessa me deja sin palabras

- Tiempo atrás.

- Mira creo que no fui muy clara contigo será mejor que no te metas esto no es asunto tuyo oíste

- Tiempo actual.

Sin duda no se por que lo habrá dicho, siempre hemos sido muy unidas, sin que al ver sus rosas creo que fue todo lo contrario siempre fui tan ciega con respecto a eso cae una lágrima a mi libro sin darme cuenta trato de limpiarlo enseguida y seco las de mi rostro, siento el brazo de Ricardo en mi hombro no quiero voltear.

- Enserio que te pasa Ros - se nota preocupado por mi.

- Nada es solo que no dormí bien, por favor Ricardo dejame estudiar si tenemos mucho que hacer - el quita su mano lentamente.

- Perdona si te molesto - sigue con lo suyo no paso mucho en sonar la alarma del receso, suspiro ya que no sabía si podía ver a mis amigas, es claro que volvía al lugar de siempre, un fuerte golpe a mano abierta a mi pupitre hace que reaccione al ver era - mande maestra sharon que hice ahora - su reacción reacción me deja sin palabras a que se deberá todo esto.

- Bueno señorita rosalía esta castigada eso es todo - lo dice con una serenidad que no parece ser broma.

- Que!!!! Por que yo estoy estudiando mire mis notas - mi libro lo pone otra ves en el pupitre si siquiera verlo.

- Ya te dije estas castigada y no vas a salir a reseco, quedo claro es más, me vas acompañar a la dirección apresúrate, los demás pueden salir - me cuesta trabajo pero la sigo, no sabia que el hacer tarea fuera pretexto para castigarme suspiro con rumbo a la dirección, me quedo pensando, si citan a mi madre, y como es, chiquita y no mela acabo antes de llegar a la dirección un pequeño jalón a mi cuello hace que me detenga.



#32222 en Otros

En el texto hay: romance y aventura

Editado: 22.10.2018

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