Primer día: triunfo de la noche y trance.
Segundo día: la lumbre hizo un avance.
Tercer día: sugestión de los opuestos.
Cuarto día: regocijo en lo impuesto.
Quinto y sexto día: la convulsa calma.
Séptimo día: por matices ese mundo vendió el alma.
¡Requiescat in pace a lo absoluto!
¡Tempora mutantur y fin del luto!
Siete años: el primero fue huraño.
El segundo fue un daño. Al tercero se resigna y al cuarto se persigna temiendo
una nueva consigna.
Al quinto se mira en retrospectiva.
Al sexto una reflexión introspectiva.
Al séptimo, optimista perspectiva,
¡Sonreír, bendecir el viejo cataclismo!
La Creación desciende del Paraíso en una hebdómada,
y luego asciende paseando sin rumbo en tribu nómada.
Tiempos opacos murieron por un matiz.
Se rompieron los cánones, inaugurando un siglo infeliz.
Culto a lo equilibrado y superstición del desliz:
Todo es contar de siete en siete y aceptar al que te rete,
luchar con todo tu yo por el yo ajeno, no calificar en "malo" o "bueno".
¡Sea este el Purgatorio y el Juicio, sin más edificio en el oratorio!
¡Sea este el sanatorio!