Marcados

Alexei pasó la tarde jugando con la energía que ahora era parte de él, los lobos y los acontecimientos del día anterior ya no le importaban, no cuando tenía lo que quería, al menos en parte.
Estaba vinculado con Ashley, eso era motivo de celebración, pero él no podía, porque lo que tenía era un vínculo forzado y eso era decepcionante. Pero, tenía la tendencia a ver siempre el lado positivo de las cosas, y ahora con el vínculo podía atraerla, no es que ella pudiese irse, Alexei nunca lo permitiría.
Sonaba egoísta, pero no se había escapado de los brazos de la muerte para vivir el resto de su vida solo.
— ¡Deja de hacer eso! —chilló Ashley desde la hamaca.
Oh qué divertido era mandar oleadas de amor a través del vínculo, pensó mientras le sonreía abiertamente.
—Tú también puedes hacerlo.
Sintió una punzada de rabia en su pecho, eso fue un golpe bajo.
— ¡Alexei!
Gritó una voz a lo lejos que evitó que mandara una onda de ferviente deseo que probablemente la dejaría fuera de combate.
Se giró en la valla de madera para ver a Riley, ella corrió para abrazarlo.
—Me alegro tanto de que estés bien bola de pelos ¡No sabes el susto que me diste!
—Estoy en una sola pieza Riley —le contestó, pero su atención estaba en una extraña sensación de... ¿Celos?—
No soy tan fácil de derribar.
— ¿A qué hueles? —Dijo moviendo su pequeña nariz para identificar el olor— ¡No puede ser! —gritó.
De inmediato buscó la mirada de Ashley y volvió a él.
— ¡Están vinculados!
Apretó sus mejillas con ambas manos y luego fue directa hacia la hamaca, abrazó a Ashley con fuerza, ella confundida, se limitó a recibir la muestra de afecto.
— ¡Es increíble! ¿Pero cómo se han sanado sus heridas?
Ashley quedó en silencio y Alexei miró hacia otro lado. La verdad era que al formar el vínculo, él había tomado la energía de Ashley para sanar las heridas más graves, de otra forma nunca lo podría haber hecho por sí solo.
—Él usó tu energía —dijo Riley de manera comprensiva, hasta que volteó a verlo—. Es un vínculo de sangre ¿Qué pasara con ella? Aria no permite que otro cambiante forme ese tipo de vínculo, ella está en peligro...
—Tranquila Riley —dijo a través del torbellino de palabras—. Aria no es una sanguinaria despiadada.
Riley entornó los ojos, como si no le creyera.
—O al menos, siempre tiene una razón válida para serlo. En todo caso Ashley está a salvo porque el vínculo es conmigo —ocultó el orgullo que sentía por ello.
—Entonces no hay nada de qué preocuparse —Riley sonrió—. Ahora ningún lobo que aprecie su pelaje intentará robarte, porque sabrá que le perteneces a Alexei.
Ashley hizo una mueca de confusión.
—Tienes el olor de Alexei, es débil pero está, y él también tiene tu olor. Ustedes dos están fuera del mercado amoroso.
Ashley buscó su mirada, las esmeraldas de sus ojos brillaban con una fuerza que calentó su sangre.
—Bueno, debo irme, sólo había venido a comprobar el estado de Alexei, pero ya sabes, nadie me avisa nada como de costumbre. —Riley se levantó después de despedirse de Ashley—. Pero ahora que tú estás en una pieza, ya no me necesitas aquí —le dio un suave beso en la mejilla acompañado por una dulce sonrisa—. Adiós, cuídate.
Riley se fue no sin antes decir:
— ¡Eso también va para ti Ash!
Ella soltó una débil risa, tan hermosa. Pero su alegría se desvaneció en cuanto Riley desapareció.
Era hora de hacer un movimiento, pensó con confianza, no podría huir a ninguna parte.
Se sentó a su lado, la hamaca descendió casi al nivel del piso por su peso, por un largo tiempo se quedó inmóvil, con la vista al bosque bañado por la luz del sol.
— ¿Eres mío?
Pensó que lo había imaginado pero cuando la miró a los ojos, su pregunta seguía ahí.
—Sí, ¿Tú eres mía?
"Claro que sí" dijo el leopardo en su interior, pero Alexei necesitaba escucharlo de sus labios.
—Sí.
Sintió la necesidad de contacto abrazar como llamas su cuerpo, y esta vez, no era suya, era de Ashley.
Inclinando su rostro, se acercó con cautela, ella permaneció quieta en su lugar, humedeció sus labios, oyó su pulso aumentar. Se detuvo cuando sus frentes se tocaron, necesitaba saber que lo quería, necesitaba desesperadamente una señal que le indicara que ella podía, en algún momento, sentir lo mismo que sentía él.
Ashley fue quien inició el beso, de manera suave palpó sus labios con los suyos, tentando, provocando, Alexei abrió los suyos y le dejó que ella depositara un tierno y pequeño beso, cuando ella pareció apartarse él volvió a besarla descargando en sus labios todo el deseo y la pasión reprimidas, todo el amor y anhelo que por tanto tiempo había ocultado, Ashley recibió el besó, tomó lo que él le dio y demandó más, envolviendo su cuello con sus brazos, acercándose más, él gimió cuando ella aferró sus manos a su nuca.
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Editado: 31.10.2020