Capítulo 1

Domingo 1 de marzo 2020

Las luces brillaban sobre mi cabeza y de fondo se escuchaba psycho de red velvet, en este momento mi única preocupación es que la canción no termine pero como en esta vida nunca obtenemos lo que queremos la puerta de mi habitación se abre de golpe dejando ver a mi hermano menor Diego tan solo tiene 13 años y es uno de los 4 hermanos menores que tengo, y no yo no soy la mayor, pero ese es otro tema, al principio no entendía que decía o quería él no suele llegar y entrar por lo que me asuste y lo quede mirando fijo para tratar de entender pero sus gestos eran de relajo, él se da cuenta que trato de adivinar lo que ocurre  ya que detiene la música apagando el parlante.

Sabrina: heey!! Por qué lo apagas?

Diego: y tu por qué lo tenias a todo volumen? Hace un buen rato estamos llamándote la once-cena esta servida, baja ya o se enojaran contigo.- me dice con algo de enojo

Sabrina: hubieras dicho eso primero, ya voy.

Diego: como querías que te dijera antes si con ese volumen no escuchas nada.

Sabrina: ya, ya esta bien, lo siento okey ahora bajemos o si no se enojaran con los dos

Se preguntaran por qué el dijo “once-cena” bueno para mucha gente alrededor del mundo a la comida de la tarde noche es algo parecido a lo del almuerzo pero ligero pero  aquí en Chile para muchos lo usual es una taza de té, pan y el acompañamiento lo que podría ser cualquier cosa pero ¿por qué se le dice once a esto? la verdad no sé, pero en mi familia siempre comemos ensaladas o una sopa depende el clima junto con pan y alguna cosa que podría ser desde cosas saladas a dulces o las dos con una taza de té.

Estábamos todos sentados en la mesa y cuando digo todos me refiero a mi papá, mi mamá, mis cuatro hermanos mayores Alberto de 27 años, Rodrigo de 26 años, los gemelos Gregorio y Guillermo de 23 años, yo Sabrina de 17, los gemelos Mirko y Mischa de 15 años, Diego de 13 años y nuestro porotito Dalila de 3 años, desde que nació Dalila me alegra que dejaran de ser sobreprotectores conmigo y lo fueran con ella incluyéndome, estábamos comiendo entre bromas como suele ser la mayoría del tiempo cuando de repente mi papá me habla…

Papá: Sabrina, hija hoy debes dormirte temprano no quiero que te amanezcas viendo esa novelas coreanas otra vez, además mañana es tu primer día de clases y debes levantarte temprano, entendido?- me pregunto mirando con una ceja alzada como si estuviera enojado.

Sabrina: si papá, no lo hare además me tengo que levantar muy temprano, ¿por qué no vivimos en la capital? todo sería más fácil.

Papá: de que te quejas tanto Sabrina solo será mañana, recuerda que vivirás con tus hermanos en la capital y espero que no hagan estupideces- dijo mirándonos a los cinco mayores- sobre todo tu Sabrina, por el amor de Dios no peles con nadie o habrán serias consecuencias

Sabrina: prometo aquí y ahora delante de todos que nunca mas me volveré a meter en ninguna pelea o cualquier problema- dije mientras me ponía de pie levantando mi mano derecha.

Papá: espero que sea así.

Después de eso seguimos tomando once y cenando, cuando terminamos de comer los menores y yo limpiamos y ordenamos todo en la cocina, mientras que mi mamá cuidaba de Lali como le decimos a mi hermana pequeña, y mi papá junto con mis hermanos mayores seguían en la mesa conversando de los negocios de la familia, para ser sincera ninguno de los que estamos limpiando nos interesa ayudar a limpiar pero es la única forma que tenemos para estar al tanto de lo que sucede con los negocios y otros problemas que pueden estar sucediendo, cuando estábamos terminando por lavar y guardar la loza escuchamos algo que nos hizo mirarnos alertados pero seguimos como si nunca hubiéramos escuchado nada, cuando terminamos les dije a mis hermanos que me ayudaran a guardar lo necesario para mañana porque sentía que estaba olvidando algo.

Cuando subimos a mi habitación cerré la puerta y les pregunte si habían escuchado lo que yo y todos respondieron al mismo tiempo lo que no quería porque tenia la leve esperanza de que yo estaba alucinando pero no, estaban de vuelta, los Figueroa estaban de vuelta y eso no es nada bueno ni para nosotros ni para ellos.